El Congreso aprueba la Ley de Extranjer¨ªa con el rechazo general al recorte de derechos

El Gobierno logr¨® ayer que el Congreso aprobara la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, pero tuvo que soportar el chaparr¨®n de toda la oposici¨®n, incluidos sus tradicionales socios catalanes y canarios, por haber prohibido a los inmigrantes sin papeles el ejercicio de los derechos de sindicaci¨®n, asociaci¨®n, huelga y manifestaci¨®n. El PSOE vot¨® no a la reforma alegando que el recorte de los derechos es contrario a la Constituci¨®n y a los derechos humanos, lo que motiv¨® una dura r¨¦plica del PP, que acus¨® a los socialistas de oportunismo pol¨ªtico y de buscar la confrontaci¨®n.

Los grupos parlamentarios llegaron al debate en pleno de la Ley de Extranjer¨ªa con el voto en la rec¨¢mara, aunque la votaci¨®n final confirm¨® todos los vaticinios. El PP sum¨® a sus diputados los de CiU y Coalici¨®n Canaria, pero cosech¨® el no del resto de los grupos parlamentarios, a pesar de que todos reconocieron que la negociaciones con el Gobierno hab¨ªan suavizado la reforma. La ley fue aprobada por 187 votos a favor y 117 en contra.Como estaba previsto, el recorte de los derechos de inmigrantes se convirti¨® en la clave del debate y en motivo de un rifirrafe entre el PP y el PSOE. La Ley de Extranjer¨ªa vigente, la 4/2000, reconoce los derechos de reuni¨®n, manifestaci¨®n y asociaci¨®n a todos los extranjeros que se encuentren en Espa?a y los de sindicaci¨®n y huelga "a los trabajadores extranjeros que se encuentren en Espa?a". La reforma limita el ejercicio de esos derechos s¨®lo a los inmigrantes que tengan papeles.

Por ello, Grupo Mixto, IU y el PNV advirtieron al Gobierno y al PP de que la norma puede ser inconstitucional porque no reconoce derechos de los que cualquier ser humano debe poder disfrutar por el mero hecho de serlo, al tiempo que subrayaron que la redacci¨®n de la ley supone "un absurdo jur¨ªdico".

CiU y CC mantuvieron sus enmiendas a los art¨ªculos de los derechos y cifraron en el tr¨¢mite de la ley en el Senado sus esperanzas de un cambio de postura del Gobierno. Carles Campuzano, de CiU, lleg¨® a reconocer que a su grupo apoyaba la ley en conjunto a pesar del "mal sabor de boca" que le dejaba el recorte de los derechos.

La argumentaci¨®n del no socialista por parte de Consuelo Rumi y Diego L¨®pez Garrido irrit¨® al PP y al delegado del Gobierno para la Inmigraci¨®n, Enrique Fern¨¢ndez-Miranda, que estaba en la tribuna de invitados. Los socialistas acusaron al PP falta de generosidad, obcecaci¨®n, de buscar r¨¦ditos pol¨ªticos con la reforma y de romper el consenso sobre un asunto considerado de Estado. "Su postura es injusta e innecesaria", sentenci¨® Rumi, poco antes que L¨®pez Garrido cuestionase la constitucionalidad de la ley.

La diputada popular ?ngeles Mu?oz no s¨®lo rechaz¨® las cr¨ªticas, sino que replic¨® por elevaci¨®n: "En el PSOE, a Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y a Consuelo Rumi les han ganado los que piden m¨¢s contundencia contra el Gobierno; as¨ª no van a lograr una oposici¨®n seria y se desacreditan como alternativa de Gobierno. Es puro oportunismo pol¨ªtico". La r¨¦plica levant¨® una batalla de abucheos y pataleos contra aplausos y jaleos.

Ya en los pasillos, Fern¨¢ndez-Miranda remach¨® esta andanada reprochando a los socialistas el haber elegido para la confrontaci¨®n pol¨ªtica un tema sensible como la inmigraci¨®n y haber mantenido durante la negociaci¨®n una postura de un paso adelante y dos hacia atr¨¢s. La reforma aprobada ayer ha cosechado el rechazo generalizado de sindicatos y asociaciones de inmigrantes, y tambi¨¦n de la Conferencia Episcopal, que pidi¨® que el Senado se asegure que los inmigrantes puedan disfrutar de sus derechos fundamentales.