La alianza CiU-PP muestra su buena salud y derrota las enmiendas de la izquierda al presupuesto

El proyecto de presupuesto de la Generalitat para 2001 super¨® ayer sin problemas el debate de las enmiendas a la totalidad planteadas por los tres partidos de la izquierda. El debate sirvi¨® para mostrar, adem¨¢s, el buen funcionamiento de la alianza entre CiU y el PP. El consejero de Econom¨ªa, Artur Mas, present¨® la gran novedad de este presupuesto, el d¨¦ficit cero, como fruto maduro de una orientaci¨®n adoptada en 1993. Los diputados que hablaron en nombre de la izquierda, Josep Huguet (ERC), Rafael Rib¨® (IC-V) y Joaquim Nadal (PSC), coincidieron en restar credibilidad al equilibrio presupuestario, calific¨¢ndolo de "maquillaje" contable, y en la insuficiencia de las inversiones.

El consejero Mas atribuy¨® a la bonanza econ¨®mica el hecho de poder presentar un presupuesto con todas las virtudes imaginables: aumento de la inversi¨®n, mantenimiento del gasto y equilibrio entre gastos e ingresos. El equilibrio presupuestario era tambi¨¦n, sin embargo, una exigencia del PP, como se encarg¨® de recordarle amigablemente a Mas la diputada conservadora Dolors Nadal. As¨ª fue posible sumar los 67 votos de CiU y el PP, frente a los 66 del PSC-Ciutadans pel Canvi, ERC e Iniciativa-Verds para derrotar las tres enmiendas a la totalidad.La portavoz del PP exigi¨® a Mas el compromiso de que en los pr¨®ximos meses presentar¨¢ al Parlament un proyecto de ley para garantizar el equilibrio presupuestario. M¨¢s acept¨® la exigencia, pero la condicion¨® a que el Gobierno central presente primero su anunciado proyecto de bases. El PP tambi¨¦n exigi¨® que en los sucesivos tr¨¢mites parlamentarios CiU acepte una serie de enmiendas a inversiones de detalle. Esto permite un aumento del 7,5% en el volumen del presupuesto, que alcanza 2,5 billones de pesetas. El endeudamiento nuevo asciende a 22.000 millones y la deuda acumulada de la Generalitat suma 1,62 billones, pero la izquierda la acusa de ocultar parte de la deuda y sostiene que ¨¦sta llega ya a los dos billones.

Mas respondi¨® a esta acusaci¨®n indicando que el Gobierno catal¨¢n s¨®lo est¨¢ obligado a computar la deuda en los t¨¦rmicos exigidos por la Uni¨®n Europea. "Si los dem¨¢s no computan toda su deuda, nosotros tampoco tenemos por qu¨¦ hacerlo", dijo. El pago de esta deuda supone el 7% de los ingresos previstos para el a?o 2001.

Lo primero que cuestiona la izquierda es la credibilidad del proyecto, porque el Gobierno catal¨¢n est¨¢ habituado a unas desviaciones presupuestarias en ocasiones del 50%. Joaquim Nadal recurri¨® a una reciente afirmaci¨®n del vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Rodrigo Rato: "El incumplimiento de un presupuesto hace poco cre¨ªble el siguiente". El diputado socialista dijo del proyecto que es "opaco, anodino e irrelevante" y que "no est¨¢ orientado a favorecer la nueva econom¨ªa".

Los dos aspectos que m¨¢s duramente criticaron los defensores de las tres enmiendas de retorno fueron el "maquillaje" contable realizado para conseguir el d¨¦ficit cero y la insuficiencia de las inversiones, que no alcanzan los 200.000 millones de pesetas, y aun con lagunas acerca de su financiaci¨®n. Todos criticaron pr¨¢cticas como la venta de edificios que luego la propia Generalitat alquila, la venta de patrimonio de la Corporaci¨®n Catalana de Radio y Televisi¨®n (CCRTV) para enjugar parte de su deuda y la end¨¦mica incapacidad del Gobierno de CiU para controlar los gastos corrientes.

Rib¨® destac¨® que algunas comunidades aut¨®nomas, como Madrid, Galicia y Andaluc¨ªa, invierten m¨¢s que la Generalitat, tanto en cifras absolutas como relativas. Lo que en Catalu?a son 30.000 pesetas por habitante para el a?o 2001, son 90.000 en Galicia, 60.000 en Andaluc¨ªa y 70.000 en Valencia, explic¨®.

Esta insuficiencia inversora permiti¨® a Huguet insistir en que el Gobierno de CiU y el mal sistema de financiaci¨®n auton¨®mica han convertido a Catalu?a en "un pa¨ªs de peaje". Cada catal¨¢n aporta cada a?o 3,3 millones a la Hacienda espa?ola y ¨¦sta le retorna uno, explic¨®. Eso significa, a?adi¨®, "que la diferencia sirve para pagar las autov¨ªas gratuitas en el resto de Espa?a mientras en Catalu?a se paga peaje en las autopistas".

Mas defendi¨® el proyecto argumentando que las inversiones "quiz¨¢ son insuficientes, pero crecen un 14%" respecto a 2000 y sostuvo que los gastos corrientes est¨¢n estabilizados y que el ¨²nico crecimiento significativo de personal que se prev¨¦ es el de la polic¨ªa auton¨®mica.