Sentido adi¨®s de la comunidad universitaria a Ernest Lluch
La comunidad universitaria se despidi¨® ayer del profesor de Econom¨ªa Ernest Lluch, asesinado por ETA, con un duro comunicado de condena, suscrito por el Consejo Interuniversitario de Catalu?a, que integra a las diez universidades catalanas. En un acto de homenaje que reuni¨® a los rectores; al alcalde de la ciudad, Joan Clos; al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y a presidentes auton¨®micos, el rector de la Universidad de Barcelona (UB), Antoni Caparr¨®s, llam¨® a la ciudadan¨ªa a acudir a los actos de protesta convocados para hoy en la ciudad. "Gritamos a ETA que ya basta, que deje de matar y llamamos a la ciudadan¨ªa a que participe en la expresi¨®n p¨²blica de condena de este asesinato".El acto de homenaje que se celebr¨® a las siete de la tarde en el paraninfo de la UB tuvo su momento m¨¢s emotivo tras la alocuci¨®n que uno de los profesores y amigo de Lluch, Jordi Nadal, realiz¨®. Nadal destac¨® que Lluch siempre hab¨ªa tenido presente la necesidad de mantener un pensamiento independiente, "pese a que tuviera que hacer sacrificios. ?sta fue su lecci¨®n. Su sacrificio, tan doloroso para nosotros, no ser¨¢ en vano". El p¨²blico que abarrotaba la sala de actos universitaria se puso en pie e inici¨® una larga ovaci¨®n que s¨®lo interrumpi¨®, pese a que no hab¨ªa ganas para ello, cuando se reanudaron los discursos.
Clos, que record¨® la gran implicaci¨®n de Lluch en la ciudad, acentu¨® asimismo la relaci¨®n del profesor con el Pa¨ªs Vasco, "donde hizo grandes amigos: Juan Mari J¨¢uregui, Jos¨¦ Ram¨®n Rekalde, Jos¨¦ Lu¨ªs L¨®pez de Lacalle u Od¨®n Elorza". El alcalde de San Sebasti¨¢n se situ¨® ayer junto a las tres hijas del dirigente socialista, presentes en el acto. Clos afirm¨® que Lluch har¨ªa suya la m¨¢xima de un hist¨®rico combatiente cat¨®lico irland¨¦s tras la tregua: "Es la gente y no la tierra quien tiene derechos. Sin gente no hay patria".
La herencia del profesor
Pujol, conmin¨®, por su parte, a la sociedad catalana a recoger el testigo de Ernest Lluch. Su herencia son su conciencia c¨ªvica, su ¨¦tica y coraje y su fortaleza "que debi¨® pensar en sus ¨²ltimos momentos que otros continuar¨ªan". "Y esos otros", continu¨®, "somos nosotros".El homenaje a Lluch congreg¨® a una nutrida representaci¨®n de presidentes auton¨®micos, entre los que destacaba el del Pa¨ªs Vasco, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, as¨ª como las ministras Anna Birul¨¦s y Pilar del Castillo. Mientras, en el exterior, medio centenar de estudiantes se manifestaron con gritos como "No son gudaris, son asesinos". La muerte de Lluch sacudi¨® a la comunidad universitaria. La UB y la Aut¨°noma de Barcelona suspendieron sus actividades y en todas las facultades espa?olas se convocaron cinco minutos de silencio.
El presidente de los rectores de Espa?a, Saturnino de la Plaza, expres¨® el dolor de todo el mundo universitario por la muerte de quien era "m¨¢s que un pol¨ªtico, un profesor".
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