C¨¢diz capital acumula un d¨¦ficit de 12.665 de plazas de aparcamiento
Si se mira de trav¨¦s y desde abajo, el casco urbano de C¨¢diz se asemeja a un queso gruy¨¨re. Cualquier radiograf¨ªa no har¨¢ m¨¢s que confirmar el proceso paulatino de vaciado a que se ha ido sometiendo al subsuelo de la ciudad desde hace d¨¦cadas. El escaso t¨¦rmino municipal, de 2,5 kil¨®metros cuadrados, para una poblaci¨®n de 140.000 habitantes ya ofrece dificultades y provoca asfixias en lugares como la Segunda Aguada o zonas de La laguna, donde se registran los mismo ¨ªndices de habitabilidad que en Hong Kong.
Pero el problema de espacio urbano m¨¢s relevante del siglo es el del parque m¨®vil, porque, respecto a la poblaci¨®n, ha descendido al nivel de comienzos de los setenta. La ciudad tiene registrados 46.000 turismos, a los que hay que sumar y restar otros cuantos miles que llegan y se marchan cada d¨ªa. En cambio, s¨®lo hay plazas para 33.535, de las cuales 21.515 se sit¨²an en la v¨ªa p¨²blica. Es una cuesti¨®n matem¨¢tica: hay un d¨¦ficit de 12.665 plazas de aparcamiento.Todas las corporaciones municipales, los particulares y los promotores urban¨ªsticos se han dedicado desde hace d¨¦cadas a buscar un boquete donde construir un subterr¨¢neo, una labor plagada de dificultades si a la escasez de suelo se a?ade la omnipresencia del mar -que pone el list¨®n fre¨¢tico muy cerca de la superficie- y la elevada concentraci¨®n de restos arqueol¨®gicos en una ciudad con 3.000 a?os de existencia.
Sin embargo, construir aparcamientos, venderlos o alquilarlos es un buen negocio. En el casco antiguo las plazas de aparcamiento m¨¢s sencillas -limitadas por dos rayas pintadas en el suelo- superan los cuatro millones de pesetas. En el paseo mar¨ªtimo, se venden por medio mill¨®n menos.
En la mesa de Jos¨¦ Blas Fern¨¢ndez, teniente de alcalde de Hacienda y presidente de la Empresa Municipal de Aparcamientos (Emasa), se acumulan las peticiones de comunidades de vecinos para que se construyan subterr¨¢neos. "El parque automovil¨ªstico es, proporcionalmente, uno de los mayores de Espa?a. El problema es que ahora hay muchas familias con dos coches, el nuevo lo guardan en el garaje y el viejo lo dejan en la calle. Y es imposible que la ciudad siga sumando coches", explica.
Por eso, en la actualidad, hay en marcha siete proyectos de aparcamientos subterr¨¢neos en la ciudad, de los que cuatro ya est¨¢n en construcci¨®n. Los siete nuevos establecimientos aportar¨¢n 3.300 nuevas plazas, un n¨²mero a¨²n insuficiente para absorber la demanda. El problema es que la ciudad cada vez est¨¢ m¨¢s vac¨ªa en su interior y los huecos disponibles son ya escasos. Emasa, Goncava y Parquigr¨¢n acometen los proyectos. Hab¨ªa dos iniciativas m¨¢s en el casco hist¨®rico pero quedaron descartadas, en especial el de la plaza de la Catedral, que pod¨ªa haber afectado a los pilares de madera del templo.
Hay una soluci¨®n de fondo planteada desde hace a?os: el Plan Intermodal de Transporte, un documento consensuado por todos los ayuntamientos de la Bah¨ªa, que apuesta por el transporte p¨²blico frente al privado, pero las administraciones s¨®lo han dado t¨ªmidos y te¨®ricos pasos en ese sentido. En cambio, la praxis es contundente: el ¨²nico acontecimiento de magnitud celebrado en la ciudad durante el que estuvo garantizada la circulaci¨®n y la fluidez del tr¨¢fico fue durante la Gran Regata col¨®n 92, cuando se prohibi¨® el acceso de los veh¨ªculos privados al casco urbano, para lo que se articul¨® un sistema de autobuses regulares que conectaban la periferia de la ciudad con el centro.
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