Un toque m¨ªstico
Comenz¨® a domesticar los dedos entre las harinas de la tahona paterna de Sanl¨²car de Barrameda (C¨¢diz) hasta que, a los 14 a?os, se incorpor¨® a la compa?¨ªa de Pepe Marchena como guitarrista. No ha dejado de acariciar cuerdas ni de cultivar sus manos ni de vivir cerca del Guadalquivir. Manuel Mu?oz Alc¨®n naci¨® en 1943 en un universo dom¨¦stico delimitado por el amor al flamenco y la producci¨®n de panes.El proselitismo paterno (Isidro Sanl¨²car era panadero y guitarrista), sumado al ambiente flamenco que inundaba la tahona con las idas y venidas de cantaores y guitarristas, resultar¨ªa a la postre de suma eficacia. Tambi¨¦n sus hermanos ?vora e Isidro acabar¨ªan inclin¨¢ndose hacia la m¨²sica. Isidro es uno de los art¨ªfices del disco Locura de brisa y trino, el trabajo por el que Manolo Sanl¨²car acaba de recibir el Premio Nacional de M¨²sica 2000, que concede el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte.
Sobre algunos poemas poco conocidos de Federico Garc¨ªa Lorca, la voz de Carmen Linares, la percusi¨®n de Tino di Geraldo y la guitarra de su hermano Isidro, Manolo Sanl¨²car dio forma a un trabajo que le martilleaba en las sienes desde hace 20 a?os.
Un indicador m¨¢s de la naturaleza tenaz, porfiada y meticulosa del artista, que estudi¨® m¨²sica de mayor para suplir su falta de formaci¨®n te¨®rica y aprehender el orden interno del flamenco, sobre el que tiene una inusual teor¨ªa. "La m¨²sica es matem¨¢ticas. El flamenco, tambi¨¦n. Incluso el m¨¢s intuitivo, el m¨¢s tradicional, el m¨¢s tribal, est¨¢ dentro de un sistema y tiene su orden", dec¨ªa en una entrevista el pasado febrero.
Considerado uno de los grandes creadores del flamenco junto a Paco de Luc¨ªa y Enrique Morente, los entendidos destacan su intuici¨®n, t¨¦cnica, pellizco y sentimiento, pero tambi¨¦n el hecho de que m¨¢s de dos d¨¦cadas de carrera le han convertido en un sabio music¨®logo, capaz de escribir en pentagramas sus composiciones y discutir sobre series de sonidos musicales con sumo desparpajo.
El tocaor abandona Sanl¨²car lo justo. En el mundillo se da por cierta la leyenda de que siempre regresa a dormir a su casa, salvo manifiestas imposibilidades de espacio y tiempo. En su casa -llamada Caballo negro, como uno de sus discos recopilatorios- ha compuesto Locura de brisa y trino, ajeno al mundo real. Es Ana, su esposa y novia de toda la vida, la encargada de recordarle que debe comer para sobrevivir. Cuando necesita desahogarse y desconectar del flamenco, escucha jazz o m¨²sica cl¨¢sica y, en los ¨²ltimos tiempos, ha descubierto el poder relajante de la horticultura en una peque?a parcela donde planta tomates, patatas y dem¨¢s.
Desde que public¨® su primer disco en solitario en 1972 (la antolog¨ªa Mundo y formas de la guitarra flamenca), ya curtido en el tablao madrile?o de Las Brujas, el tocaor no ha dejado de indagar y ampliar los l¨ªmites del flamenco con especial dedicaci¨®n en la conexi¨®n con la m¨²sica sinf¨®nica. Cre¨® Medea y Sole¨¢ para un ballet que recorri¨® medio mundo y, sobre una idea de Lebrijano, ha compuesto una especie de ¨®pera flamenca, que no se ha estrenado.
Sanl¨²car, uno de los protagonistas de la pel¨ªcula Flamenco, del director Carlos Saura, desprende un aire m¨ªstico y melanc¨®lico, que se acent¨²a en sus intervenciones p¨²blicas con su afici¨®n a vestir de negro. Detesta las corbatas y los saraos del mundillo. Adora, sin embargo, la pintura andaluza del siglo XIX, poner nombre de mujer a las guitarras y cultivar los lazos del clan familiar. Es, tambi¨¦n, pel¨ªn hipocondr¨ªaco. Cuando su ¨²nico hijo era peque?o, su esposa y ¨¦l jam¨¢s viajaban en el mismo avi¨®n. Por si acaso.
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