Condenado un empresario a cinco a?os de c¨¢rcel por vertidos contaminantes a L'Albufera

El empresario Miguel Cases Mart¨ªnez fue condenado ayer por la secci¨®n primera de la Audiencia de Valencia a cinco a?os de c¨¢rcel por vertidos contaminantes a L'Albufera. La sentencia afirma que entre 1996 y 1998 la empresa Gracomsa, en Catarroja, de la que el procesado es gerente y administrador ¨²nico, realiz¨® al menos tres vertidos con restos de aceites comestibles. Pese a la gravedad de la acusaci¨®n, ni el Ayuntamiento ni la Consejer¨ªa de Medio Ambiente se personaron en la causa. El empresario ya fue condenado por otro delito de contaminaci¨®n medioambiental en 1993.

Seguir el rastro

En aquella ocasi¨®n la pena que afront¨® el empresario fue de seis meses y un d¨ªa. Cases es el primer empresario valenciano que ir¨¢ a la c¨¢rcel por un delito contra el medio ambiente, si se hace firme la sentencia emitida ayer. El empresario no podr¨¢ eludir ahora la prisi¨®n a no ser que recurra la sentencia ante el Tribunal Supremo y ¨¦ste la modifique. El proceso se inici¨® en 1999 cuando el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Catarroja tom¨® cartas en el asunto. En aquellas fechas, diferentes grupos ecologistas advirtieron al Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de la existencia de manchas de grasa en las aguas del parque natural de L'Albufera.

Ante la denuncia, el Seprona inici¨® las investigaciones, las puso en conocimiento de la Fiscal¨ªa y ¨¦sta decidi¨® actuar. Los ecologistas explicaron ayer que no se personaron como parte en el proceso por una cuesti¨®n de "incapacidad de articular una acusaci¨®n particular en el corto plazo de tiempo en que se resolvi¨® todo". Tampoco se personaron en el caso ni el Ayuntamiento ni la consejer¨ªa, que ayer se limit¨® a explicar que ten¨ªa abierto un expediente administrativo a Gracomsa por vertidos, que qued¨® en suspenso hasta que se cerrase la v¨ªa judicial.

El juicio se celebr¨® el 5 de diciembre y ayer se emit¨ªa la sentencia por la que Cases es condenado a cinco a?os, inhabilitaci¨®n especial para la profesi¨®n de gerente durante cuatro a?os y multa de 32 meses a raz¨®n de una cuota diaria de 3.000 pesetas (2,8 millones de pesetas).

En la sentencia constan como probados al menos tres vertidos contaminantes de Gracomsa. El primero se produjo el 17 de septiembre de 1996 a trav¨¦s de las acequias Bras Nou y Favara. Las aguas de L'Albufera, a la altura del puerto de Catarroja -en cuyo pol¨ªgono industrial se ubica la refinera de aceites-, presentaban una capa de 20 metros de ancho y un grosor que oscilaba entre los tres y los 15 cent¨ªmetros. El segundo vertido probado tuvo lugar en los primeros d¨ªas de abril de 1997. Las aguas volv¨ªan a presentar restos de aceite por el mismo itinerario.

En noviembre de 1998, el vertido de grasa alcanz¨® tambi¨¦n a un campo de plantaci¨®n de cebollas, ya que el propietario reg¨® con agua de la acequia Favara sin saber que por ella discurr¨ªan restos contaminantes procedentes de la actividad de Gracomsa.

Acci¨® Ecologista-Agr¨® explic¨® ayer que estas acequias sufr¨ªan numerosos incendios debido a la composici¨®n de la contaminaci¨®n. Adem¨¢s, las consecuencias de los vertidos, seg¨²n la sentencia, son la alteraci¨®n en el ecosistema acu¨¢tico, degradaci¨®n de la vegetaci¨®n sumergida y de los organismos sensibles.

Doce testigos aseguraron en la vista oral que con seguir el curso de las aguas se llegaba al origen del vertido: Gracomsa. Desde la propia empresa era visible la evacuaci¨®n de grasas contaminantes al agua y el curso de la misma. Pero adem¨¢s, la Audiencia ha considerado tambi¨¦n, seg¨²n consta en la sentencia, que el hecho de que se hayan probado al menos tres vertidos supone reincidencia.Si el Supremo confirma la sentencia, Cases, cuya defensa ha pedido en todo momento la absoluci¨®n de los cargos que se le imputaban, se convertir¨¢ en el primer empresario valenciano que ingresa en prisi¨®n por un delito ecol¨®gico.

La Federaci¨®n de Ecologistas en Acci¨®n del Pa¨ªs Valenci¨¤ consider¨® ayer que esa sentencia supone un "mensaje claro para todas las actividades industriales que realizan vertidos contaminantes", dijo el abogado de los ecologistas, Jos¨¦ Luis Ramos. Ramos se?al¨® que "el respeto a la ley en materia de vertidos debe cumplirse por quien no quiera verse en la misma situaci¨®n que se encuentra el empresario que ha sido condenado por la Audiencia deValencia".