De nuevo T¨¢vora

En carta del d¨ªa 13, Concepci¨®n Ram¨ªrez, de Dos Hermanas, arremete contra m¨ª como si yo fuera un malvado extranjero que desprecia las maravillas esc¨¦nicas que "su" Salvador T¨¢vora aporta al teatro universal. Quisiera dar una breve r¨¦plica a dicha se?ora.Dec¨ªa el sabio cordob¨¦s Averroes que el n¨²mero de tontos iguala al de las titilantes estrellas del firmamento. Pero los tontos (y esto tambi¨¦n lo dijo el P. Feijoo) no dejan de ser tontos por muchos que sean. El primer efecto de la ignorancia es que el ignorante no desea, ni intenta, ni procura salir de ella, y se deja enga?ar sin resistencia por el primer embaucador.

Los salvajes y sanguinarios espect¨¢culos basados en la tortura de animales no son m¨¢s que un infame negocio para unos vivales, que pretenden justificar tales engendros con una capa de cultura tan falsa como la falsa moneda. Pero intentar hacer cambiar a sus fans (que tambi¨¦n los tienen porque hay gente para todo) es tarea tan in¨²til como intentar que un jorobado se ponga de pronto tieso como un poste. Es como aquel gitano costroso y piojento a quien alguien recriminaba por no lavarse durante d¨¦cadas, y ¨¦l le replic¨® airado: "Ust¨¦ no se meta con mi mugre y mis piojos. ?Son m¨ªos y a muncha honra!".- Enrique Blanque-Bel. San Pedro Alc¨¢ntara (M¨¢laga).