El Supremo de Italia aclara el fallo sobre intereses "usureros"
Un acuerdo privado
El Tribunal Supremo italiano intervino ayer en la pol¨¦mica sobre los intereses "usureros" cobrados por muchos bancos, desatada a ra¨ªz de una sentencia del alto tribunal. El secretario adjunto del Supremo, Alfio Finocchiaro, explic¨® que el fallo de la secci¨®n civil ha sido malinterpretado y todo el episodio "es susceptible de aclaraciones". Seg¨²n Alfio, la sentencia no dice que sean nulos los intereses fijados por los bancos, cuando vulneran la ley anti-usura de 1996, sino que se limita a precisar que dicha ley es aplicable tambi¨¦n a los intereses acordados con anterioridad a la entrada en vigor de esta ley.
Las espadas siguen en alto entre las asociaciones de consumidores y algunos partidos pol¨ªticos de la izquierda, de un lado, y la poderosa asociaci¨®n de banqueros italianos de otro, a la que dio un apoyo t¨¢cito el lunes el gobernador de la Banca de Italia, Antonio Fazio, al cuantificar el impacto econ¨®mico de la sentencia, que podr¨ªa superar los cuatro billones de pesetas.
Todo apunta a que el Ejecutivo italiano, cogido entre la espada y la pared, entre sus deseos de complacer a la opini¨®n p¨²blica (sobre todo en una fase pre-electoral) y la necesidad de proteger el sistema financiero nacional, se las arreglar¨¢ para incluir una enmienda en la ley de Presupuestos que est¨¢ a punto de votar el Parlamento.
De este modo, podr¨ªa, seg¨²n los expertos, darle la vuelta a la sentencia, aunque la matizaci¨®n del magistrado Finocchiaro apunta ya un camino de acuerdo entre las partes. El diputado del partido de Los Verdes, Paolo Conte, critic¨® duramente la intervenci¨®n de Fazio y pidi¨® al Ejecutivo que no intervenga en este caso en contra de los derechos de los ciudadanos. Otro tanto han hecho las asociaciones de consumidores.
La ley anti-usura de 1996, que entr¨® en vigor en 1997, no ha evitado que muchos italianos de a pie, algunos de ellos peque?os empresarios, hayan tenido que negociar pr¨¦stamos a inter¨¦s fijo muy por encima de la actual media oficial del 9,7%. Para los bancos, se trata de un acuerdo privado con el cliente que asume ya el riesgo de que los bandazos del mercado hagan bajar los intereses muy por debajo de los que ¨¦l paga. Sin embargo, la tesis de la asociaci¨®n de consumidores Adusbef, es distinta. A su juicio, los pr¨¦stamos de este tipo deber¨ªan negociarse con una clausula de renegociaci¨®n que corrigiera las diferencias excesivas. El abogado Roberto Vasalle, que combate desde hace a?os contra los abusos del sistema bancario, conden¨® el "alarmismo" del gobernador Fazio, quien eleva a m¨¢s de cuatro billones de pesetas la suma que tendr¨ªan que desembolsar las entidades de cr¨¦dito, caso de hacerse efectiva la sentencia de manera amplia; es decir, si hay que devolver a los clientes el total de las sumas pagadas al banco. Para Vasalle, dicha suma esconde una especulaci¨®n a espaldas de los consumidores, porque los institutos de cr¨¦dito han renegociado ya las obligaciones estipuladas a cuenta de los pr¨¦stamos, mientras siguen cobrando intereses de usura.
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