"?Por qu¨¦ has arriesgado tanto?"

El Palau se liber¨® con un grito desgarrado de tant¨ªsima tensi¨®n acumulada, de tanto sufrimiento con las tres bolas perdidas antes, mientras el equipo espa?ol se rebozaba en la tierra formando una pir¨¢mide humana. ?lex Corretja alz¨® en sus hombros a Juan Carlos Ferrero y le acerc¨® hasta el palco para que diera la mano a los Reyes. Luego, al verse en el suelo, el ganador del punto decisivo corri¨® lloroso hasta el palco de su familia. All¨ª le aguardaban su abuela, su t¨ªa, sus hermanas Ana y Laura, sus cu?ados y su padre, Eduardo, el hombre que m¨¢s sabe de su car¨¢cter de hielo y con quien se fundi¨® en un abrazo. "?Por qu¨¦ has arriesgado tanto?", le reproch¨® con cari?o trasladando el sentir de los 12.000 aficionados que temieron que la resistencia de Lleyton Hewitt fuera infinita. "Se la ha jugado y ha salido bien", coment¨® despu¨¦s.Una bola, dos, tres, la cuarta... Y la apoteosis. No habr¨ªa sido humano un quinto partido. El Palau resisti¨® al l¨ªmite de lo posible tres horas y 36 minutos. De la euforia de los dos sets iniciales a la angustia del tercero y la explosi¨®n del cuarto. Abrazos, l¨¢grimas, botes... La Ensaladera, testigo de tres d¨ªas extremos, se queda en casa. El p¨²blico, liberado ya, pas¨® del "?campeones, campeones!" a gritar "?Australia, Australia!". Los aussies, que respondieron con un "?Espa?a, Espa?a!", acabaron regalando sus canguros de pl¨¢stico. La ceremonia de clausura rebos¨® euforia y al principio falta de respeto: el catal¨¢n, que se us¨® al igual que el ingl¨¦s y el castellano, fue abucheado. Ni se oy¨®. Jordi Pujol, el presidente de la Generalitat catalana, lanz¨® luego un dardo: "?ste es un triunfo de todos los catalanes".

El Rey no bot¨® como le ped¨ªa el Palau, pero hizo un gui?o ladeando las caderas. Y luego se abraz¨® a Duarte, Ferrero, Balcells y departi¨® con Rafter, Hewitt y Newcombe. "Felicito a Espa?a; los esperamos la pr¨®xima vez sobre hierba", avis¨® con simpat¨ªa el capit¨¢n aussie.

Duarte reclam¨® a todo el G-4 e hizo el mejor homenaje a la magn¨ªfica y ayer emocionada generaci¨®n de los 60. "Con otro reglamento tambi¨¦n habr¨ªan ganado", dijo aludiendo a que la final de la Davis siempre se disputaba en la pista del campe¨®n vigente. Despu¨¦s, las fotos para la historia, las mangueras de cava, los tenistas con el micro dando gracias al p¨²blico, la canci¨®n Sobrevivir¨¦, interpretada en directo por Gloria Green, y la invasi¨®n final de la pista por los aficionados que abri¨® paso a una fiesta que empez¨® con una cena de gala con los Reyes.