La segunda retirada de Niki Lauda

Niki Lauda abandon¨® la semana pasada la presidencia de su compa?¨ªa a¨¦rea, Lauda Air. Seguramente no ser¨¢ ¨¦sta su ¨²ltima jugada ni su ¨²ltima apuesta. El triple campe¨®n de F¨®rmula 1 nunca ha defraudado a quienes lo ven como un h¨¦roe que, tras cualquier derrota, es capaz de levantar cabeza para volver a triunfar. Ya lo ha demostrado alguna vez, como se advierte en su rostro quemado, vestigio del grav¨ªsimo accidente que sufri¨® en la pista N¨¹rburgring (Alemania) en 1976. "Estoy cansado de dar vueltas en c¨ªrculos", dijo Niki Lauda tres a?os despu¨¦s de su accidente. El deportista, que inici¨® su trayectoria corriendo en 1968 con un Mini Cooper que le compr¨® su abuela, ya hab¨ªa ganado dos campeonatos mundiales de F¨®rmula 1, hab¨ªa escapado por los pelos a la muerte y ten¨ªa ganas de hacer algo nuevo y rentable.

Y lo hizo: fund¨® una empresa de vuelos ch¨¢rter con dos aviones de tipo Fokker 27 y con 30 empleados. Aunque volvi¨® a sentarse al volante para conquistar un tercer t¨ªtulo mundial en 1984, se volc¨® de lleno en su nueva pasi¨®n por los grandes vuelos, ampli¨® su flota a 26 aviones, y la plantilla, a 1.800 empleados, que visti¨®, a semejanza de su propia imagen, con la eterna gorra de b¨¦isbol roja.

Su peor recuerdo es la muerte de 223 pasajeros de uno de sus boeings, que se precipit¨®, en mayo de 1991, en un vuelo de Bangkok a Viena debido a un defecto de construcci¨®n. Su mayor haza?a en el mundo empresarial fue romper el monopolio que ten¨ªa en Austria la compa?¨ªa Austrian Airlines (AUA) para vuelos internacionales. El pa¨ªs alpino, de ocho millones de habitantes, pas¨® a ser uno de los pocos en disponer de dos l¨ªneas intercontinentales.

El panorama, ahora, es redicalmente distinto: AUA est¨¢ a punto de recuperar el terreno perdido y apoderarse de la peque?a pero ambiciosa empresa competidora, que actualmente ya le pertenece en un 36% (un 20% est¨¢ en manos de Lufthansa, con opci¨®n de compra para AUA).

A sus 51 a?os, derrotado en la batalla por controlar su compa?¨ªa, Niki Lauda se da por vencido. Dimiti¨® de su cargo de presidente del consejo administrativo de Lauda Air despu¨¦s de que se descubrieran operaciones irregulares de divisas en una inspecci¨®n iniciada por AUA para averiguar el nivel de p¨¦rdidas de Lauda Air, que se han cifrado en 9.600 millones de pesetas. Lauda rechaza que se hayan realizado operaciones irregulares, pero reconoce que hubo transacciones de moneda extranjera para la financiar la compra de aviones y asume la responsabilidad por el deficiente control sobre los negocios.

Adem¨¢s, el aumento del d¨®lar con respecto al euro, el encarecimiento de los combustibles y las reivindicaciones de mejores condiciones de trabajo de los empleados llevaron a la compa?¨ªa a un callej¨®n sin salida. "Hemos ca¨ªdo en manos de un accionista que estuvo escudri?ando hasta encontrar el m¨¢s m¨ªnimo error", coment¨® el frustrado empresario, refiri¨¦ndose a AUA.

"Los empleados de Lauda Air le tienen simpat¨ªa y est¨¢n como paralizados", dijo la portavoz Marion Minarik. Y es curioso. Porque, aunque a primera vista podr¨ªa pare- cer l¨®gico que las azafatas, con su deportivo atuendo de jeans y gorra roja, lamentaran la repentina ausencia del su modelo original, fueron ellas, con el resto de la plantilla, quienes encabezaron este a?o otro frente de lucha contra Niki Lauda.

En abierta confrontaci¨®n, amenazaron con una huelga para exigir un aumento de sueldos y una reducci¨®n del horario laboral. Bajo el mandato de Lauda las condiciones laborales de sus empleados han sido muy inferiores a las que estipulan las normas de las dem¨¢s compa?¨ªas a¨¦reas de Austria.

"Si quieren matar a su propia empresa, que sigan as¨ª", fue uno de los comentarios del ex campe¨®n en una lucha que acabaron ganando los empleados.

Pero de momento la marca Lauda Air no desaparece. Seguir¨¢ volando y se seguir¨¢n comiendo los c¨¦lebres men¨²s que prepara la empresa de catering de un hasta ahora fiel amigo de Niki Lauda.

Austrian Airlines ans¨ªa comprar el 100% de la compa?¨ªa y sustituir todo el consejo de administraci¨®n de Lauda Air. Hasta que se le ocurra otra cosa nueva, Niki Lauda s¨®lo pide, de momento, que los nuevos propietarios le permitan pilotar de vez en cuando alg¨²n Boeing, "aunque sea para sacar provecho publicitario de mi propia imagen".