Alemania logra m¨¢s de un bill¨®n al sacar un 25% de Correos a Bolsa

Las acciones del Correo alem¨¢n (Die Post) comenzaron a cotizarse ayer en la Bolsa de Valores de Francfort con una actuaci¨®n discreta, que contrasta con la euforia que se produjo cuando Deutsche Telekom, el ex monopolio estatal de tel¨¦fonos, sali¨® a Bolsa en 1996. Por el 25% que ayer se coloc¨® en el mercado, las arcas p¨²blicas ingresaron 6.600 millones de euros (1,09 billones de pesetas).Las amarillas (nombre con el que han sido designadas las acciones) iniciaron la jornada con un valor de 21,40 euros, algo por encima del valor de salida de 21 euros, y durante un breve periodo de tiempo llegaron a los 22 euros. A partir de ah¨ª, la cotizaci¨®n comenz¨® a declinar hasta que los bancos que han guiado la salida a Bolsa intervinieron y estabilizaron el valor de las acciones, un procedimiento que los analistas consideraban normal.

El presidente de los servicios de correo alemanes, Klaus Zumwinkel, dijo estar satisfecho con los primeros resultados. En total, Die Post puso a la venta m¨¢s de 278 millones de acciones (320 millones, incluidas las opciones de compra de los bancos). La petici¨®n de acciones fue de 2.200 millones, lo que multiplica por ocho el n¨²mero de acciones disponibles. Esta proporci¨®n hace que los dirigentes del antiguo monopolio estatal de correos se sientan confiados en el futuro de las acciones, que se consideran como un valor s¨®lido, aunque no exento de riesgos, dado que en 2002 comenzar¨¢ la liberalizaci¨®n de los env¨ªos postales inferiores a 200 gramos, un lucrativo servicio que Die Post mantiene todav¨ªa en r¨¦gimen de monopolio.

Con la salida a Bolsa de las amarillas, culmina el proceso de privatizaci¨®n que comenz¨® hace m¨¢s de una d¨¦cada. De acuerdo con la normativa vigente, el Estado alem¨¢n, que hasta ahora ha sido propietario exclusivo de Die Post, puede desprenderse de un m¨¢ximo del 49% del capital. El ministro de Hacienda, Hans Eichel, anunci¨® ayer que el Estado piensa desprenderse totalmente de la propiedad del consorcio. Seg¨²n el ministro, las empresas de transporte y distribuci¨®n no pueden convertirse en compa?¨ªas globales si el Estado conserva la mayor¨ªa.