La precariedad laboral, m¨¢xima preocupaci¨®n de los periodistas catalanes
Hace cuatro a?os, en el III Congreso de Periodistas de Catalu?a, el paro era la principal preocupaci¨®n de los profesionales de la informaci¨®n catalanes; en el a?o 2000, lo son las condiciones laborales en que ejercen la profesi¨®n, particularmente la precariedad laboral, los bajos salarios, el paro y los horarios. Un 25,9% de los periodistas consideran alguno de estos aspectos el principal problema de la profesi¨®n. As¨ª lo indica una encuesta del Instituto Opina realizada por encargo del Colegio de Periodistas.
Presiones pol¨ªticas
La encuesta se ha realizado entre un total de 600 periodistas catalanes -un 70% de los cuales est¨¢n colegiados- con el objetivo de trazar un perfil del profesional de la informaci¨®n en Catalu?a y fue presentada ayer en la primera sesi¨®n del IV Congreso de los Periodistas Catalanes, que se celebra en la Universidad de Barcelona.La encuesta subraya un aumento de la sensaci¨®n de discriminaci¨®n por razones de sexo. Un 47,3% de los entrevistados creen que existe alg¨²n tipo de discriminaci¨®n por raz¨®n de sexo, frente a un 48,5% que cree que no. Si se comparan estas cifras con las de 1996, se constata un aumento de cinco puntos. Entonces un 42,3% de los encuestados cre¨ªan que exist¨ªa discriminaci¨®n hacia las mujeres periodistas.
A pesar de que un 71,8% de los entrevistados afirman tener un puesto de trabajo estable, el estudio constata un aumento de la preocupaci¨®n por la precariedad laboral. Este problema es citado como primera preocupaci¨®n por el 9,7% de los entrevistados, porcentaje que aumenta hasta el 12% en el caso de las mujeres. En 1996 la m¨¢xima preocupaci¨®n de estos profesionales era el paro, problema citado entonces por un 25,3%. Ahora esta cifra ha descendido hasta el 4,5%.
A estos porcentajes hay que a?adir otro 6% de los entrevistados que considera los bajos salarios su primera preocupaci¨®n y un 5,7% m¨¢s que creen que son los horarios.
Preguntados sobre las consecuencias que la concentraci¨®n de medios tiene en el periodismo, un 53,8% afirm¨® que limita su libertad profesional, mientras que el 35,3% opin¨® que no afecta a su actividad. Los profesionales que trabajan en emisoras de radio son los que se sienten menos coartados por la concentraci¨®n de medios. Un 52,4% de estos periodistas aseguraron que no limita su libertad de expresi¨®n.
La encuesta se interesa tambi¨¦n por la opini¨®n de los periodistas acerca de la evoluci¨®n de la profesi¨®n en la ¨²ltima d¨¦cada. El resultado apunta que un 35,3% de los entrevistados -un 21% en 1996- cree que ahora hay menos libertad de acci¨®n que en 1990. En este apartado, el estudio constata que un 47,5% opina que hay m¨¢s control de la informaci¨®n por parte de la empresa, y un 51,7%, que hay m¨¢s autocontrol por parte de los mismos profesionales.
La mayor¨ªa de los entrevistados aseguran que no han recibido nunca presiones de partidos pol¨ªticos, empresas o agencias de relaciones p¨²blicas. Sin embargo, es significativo que el 26,5% afirma que ha recibido en alguna ocasi¨®n presiones de grupos pol¨ªticos. El porcentaje de presiones de este tipo ha aumentado desde 1996, a?o en que fue citado por un 21,2% de encuestados. En este sentido, la encuesta apunta que las presiones han aumentado en general desde 1996. En el a?o 2000, un 19,5% asegura haber sido presionado por alg¨²n grupo econ¨®mico; un 18%, por gabinetes de comunicaci¨®n, y un 13,2%, por agencias de relaciones p¨²blicas.En cuanto a las normativas ¨¦ticas que deben regir la profesi¨®n, una amplia mayor¨ªa -un 96,2%- cree necesaria la existencia de un c¨®digo deontol¨®gico. A pesar de ello, s¨®lo un 4,5% cree que estas normas se cumplen siempre, lo que equivale a un suspenso, seg¨²n recalcaron los representantes del colegio que dieron ayer a conocer los resultados de la encuesta.
Los entrevistados aprobaron con un 5,75 sobre 10 el trabajo realizado por el Consejo de la Informaci¨®n de Catalu?a, ¨®rgano constituido en 1996 para velar por el cumplimiento del c¨®digo deontol¨®gico aprobado por el Colegio de Periodistas en 1992. Un aprobado merece la labor realizada por el Consejo del Audiovisual de Catalu?a, ¨®rgano de control de los medios audiovisuales.
Los comit¨¦s profesionales
El primer objetivo del IV Congreso de Periodistas de Catalu?a, que se clausura hoy en la Universidad de Barcelona, es conseguir la extensi¨®n de los estatutos de redacci¨®n y los consejos profesionales en los medios de comunicaci¨®n catalanes para garantizar una informaci¨®n m¨¢s veraz. En este sentido, las jornadas, que tienen como t¨ªtulo El papel del periodista y las funciones del periodismo en el siglo XXI, se han planteado a modo de "reflexi¨®n y autocr¨ªtica acerca de la profesi¨®n", seg¨²n dijo Montserrat Minobis, miembro del comit¨¦ organizador.As¨ª, en la presentaci¨®n de la ponencia que lleva por t¨ªtulo Los mecanismos de defensa de los periodistas. La hora de los consejos profesionales se afirma que "la principal responsabilidad de que los estatutos de redacci¨®n no se hayan generalizado quiz¨¢ corresponde a la profesi¨®n, sin descontar las dificultades y los obst¨¢culos que hayan puesto empresarios y direcciones".
La funci¨®n de los comit¨¦s profesionales es hacer un seguimiento de la informaci¨®n que difunde cada medio y velar por el respeto a los estatutos de redacci¨®n, un mecanismo de defensa del periodista frente a posibles injerencias extraprofesionales. Ambas figuras obedecen al hecho de que, a diferencia de otros pa¨ªses europeos, Espa?a no cuenta con una ley reguladora de los derechos y deberes del periodista.
En 1991 el Colegio de Periodistas de Catalu?a aprob¨® un Estatuto Marco de Redacci¨®n y desde entonces han sido bastantes los medios que han aprobado sus propios estatutos. Sin embargo, la encuesta presentada ayer pone de relieve que un 21,2% de los entrevistados afirman que en su empresa no existe ning¨²n consejo profesional.
Los organizadores del congreso apuntan la posibilidad de presentar los resultados de la encuesta al Parlament puesto que, afirman, "parece claro el v¨ªnculo, nada contradictorio, entre la exigencia de seguir impulsando los estatutos de redacci¨®n, como norma reguladora privada entre directivos y profesionales, y la posibilidad de conseguir una v¨ªa legal que asegure los derechos y deberes profesionales de forma generalizada".
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