"Un creador debe tener hoy la responsabilidad de renovar"
De casta le viene al galgo. Eso es lo que podr¨ªa aplic¨¢rsele a Luis Mu?oz, un autor que naci¨® en un ambiente absolutamente propicio para la poes¨ªa (su primo es Luis Garc¨ªa Montero) y que fue llevado a la madurez de la mano de Rafael Alberti, con quien estuvo trabajando durante a?os. Su anterior trabajo, El apetito, tuvo una de las mejores acogidas de la cr¨ªtica, y su ¨²ltima obra, Correspondencias, ha nacido con dos millones y medio de pesetas de premio debajo del brazo. Es el reconocimiento del Centro de la Generaci¨®n del 27, de M¨¢laga, a su trabajo.Pregunta. ?Por qu¨¦ Granada da tantos poetas y, a juzgar por los premios, tan buenos?
Respuesta. Realmente no lo s¨¦. Es cierto que en Granada, en la historia reciente, hay casos muy llamativos. Y ya no se trata s¨®lo de escribir bien y tener oficio en la poes¨ªa, sino tambi¨¦n de abrir una brecha en la expresividad renovada. Quiero decir que, adem¨¢s de buenos poetas, son gente que ha sentido mucho la poes¨ªa.
P. ?Por qu¨¦ el t¨ªtulo de Correspondencias para su libro?
R. El t¨ªtulo es una declaraci¨®n de principios. Est¨¢ sacado de un soneto de Baudelaire. Y es una declaraci¨®n en el sentido de que, para m¨ª, la poes¨ªa es una propuesta de correspondencias, de relaciones entre diferentes elementos de la realidad, como pueden ser los sentidos, o la m¨²sica y las im¨¢genes, y las emociones y los sentimientos. Creo que la responsabilidad de un poeta es proponer relaciones, no ocultas, perso s¨ª poco visibles, entre los diferentes aspectos de la realidad.
P. ?Se aparta en este libro de la l¨ªnea que ven¨ªa manteniendo?
R. M¨¢s que apartarme, lo que hago es profundizar en lo que ya hab¨ªa hecho. He intentado, sobre todo, proponer una relectura de la tradici¨®n simbolista, un simbolismo que va de B¨¦cquer a Machado. Quer¨ªa conjugar la poes¨ªa de ese tiempo con la de mi propio tiempo. Uno de mis retos era producir en el lector de hoy los mismos efectos que a m¨ª me produc¨ªan esos poetas pero con distintos medios.
P. ?Un regreso a la tradici¨®n?
R. No exactamente. La tradici¨®n a veces se convierte en una roca que cierra la boca de la caverna. Lo que necesitamos es una tradici¨®n que nos permita respirar y renovarnos. Creo que la tradici¨®n, en la poes¨ªa, es casi como un autoservicio en el que vamos cogiendo lo que nos interesa para luego elaborar nuestro propio material. No he utilizado, por ejemplo, la m¨¦trica cl¨¢sica, pero s¨ª efectos sonoros que proceden de la tradici¨®n.
P. Ya ha pasado cierto tiempo desde la muerte de Rafael Alberti. ?C¨®mo lo valora ahora, desde esa distancia?
R. A m¨ª, Rafael Alberti me dio una lecci¨®n de vida impagable, y fue la capacidad de desarrollar un gusto ampl¨ªsimo por la poes¨ªa, por toda clase de poes¨ªa, de cualquier tipo. Me ense?¨® su falta de prejuicios a la hora de que te gustaran poetas no s¨®lo de otras est¨¦ticas, sino incluso contrapuestos. Esa falta de prejuicios, las ganas de leer absolutamente de todo, me la transmiti¨® Alberti.
P. Usted es menor que la generaci¨®n en la que se encuentran su primo, Luis Garc¨ªa Montero, o Javier Egea. Y detr¨¢s de usted viene una generaci¨®n de poetas muy j¨®venes. ?Se siente entre dos aguas?
R. No. Estoy en un grupo de poetas de mi edad, la que se ha venido a conocer como la Generaci¨®n del 99. Aunque m¨¢s que generaci¨®n habr¨ªa que llamarla hornada. Creo que en ella hay una mezcla interesante. Lo que s¨ª es cierto es que, aunque uno encuentra coincidencias con otros poetas de su edad, la creaci¨®n es completamente solitaria. Se escribe en soledad, y se escribe con la voz propia. Lo de agrupar a una serie de poetas es m¨¢s de cara al exterior, hacerlo por motivos pedag¨®gicos. Ah¨ª est¨¢ el caso de la Generaci¨®n del 27. ?Qu¨¦ ten¨ªan en com¨²n D¨¢maso Alonso con Cernuda? ?O Lorca con Aleixandre?
P. ?Cu¨¢l es el asunto en el que m¨¢s ha incidido en el ¨²ltimo libro?
R. En el tiempo. En el presente. En la idea de que todo lo que nos ocurre, nos ocurre en presente, y que m¨¢s all¨¢ del ahora no hay nada, s¨®lo vac¨ªo. Esa inmediatez en la poes¨ªa es una de sus mayores facultades. Cuando leemos un poema lo estamos haciendo puro presente. Y cuando lo escribimos. A veces reflexiono sobre ello releyendo a viejos poetas, a poetas de otro tiempo. Al leerlos, los traemos a nuestro propio tiempo. El presente entonces se convierte en un punto de encuentro entre lo pasado y lo porvenir.
P. ?Cu¨¢l cree que es la funci¨®n de un poeta hoy?
R. M¨¢s que la funci¨®n, es la responsabilidad. Un poeta, un creador, debe tener hoy la responsabilidad de renovar. Una renovaci¨®n responsable y una responsabilidad renovadora.
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