Sin novedad en el frente
Hace tiempo que los programas televisivos consagrados a la prensa del coraz¨®n son tan previsibles y tan propiciadores de una buena siesta como los documentales de fieras de La 2. El elenco habitual de estos espacios es tan parecido a una compa?¨ªa estable que la ¨²nica manera de captar el inter¨¦s del espectador consiste en recurrir a freaks desmelenados, siempre dispuestos a soltar grandes burradas con las que intentar destrozar el aparatito que mide las audiencias.Pero todo parece indicar que los fen¨®menos de feria reservan sus energ¨ªas para los programas de medianoche: por la tarde, todo debe moverse entre los estrechos par¨¢metros de lo coraz¨®nicamente correcto.
Eso es lo que ocurre en el programa de Ana Rosa Quintana en Antena 3, y en el que, desde el pasado lunes por la tarde, pretende hacerle la competencia en Tele 5, Buenas tardes.
Poco se puede decir de este programa que no haya sido dicho ya de los que le precedieron: Buenas tardes es, directamente, m¨¢s de lo mismo. O lo mismo de siempre, como ustedes prefieran. La ¨²nica novedad, que tampoco lo es tanto, consiste en la presencia de Nuria Roca (presentadora de Waku-waku), una mujer de aspecto dulce y car¨¢cter agradable que va pasando de un tema a otro con dignidad y sin hacerse muchas ilusiones: aqu¨ª la primera que no se sorprende de nada es ella.
La cosa arranca -en la mejor tradici¨®n de Mar¨ªa Teresa Campos, creadora e ide¨®loga del programa- con la presentadora sentada a una mesa en compa?¨ªa de un elevado n¨²mero de profesionales de la prensa rosa, a cual m¨¢s contento de estar donde est¨¢. Uno habla de Paulina Rubio. Otro nos informa, como si no lo supi¨¦ramos ya, de que la carrera de Demi Moore est¨¢ hecha unos zorros. El de m¨¢s all¨¢, ni me acuerdo de con qui¨¦n la tomaba. Nuria los escucha a todos con cara de estar construyendo mentalmente la lista de la compra, pero a ellos les da igual, pues han decidido que lo que explican tiene mucho inter¨¦s.
Acto seguido viene la piece de r¨¦sistance, una entrevista (?en profundidad, por supuesto!) con el gran Jesul¨ªn de Ubrique. Todos conocemos a Jesul¨ªn y sabemos de su r¨²stico gracejo, pero como no columbramos qu¨¦ le depara el futuro al torero y nos morimos de ganas de saberlo, ?verdad?, pues aparece Octavio Aceves (que cada d¨ªa recuerda m¨¢s al inolvidable Pee Wee Herman) y le predice un porvenir pistonudo. A falta de ropa interior, un elemento demasiado vulgar para un programa tan fino como ¨¦ste, las se?oritas del p¨²blico lanzan flores al matador.
Luego viene el concurso, claro. Y una se?ora se embolsa 10.000 pesetas por averiguar que el autor de la frase inmortal "?Soy un im¨¢n sexual!" es Paco Porras...
Llev¨¢bamos una hora y media de programa y no s¨¦ ustedes, pero yo ya no pod¨ªa m¨¢s de tantas emociones, tantas novedades y tanta diversi¨®n. ?L¨¢stima que se hubiera acabado ya el documental de fieras de La 2!
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