"La mitad de ataques cardiacos no presenta factores de riesgo"
La lucha contra los factores de riesgo cardiovascular (colesterol alto, hipertensi¨®n, tabaquismo, obesidad, diabetes y sendentarismo) emprendida hace unos 15 a?os ha reducido la tasa de enfermedades vasculares, pero no ha conseguido que este grupo de patolog¨ªas deje de ser la primera causa de mortalidad en el mundo occidental, seg¨²n el cardi¨®logo brit¨¢nico de origen indio Sandeep Gupta.Seg¨²n Gupta, en un porcentaje que oscila entre el 50% y el 60% de los episodios coronarios (angina de pecho, infarto de miocardio y muerte s¨²bita), "no es posible identificar como responsable a ninguno de los factores de riesgo conocidos". Considera que otros factores, gen¨¦ticos y diet¨¦ticos, tambi¨¦n pueden estar implicados, adem¨¢s de la presencia de la bacteria Clamydia pneumoniae. "No obstante", aclara, "s¨®lo llevamos cinco a?os investigando la relaci¨®n entre este microorganismo y el infarto y por el momento los datos son contradictorios".
Gupta, de 36 a?os, trabaja como cardi¨®logo en los hospitales Whipps Cross y Saint Bartholomew, de Londres, y lleva desde 1995 estudiando la posible relaci¨®n entre la enfermedad coronaria y dicha bacteria. "Hay estudios positivos", dice, "que s¨ª revelan la relaci¨®n entre la bacteria y la enfermedad coronaria, y otros negativos, que desmienten esa hip¨®tesis".
La primera de las investigaciones desarrolladas por este experto sobre 220 pacientes que hab¨ªan sufrido un infarto demostr¨® en los 18 meses de seguimiento el grupo control present¨® m¨¢s complicaciones cardiacas que el grupo tratado con el antibi¨®tico azitromicina.
Actualmente Gupta, que ha viajado a Madrid para participar en una reuni¨®n cient¨ªfica organizada por el servicio de Microbiolog¨ªa del hospital Universitario de La Princesa, colabora en el estudio Wizard, que incluye 7.500 pacientes con antecedentes de episodios coronarios de Estados Unidos y varios pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a.
Este trabajo, que se emprendi¨® en 1997 y finalizar¨¢ en 2002, es uno de los m¨¢s ambiciosos de los que se est¨¢n realizando en todo el mundo con profilaxis antibi¨®tica para prevenir un segundo infarto.
Para 2005, seg¨²n Gupta, se dar¨¢n a conocer los resultados de todos los estudios, que incluyen un total de 16.000 pacientes y "entonces se dispondr¨¢ de m¨¢s datos para poder comprobar la eficacia del tratamiento con antibi¨®ticos en prevenci¨®n secundaria, es decir, se sabr¨¢ si puede reducir o eliminar el riesgo, que se cifra en un 80% de posibilidades, de que estos pacientes sufran un segundo evento coronario".
A juicio de este cardi¨®logo, se deben tomar con "paciencia y cautela estas investigaciones, que pueden revolucionar el tratamiento del infarto, evitando sufrimiento y costes, puesto que reducir¨ªan los procedimientos de cirug¨ªa cardiaca". Sin embargo, insiste, "se necesita tiempo para llegar a demostrar sin lugar a dudas la relaci¨®n entre la bacteria y la enfermedad coronaria".
El especialista brit¨¢nico admite que tanto la comunidad cient¨ªfica como la prensa y la poblaci¨®n general demandan resultados inmediatos, pero recuerda que para confirmar la implicaci¨®n del Helicobacter pylori en la ¨²lcera de est¨®mago se necesitaron 10 a?os.
La Clamydia pneumoniae, perteneciente al g¨¦nero de las clamidias, es una cepa muy joven, ya que su conocimiento data de principios de los ochenta. Es responsable de infecciones que afectan al aparato respiratorio, tanto de las v¨ªas altas (nariz, garganta) como de las bajas (pulmones y bronquios) y puede causar desde un simple catarro hasta una neumon¨ªa mortal. Se transmite por v¨ªa a¨¦rea de persona a persona y tambi¨¦n puede infectar al ser humano sin generar ning¨²n proceso infeccioso detectable, hasta el punto de que los expertos consideran que la infecci¨®n asintom¨¢tica por este microorganismo es la m¨¢s frecuente y que la mitad de la poblaci¨®n mundial ha tenido de una manera u otra contacto con la bacteria.
Seg¨²n Gupta, esta bacteria tiende a mantenerse en las c¨¦lulas de los alveolos respiratorios y despu¨¦s puede emigrar a las paredes arteriales, principalmente a las coronarias, llamadas as¨ª porque rodean el coraz¨®n a modo de corona. "De este modo", explica, "encontramos la bacteria en el endotelio o pared interna de los vasos sangu¨ªneos y entonces se pone en marcha un complejo mecanismo por el que se generan una serie de fen¨®menos inflamatorios que acaban lesionando la pared endotelial. Va apareciendo as¨ª un proceso de arterioesclerosis, que causa una placa de ateroma, sustancia que a su vez va reduciendo la luz del vaso hasta poder llegar a ocluirlo".
Aunque se observa que esta bacteria "tiene algo que ver con muchos casos de enfermedad coronaria, y que se dispone del antibi¨®tico para combatirla eficazmente, todav¨ªa no est¨¢ claro en qu¨¦ situaciones hay que emprender la terapia", a?ade Gupta.
Los primeros estudios epidemiol¨®gicos que empezaron a asociar esta bacteria con los episodios coronarios se realizaron en Finlandia en los a?os ochenta.
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