El Barcelona se viene abajo

El Zaragoza remat¨® al Barcelona a bal¨®n parado y en una acci¨®n rid¨ªcula de Arnau, situaciones que expresan tanto la falta de atenci¨®n del equipo azulgrana como su estado de alta tensi¨®n. Le pueden al equipo barcelonista las dudas y el entrenador no encuentra respuestas, a juzgar por c¨®mo qued¨® parado el plantel al final del choque.Mal puesto y peor removido, el Barcelona no sabe a qu¨¦ juega. Anoche cay¨® a bal¨®n parado, pero con la pelota tampoco supo nunca qu¨¦ hacer, superado siempre por un rival m¨¢s enchufado, enfebrecido, dispuesto y muy ordenado. Uno a uno, los jugadores tampoco hicieron nada por remendar los problemas del equipo, y entre ellos Rivaldo, alejado de la cancha, sin entrar en juego, sin comprometerse en ninguna jugada, salvo en un par de tiros libres que Juanmi defendi¨® con gran acierto.

No supo nunca el Barcelona desprenderse de la zozobra con la que lleg¨® a La Romareda por la acumulaci¨®n de malos resultados. Al fin y al cabo, el partido respet¨® el estado con el que ambos equipos llegaban a La Romareda, de manera que el Zaragoza fue un conjunto fresco y determinante. Toda la plantilla, salvo Acu?a y Rebosio, se hab¨ªa entrenado intensamente y Luis Costa hab¨ªa repasado una y otra vez el v¨ªdeo del Barcelona-Villarreal. La receta de V¨ªctor Mu?oz consisti¨® en tapar las bandas, no dejar jugar a Xavi y Luis Enrique, defender a cara de perro y moverse r¨¢pido en los contraataques. S¨®lo que en este caso hab¨ªa una notable diferencia. En La Romareda estaba Rivaldo.

Luis Costa acert¨® con el planteamiento y ni Rivaldo ni Kluivert pisaron el ¨¢rea con peligro. Ni Xavi ni Luis Enrique ni Sim?o conectaban con los delanteros. Eso s¨ª, Serra Ferrer hab¨ªa aleccionado a los suyos en el trabajo defensivo. El Barcelona hizo nueve faltas, cinco de ellas de Abelardo, en los primeros 13 minutos. Adem¨¢s, Juanele, Montenegro y Jamelli, que interpretan muy bien las paredes, los pases al hueco, las piller¨ªas, desafinan en las notas finales, en las del gol. Juanele desperdici¨® primero una volea clara y despu¨¦s Jamelli fall¨® una vaselina ante Arnau, que se hab¨ªa ca¨ªdo.

As¨ª las cosas, con el predominio de las defensas durante el primer tiempo, sobresali¨® un incisivo Mart¨ªn Vellisca, que llev¨® el peligro por la banda izquierda frente al contundente Puyol. Y en un saque suyo de c¨®rner, cuando el Zaragoza pis¨® el acelerador al final del primer tiempo, puso un buen bal¨®n que Lanna cabece¨® a la red, ganando en el salto a Petit.

Cuando el p¨²blico todav¨ªa se preguntaba c¨®mo iba a jugar el Barcelona durante el segundo tiempo lleg¨® el error de principiante de Arnau, que hab¨ªa estado jugando a la ruleta rusa con las cesiones durante todo el partido. Jamelli, listo, le rob¨® el bal¨®n y, casi sin ¨¢ngulo, lo empuj¨® a la red. Afloraron entonces los nervios azulgrana y, s¨®lo seis minutos m¨¢s tarde del segundo gol, Jos¨¦ Ignacio marc¨® el tercero. Fue el segundo a bal¨®n parado y desmoron¨® el trabajo defensivo del Barcelona, un gol que no le pueden hacer a un equipo grande.

Desde ese momento, el Barcelona jug¨® a la desesperada, con m¨¢s delanteros, y emergi¨® la figura de Juanmi, que realiz¨® cuatro buenas paradas a tiros de Rivaldo y Kluivert. Tambi¨¦n el Zaragoza pudo lograr la cuarta diana en una clara llegada al ¨¢rea de Mart¨ªn Vellisca. Al l¨ªmite del tiempo, Gerard marc¨® el gol del Barcelona a pase de un gris Rivaldo.

El partido, en definitiva, termin¨® en una fiesta de la afici¨®n del Zaragoza, que de la mano de Luis Costa vuelve a sacar pecho. Por contra, la cruz del Barcelona se agranda de forma inquietante a cada partido.