Sin luz al final del t¨²nel
Cuando ?lvaro confiaba en volver a jugar tras cuatro a?os de lesi¨®n, un accidente de tr¨¢fico amenaza con truncar de nuevo su carrera
Una maldici¨®n le persigue. ?lvaro sigue siendo uno de los jugadores con menos suerte del f¨²tbol espa?ol. Ahora que el delantero del Real Madrid volv¨ªa a ver la luz al final del t¨²nel, tras una importante lesi¨®n de rodilla que le hab¨ªa mantenido fuera de los terrenos de juego durante cuatro a?os, un accidente de coche puede terminar con las pocas posibilidades que ten¨ªa de volver a jugar.Ocurri¨® el pasado 26 de noviembre. ?lvaro volvi¨® a romperse una maltrecha rodilla izquierda. La diferencia es que esta vez no ha sido un lance de un partido sino la carretera lo que le obliga a visitar por en¨¦sima vez un quir¨®fano. El madridista ha sufrido una fisura de peron¨¦, una rotura de ligamento cruzado y un esguince en el ligamento lateral izquierdo que le mantendr¨¢n en el dique seco alrededor de seis o siete meses. Por el momento, el joven jugador permanecer¨¢ inmovilizado hasta la pr¨®xima semana, cuando ser¨¢ operado de nuevo por Alfonso del Corral.
La plantilla del Madrid, durante su estancia en Tokio, supo la noticia del accidente de ?lvaro, pero nadie quiso desvelar lo que hab¨ªa ocurrido. Y es que todos su compa?eros, conscientes de los malos momentos por los que est¨¢ pasando el jugador, le mostraron todo su apoyo y decidieron respetar el secreto que ?lvaro deseaba guardar.
Es la suya una de esas historias que descubren la parte m¨¢s amarga del f¨²tbol. Se resume en la vida de un muchacho que lucha con todas sus fuerzas por hacer lo que m¨¢s le apasiona en la vida, jugar al f¨²tbol, pero que una serie de desprop¨®sitos le alejan cada vez m¨¢s de ese sue?o.
El origen de esta carrera deportiva marcada por el infortunio se sit¨²a en el 12 de noviembre de 1996. Esa noche, ?lvaro sufri¨® la temida triada en un partido de la selecci¨®n sub 21 frente a Eslovaquia. El joven extremo corr¨ªa la banda del c¨¦sped del Insular de Las Palmas y al apoyar el pie not¨® un crujido en su pierna izquierda. En ese preciso instante supo que la lesi¨®n era seria, pero nunca imagin¨® el infierno que le esperaba. "Esa noche llor¨¦, al darme cuenta de que estaba en un buen momento y de que hab¨ªa tirado por la borda toda la temporada", asegura el jugador del Madrid. "Pero nunca sospech¨¦ que esta lesi¨®n pod¨ªa poner en peligro toda mi carrera deportiva", a?ade.
?lvaro Benito Villar llegaba a la selecci¨®n como uno de los j¨®venes con m¨¢s futuro del f¨²tbol espa?ol. Ten¨ªa 19 a?os y Jorge Valdano le hab¨ªa dado la temporada anterior su primera oportunidad en Primera Divisi¨®n. El joven jugador debut¨® frente al Sporting de Gij¨®n una noche de noviembre de 1995. Junto a Ra¨²l y V¨ªctor era la savia nueva que necesitaba un equipo cada vez m¨¢s plagado de viejas glorias. Adem¨¢s, en la siguiente temporada, ya con Fabio Capello en el banquillo, hab¨ªa jugado seis partidos como titular y se hab¨ªa hecho con un puesto en el equipo.
A veces, todav¨ªa se pregunta qu¨¦ hubiera sido de ¨¦l si esa noche no se hubiera lesionado. Y mira con recelo a jugadores de su quinta como Ra¨²l y Guti que ya han alcanzado la gloria. El joven jugador confiesa que al principio de su lesi¨®n le costaba mucho ver los partidos del Madrid. "Pas¨¦ un verdadero trauma hasta que pude ir los domingos al Bernab¨¦u". Pero reconoce que cuando m¨¢s has sufrido ha sido en las dos finales que gan¨® el Madrid en la Copa de Europa y en la Intercontinental contra el Vasco de Gama. "Los peores momentos los he pasado en los partidos importantes al querer estar en el campo con tus compa?eros sobre todas las cosas y no poder compartir esa alegr¨ªa que ellos est¨¢n sintiendo y que yo, por ahora, nunca he experimentado".
Con sorprendente entereza, apenas horas despu¨¦s del accidente de tr¨¢fico que amenaza con truncar una vez m¨¢s su carrera, ?lvaro se resigna: "Es un contratiempo m¨¢s en mi vida y no me queda m¨¢s remedio que aceptarlo". Id¨¦ntica entereza a la que demostraba d¨ªas antes del suceso, cuando explicaba a EL PA?S el calvario por el que ha pasado estos a?os. El joven jugador recordaba las cinco intervenciones quir¨²rgicas, tres de ellas en Estados Unidos, interminables sesiones de rehabilitaci¨®n, una corta cesi¨®n en el Tenerife y la angustia de una recuperaci¨®n que no llega. Y es que los seis o siete meses que le auguraron los m¨¦dicos en un primer momento se convirtieron en 4 largos a?os. "Haces ejercicios y te esfuerzas al m¨¢ximo, pero ves que nada de eso vale. Esa sensaci¨®n es desesperante. Sientes una gran impotencia", se lamentaba el jugador, que todav¨ªa no acierta a comprender c¨®mo su carrera deportiva se ha podido complicar de ese modo.
Durante esos a?os la pasi¨®n de ?lvaro por el f¨²tbol lleg¨® a quedar en segundo plano cuando los m¨¦dicos le advirtieron de que corr¨ªa el peligro de no poder llevar una vida normal en el futuro. Por si fuera poco, cab¨ªa la posibilidad de que quedase artr¨®sico al cabo de unos a?os. De esta forma, ?lvaro pasaba en poco tiempo de ser una de las m¨¢s brillantes promesas del f¨²tbol espa?ol a ser un joven que no pod¨ªa estar de pie m¨¢s de diez minutos sin que se le inflamase la rodilla. "No pod¨ªa andar ya que sufr¨ªa unos fuertes dolores. He tenido que estar muchos meses en casa tumbado con muchas molestias y, claro est¨¢, con el ¨¢nimo por los suelos", recordaba el jugador blanco. "Yo quer¨ªa ser un chico normal que pudiese pasear cuando quisiera".
Pero lejos de perder la esperanza, ?lvaro confes¨® que so?aba cada d¨ªa con volver a ponerse las botas de f¨²tbol. "Tengo que volver a jugar. Estoy entregado en cuerpo y alma a la rehabilitaci¨®n y esto va a salir bien. Siempre he tenido claro que ten¨ªa que haber una soluci¨®n a mi problema y que m¨¢s tarde o m¨¢s temprano me iba a encontrar en condiciones para volver a jugar al f¨²tbol".
Tres d¨ªas antes del fat¨ªdico accidente, sin saber lo que le deparaba una suerte cada vez m¨¢s esquiva ?lvaro lanzaba un deseo al aire: "Quiero que se vuelva a hablar de m¨ª, pero esta vez porque haya empezado a entrenarme y siempre pensando en la lesi¨®n como algo definitivamente pasado". Iron¨ªas del destino.
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