?Cielos, mi hijo ha creado una 'star-up'!
Si uno mira con cierta atenci¨®n la publicidad prenavide?a de los medios de comunicaci¨®n observar¨¢ que una buena parte de la misma corresponde a las denominadas empresas punto.com. Es parad¨®jico el esfuerzo que algunas de ellas hacen en estas fechas, pues fue justamente en las navidades de hace justo un a?o cuando se acentuaron las dificultades que luego han llevado a muchas star-up a su desaparici¨®n, suspensi¨®n de pagos, venta en malas condiciones o cambio en su raz¨®n social.Star-up: peque?as empresas, en general de alta tecnolog¨ªa o relacionadas con Internet, con mucha capacidad de crecimiento. Este concepto es una invenci¨®n norteamericana de fin de siglo, cuyo origen, seg¨²n la leyenda, nace al fondo de un garaje, en Silicon Valley, de un hombre y de una idea. A partir de ese momento, la denominaci¨®n de star-up es utilizada por todo el mundo para calificar a las peque?as empresas que utilizan la red en su negocio, se financian con capital riesgo y que, hipot¨¦ticamente, tienen enormes posibilidades de desarrollo.
Hipot¨¦ticamente, pero no siempre en la realidad. Muchas star-up gastaron bastante dinero en publicidad hace un a?o (¨¦sta es otra caracter¨ªstica de las mismas), que tuvieron que pagar durante el primer trimestre del a?o, sin ser capaces de responder con su log¨ªstica a las exigencias de los clientes. Cuando a partir de abril comenz¨® la correcci¨®n en las bolsas de las sociedades de alta tecnolog¨ªa, muchas star-up entraron en dificultades. En Espa?a, el paradigma de ese recorrido fue Ecuality, la primera compa?¨ªa de Internet que en nuestro pa¨ªs ha suspendido pagos. Presentada como la Amazon espa?ola, Ecuality representa el paradigma de ese recorrido: de estandarte del comercio electr¨®nico al fracaso. La compa?¨ªa, al decir de los expertos, no consigui¨® nunca el nivel de ingresos previsto en su plan de negocios y expandi¨® sus gastos por encima de sus posibilidades. No pudo pagar a sus acreedores. Algo parecido a lo que unos meses antes le hab¨ªa ocurrido a la brit¨¢nica Boo.com, que vend¨ªa ropa deportiva.
?Se trata de un retorno a la econom¨ªa real? Por lo menos, a algunos de sus aspectos m¨¢s ortodoxos: la rentabilidad vuelve a adquirir el papel preeminente que tuvo, frente al papel del crecimiento. Los instrumentos tradicionales de medici¨®n burs¨¢til como el PER, que relaciona la capitalizaci¨®n burs¨¢til de una empresa (n¨²mero de acciones por el precio de mercado de cada acci¨®n) con los beneficios anuales que obtiene, recuperan virtualidad. Despu¨¦s de unos a?os de euforia, la nueva econom¨ªa se confronta con las reglas de base de cualquier empresa: planes de negocio (en algunos casos de star-up ni siquiera se hac¨ªan porque el v¨¦rtigo del negocio los hac¨ªa inservibles casi al instante siguiente), controles de costes, calidad de los productos o servicios que sirven, etc¨¦tera. Se supone que las gestiones aventureras, los proyectos desaforados, las sociedades sin clientes ser¨¢n depuradas en el mercado, en beneficio de las punto.com de calidad. Algunos analistas han pronosticado que la proporci¨®n de las que sobrevivir¨¢n a este ajuste no supera el 20% del total.
El panorama que se prev¨¦ habla todav¨ªa de algunos ¨¦xitos rutilantes, bastantes fracasos espectaculares y reconducci¨®n de algunas de estas empresas a razones sociales diferentes (por ejemplo, la consultor¨ªa) o a concentraciones en favor de los grandes grupos, muchas veces de la econom¨ªa real (bancos, multinacionales, etc¨¦tera). Se trata de separar el grano de la paja en un sector de la econom¨ªa que todav¨ªa no est¨¢ maduro. Muchos de los protagonistas de la nueva econom¨ªa reconocen que en los ¨²ltimos a?os se crearon muchas start-up con un solo objetivo: hacer millonarios a sus promotores. La econom¨ªa suele ser m¨¢s dif¨ªcil y menos lineal en sus resultados.
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