"Lo queremos todo"
Independencia econ¨®mica y autonom¨ªa personal, trabajo, buena imagen, pareja, maternidad y vida sexual. Las mujeres de entre 25 y 35 a?os de clase media urbana lo quieren todo, y dedican su esfuerzo en compatibilizar todas estas aspiraciones. Una ambici¨®n que a veces crea frustraci¨®n, seg¨²n el libro Las mujeres j¨®venes en Espa?a presentado ayer por la Fundaci¨®n La Caixa y dirigido por la catedr¨¢tica de sociolog¨ªa In¨¦s Alberdi. Como recoge un testimonio del informe: "No puedes ser un 10 en todo. Yo me conformo con ser un 7".La amplitud de metas afecta a lo que el texto llama "un yo polifac¨¦tico y vers¨¢til". Un aspecto que se opone, dicen las autoras, a unas identidades definidas no como mujeres, sino como "madre de", "esposa de" o "amante de". Pese a ello, el estudio recoge numerosas menciones y comparaciones con la identidad masculina: "Me gusta la idea de tener varias parcelas de las que se nutre mi vida... los hombre s¨®lo tienen una"; "los hombres son m¨¢s planos"; o, m¨¢s tajante: los hombres "son la distancia m¨¢s corta entre dos puntos".
Pero pese a su avance, las mujeres "no conciben, ni desean, una generaci¨®n de hombres d¨¦biles", y les da miedo la inversi¨®n de papeles, afirma el estudio: "Vamos a crear hombres beb¨¦s, que ya lo son, y encima dependientes", dice una de las encuestadas.
Las mujeres j¨®venes "est¨¢n capitalizando los beneficios" de lo conseguido por sus madres, se?ala Pilar Escario, psic¨®lga y coautora del trabajo. Escario resalta la "falta de grandes objetivos" entre las entrevistadas. "Muchas de ellas incluso rechazan el feminismo. En ning¨²n caso hemos o¨ªdo propuestas de cambiar el mundo, como las que hac¨ªamos las feministas hace a?os", destaca la psic¨®loga. "Intentan llevar a sus vidas los derechos que sus madres consiguieron, pero no pudieron realizar en sus casas", se?ala Alberdi.
En la misma l¨ªnea, Natalia Matas, colaboradora de las anteriores, resalta uno de los comentarios recogidos en el libro: "Es lo que nos faltaba. Adem¨¢s, tener que tener objetivos". Un "adem¨¢s" que se refiere a la lucha para conseguir sus nuevas metas: rechazo del estereotipo de mujer dependiente del hombre y centrada en el hogar; b¨²squeda de la independencia como un objetivo indiscutible; conquista de la autonom¨ªa en sus relaciones, tanto de amistad como de pareja. Y tienen muchas quejas que plantear, tanto a la sociedad como a sus parejas masculinas -"los hombres no se implican en el cuidado de los hijos", dice el informe-.
El alejamiento de las posturas maternas es claro en el aspecto sexual. "Las relaciones se han desdramatizado, son m¨¢s libres y con menos compromisos", sostienen las investigadoras. Aun as¨ª, "las relaciones de pareja son algo fundamental e important¨ªsimo, pero se configuran de forma diversa". Por eso, "es muy frecuente tener pareja viviendo cada uno en casa de los padres, lo que les permite ser muy independientes en su vida cotidiana", afirman.
En contra de lo que podr¨ªa deducirse de la baja natalidad espa?ola, "la maternidad sigue teniendo un valor muy elevado", se?ala Alberdi, pero es muy dif¨ªcil de compatibilizar con el trabajo. Por eso, las mujeres deciden que con tener s¨®lo un hijo "ya han tenido una experiencia suficiente de maternidad".
El estudio se ha realizado mediante entrevistas a 64 mujeres "representativas" de Madrid y Barcelona, y es un indicador de las tendencias de un grupo que es la "avanzadilla de los cambios y transformaciones de que se podr¨¢n beneficiar m¨¢s tarde el colectivo femenino": una generaci¨®n "poco reivindicativa", con un "perfil de seguridad y moderaci¨®n", consciente del gran avance que han protagonizado respecto a sus madres y que saben que son "un modelo de transici¨®n hacia un modelo nuevo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.