Las fuentes de la suerte
Un antiguo vivero forestal, repoblado con pinos y cipreses, se convierte en el primer parque periurbano de Almer¨ªa
Beber del chorillo que ofrecen alguna de las dos peque?as fuentes que ornamentan la fachada del mercado de abastos de Berja (Almer¨ªa) no es cuesti¨®n balad¨ª. Un sorbo del agua que sale de unas ¨¢guilas petrificadas cuyo cuerpo sirve para inmortalizar el escudo de Berja puede garantizar un toque de la esquiva suerte. As¨ª lo establece la ancestral creencia de los virgitanos, parientes lejanos de fenicios, romanos, ¨¢rabes... y otros pueblos que dejaron su impronta en este municipio alpujarre?o del Suroeste de la provincia almeriense, bautizado en un principio como Virgi (vergel) por los romanos.Pero los planes urban¨ªsticos municipales urgen al sediento de agua y fortuna. Y es que, el costumbrismo del mercado de abastos de Berja est¨¢ a punto de desaparecer. El Ayuntamiento trabaja en un cambio de ubicaci¨®n: el lugar que desde hace m¨¢s de un siglo ocupa el mercado, en el centro la plaza porticada, inaugurada en 1886 con aires de humilde plaza mayor, se convertir¨¢ pr¨®ximamente en zona ajardinada.
Berja, con m¨¢s de 13.000 habitantes, presume de decenas de fuentes repartidas por todo su t¨¦rmino. Es uno de sus rasgos m¨¢s distintivos. Una de las m¨¢s conocidas es la vieja Fuente de los 16 Ca?os que preside la plaza de la Constituci¨®n, punto neur¨¢lgico del pueblo en el que se ubican el Ayuntamiento -un edificio civil del siglo XIX- y la iglesia de la Anunciaci¨®n, primer templo construido para la cristanizaci¨®n de la localidad en tiempos de los Reyes Cat¨®licos.
Tras un paseo a pie por el pueblo, el visitante puede completar la estampa del municipio recorriendo la cercana barriada de Los Cerrillos. El trazado estrecho de sus blancas calles aparece salpicado por fuentes y lavaderos p¨²blicos ante los que algunas mujeres de la zona siguen remang¨¢ndose, suplantando as¨ª la comodidad de los modernos electrodom¨¦sticos por la perpetuaci¨®n de la tradici¨®n del lavado a mano.
Hasta Los Cerrillos se puede acceder tras un breve recorrido en coche desde Berja. Sobre la barriada, al pie de la sierra de G¨¢dor, espera la ermita de la Virgen de G¨¢dor, un peque?o santuario fundado all¨¢ por 1588 por dos ermita?os. Si se desecha la idea de almorzar en alguno de los restaurantes o bares virgitanos existe la atractiva posibilidad de disfrutar de una comida campestre en Castala, recientemente declarado parque periurbano de Berja.
Este paraje, a seis kil¨®metros de Berja, fue un antiguo vivero del Patrimonio Forestal del Estado. En 1977 se reconvirti¨® en ¨¢rea recreativa. Un paseo por este peque?o pulm¨®n verde permite comprobar con facilidad el resultado de la repoblaci¨®n de Pinus halepensis en 1941. Los eucaliptos o los cipreses son otras de las especies arb¨®reas que se distribuyen por Castala donde una placa recuerda al ingeniero de montes Julio Acosta Gallardo "en reconocimiento a su labor forestal en esta provincia".
La declaraci¨®n de Castala como parque periurbano permitir¨¢ adecuar las instalaciones con las que ya cuenta para un mejor aprovechamiento de la zona. Por el momento, el visitante dispone de mesas y bancos de madera, barbacoas, el servicio de un bar que abre los fines de semana y miradores que ofrecen en invierno un bello retrato de monta?as nevadas al fondo. S¨®lo los pl¨¢sticos de los cultivos intensivos que preceden al mar, dibujado en el horizonte, estropean las vistas de las que goza Castala.
Para los ni?os hay columpios y toboganes que precisan alguna mejora. El Ayuntamiento prev¨¦ la instalaci¨®n de un punto de informaci¨®n a la entrada del monte, junto a la carretera por la que se accede a Castala, y la construcci¨®n de un ¨¢rea de acampada y de senderos peatonales y para bicicletas de monta?a.
Los s¨¢bados y domingos, especialmente en primavera y oto?o, decenas de personas peregrinan hasta este espacio verde. Castala recobra entonces la vitalidad y el bullicio que se adormecen entre las ramas de sus ¨¢rboles durante los d¨ªas de labor.
Del pantano a las playas
- D¨®nde. Desde Almer¨ªa, a 50 kil¨®metros de Berja, se accede a trav¨¦s de la autov¨ªa del Mediterr¨¢neo, desde la que hay que tomar el desv¨ªo de El Ejido por la C-401. El parque de Castala est¨¢ a 6 kil¨®metros de Berja, en plena sierra de G¨¢dor. - Cu¨¢ndo. La variedad de matices que se adue?an de los ¨¢rboles de Castala en oto?o hacen de esta ¨¦poca uno de los mejores momentos del a?o para visitar la zona y disfrutar de un tranquilo d¨ªa campestre. Otra buena opci¨®n es agosto, durante la feria.
- Alrededores. A 21 kil¨®metros est¨¢n las playas de Balanegra y a 14 kil¨®metros, el pantano de Ben¨ªnar, que abastece Almer¨ªa y el Campo de Dal¨ªas. Las Fuentes de Marbella, a seis kil¨®metros de Berja, es otro punto de recreo. En la gastronom¨ªa destacan las migas, el guisado de hinojos o las gachas coloradas.
- Y qu¨¦ m¨¢s. Informaci¨®n en el Ayuntamiento (950 49 00 07) y el Patronato de Turismo de Almer¨ªa (950 23 06 07).
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