Mujeres maltratadas
Las mujeres espa?olas son las m¨¢s maltratadas de la Uni¨®n Europea si adem¨¢s de ser amas de casa trabajan fuera del hogar. Muy de acuerdo con la escritora murciana Rosario S. P¨¦rez-Muelas, que en sus escritos suele aludir a este asunto. Recientemente ha escrito acerca de este serio problema, al que los sindicatos, patronal y Gobierno dan de lado, tal vez por incompetencia unos, otros por sectarismo ideol¨®gico, no s¨¦. Como mujer me afecta lo se?alado por P¨¦rez-Muelas.Le¨ª el otro d¨ªa un comentario de un caballero que tachaba de irresponsable a una se?ora que hab¨ªa tenido que abandonar el trabajo por motivos de atenci¨®n a la familia. No s¨¦ si tendr¨¢ o no toda la raz¨®n, pero s¨ª que en Espa?a, a diferencia de otros pa¨ªses, existen pocas ventajas fiscales, como permisos parentales y otros incentivos del Gobierno para que las que valoran el trabajo dom¨¦stico y su entorno puedan atenderlo e incorporarse al mercado laboral. Estas mismas personas que emplean a mujeres porque las necesitan se olvidan de que adem¨¢s de un empleo tambi¨¦n tienen un hogar.
Quiz¨¢s no hayamos ca¨ªdo en la cuenta de que beneficiar a la familia y a la que se encarga de ella supone un importante beneficio para la estabilidad de la sociedad y por eso se hace necesaria su defensa, aunque esto suponga una inversi¨®n por parte del Gobierno.
Existen casos en los que no le ponemos objeci¨®n a colaborar, como es el pago de un seguro m¨¦dico, la Seguridad Social, que tienen, asimismo, un car¨¢cter solidario; pero cuando se trata de permisos parentales y/o ayudas para cuidar a los ni?os y atender a la familia ya no nos llega el presupuesto.
Si nos negamos a esto tambi¨¦n podr¨ªamos hacerlo a pagar primas por seguro de paro, de incapacidad laboral o incluso de jubilaci¨®n. De lo que se trata, en definitiva, es de vincular m¨¢s al Estado y a sus pol¨ªticos para que las leyes regulen las necesidades de una sociedad falta de atenci¨®n al entorno familiar. Empleo y hogar, son dos realidades que todav¨ªa no alcanza a compatibilizar la sociedad espa?ola y el que paga las consecuencias, inevitablemente, es siempre el m¨¢s d¨¦bil. En este caso, la familia y la mujer.- Marta M. Molina Ruiz. Granada.
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