?Seguir¨¢ Euskadi en la Uni¨®n Europea?

Xabier Arzalluz equivoca o se equivoca. En un Pa¨ªs Vasco independiente, no ser¨ªa cuesti¨®n de que, como ha declarado a Der Spiegel, fueran "los inmigrantes que no quieran asumir la nacionalidad vasca" los que recibieran un "trato similar a los alemanes en Mallorca" (votando s¨®lo en las municipales), sino que ser¨ªan los supuestos ciudadanos vascos los que correr¨ªan el riesgo de dejar de pertenecer a la Uni¨®n Europea. De todas formas, la presencia alemana en Mallorca tiene, m¨¢s all¨¢ de su capacidad de voto en elecciones municipales, una importancia econ¨®mica crucial: controla un 30% del suelo inmobiliario local, con importantes repercusiones. Pero esto es lo de menos. Lo de m¨¢s es que a los independentistas en territorios de la UE no les conviene mirar de frente a un problema que acabar¨ªa siendo central: que el nuevo Estado independiente no permanecer¨ªa autom¨¢ticamente en la Uni¨®n Europea. ?Acaso los independentistas piensan que podr¨ªan, sin m¨¢s, seguir en la UE? Un territorio de un Estado miembro no puede independizarse y pretender, sin m¨¢s, seguir como miembro de la Uni¨®n Europea. Ser¨ªa un nuevo Estado fuera de la Uni¨®n. En el mejor de los casos tendr¨ªa que negociar su ingreso -y las condiciones- recabando la unanimidad de todos los Estados miembros. Incluido, claro est¨¢, el Estado de origen. En el peor, podr¨ªa quedarse fuera.S¨®lo ha habido un caso de un territorio que se haya salido de la UE: Argelia tras su independencia de Francia, que, se reconocer¨¢, es peculiar y ya queda lejos. Groenlandia se sali¨® de la UE, pero se qued¨® en su Estado. (Todo ello se explica con m¨¢s detalles en 'Escisi¨®n y permanencia en la UE: aproximaci¨®n a un marco te¨®rico sin precedentes', en Claves, marzo de 2000).

El Tratado de la Uni¨®n Europea habla de crear "una Uni¨®n m¨¢s estrecha entre los pueblos de Europa" y de "organizar de modo coherente y solidario las relaciones entre los Estados miembros y entre sus pueblos". El separatismo no tiene cabida en esta Uni¨®n Europea, y los que lo propugnan enga?an a sus audiencias, ocult¨¢ndoselo. La UE da cabida a muchas formas de Estado: centralizado, federal, auton¨®mico, etc¨¦tera. Pero, sobre todo, en esta Uni¨®n Europea de la moneda ¨²nica, de decisiones crecientemente tomadas por mayor¨ªa cualificada, que avanza hacia la constituci¨®n efectiva de una identidad europea de seguridad y de defensa y la de una pol¨ªtica exterior y de seguridad com¨²n, con un mercado ¨²nico y libre circulaci¨®n de personas, servicios, mercanc¨ªas y capitales, los independentismos han perdido todo sentido.

Esto no significa que la UE y sus miembros no acepten el principio de la autodeterminaci¨®n, pues lo han hecho en el Acta Final de Helsinki de 1975 y otros textos posteriores, aunque de una forma restringida por la integridad territorial. Este principio ha servido en la UE para la unificaci¨®n de las dos Alemanias y para favorecer, difuminando la cuesti¨®n de la soberan¨ªa e impulsando proyectos intercomunitarios, el proceso de paz en Irlanda del Norte. La autodeterminaci¨®n en la UE se ha aplicado para unir, no para separar.

La conclusi¨®n es que las secesiones en los Estados de la Uni¨®n Europea son posibles, pero a un precio que puede resultar muy elevado, tanto para los secesionistas como incluso para los Estados de origen. Todo el proceso de la Uni¨®n Europea, a la vez que relativiza el concepto de soberan¨ªa y lo transforma, lleva no a imposibilitar las secesiones, sino a que resulten absurdas, salvo para los que quieren alienarse de esta Europa. Pero de que "los vascos" independientes, tal como lo entienden Arzalluz y otros, dejar¨ªan de ser ciudadanos europeos, y podr¨ªan tener que sacar sus pasaportes para viajar a Europa, no se habla, ni de otros aspectos de esa hipot¨¦tica enajenaci¨®n que no sienten los alemanes en Mallorca, muy europeos ellos.

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