Las familias separadas tendr¨¢n en 2001 cuatro centros de encuentro para visitar a sus hijos

Los conflictos que se derivan de una separaci¨®n traum¨¢tica referidos a la custodia y visitas a los hijos son el n¨²cleo central de actuaci¨®n para un proyecto denominado Puntos de encuentro familiar. A partir de los primeros meses del pr¨®ximo a?o, cuatro locales ubicados en las tres capitales vascas e Ir¨²n acoger¨¢n estos servicios que ofrecer¨¢n asistencia jur¨ªdica y psicol¨®gica a las personas implicadas en rupturas conflictivas. Adem¨¢s, los pisos permitir¨¢n que el miembro de la pareja con menos recursos disponga de un lugar adecuado para relacionarse con sus hijos.

Locales y servicios

El Parlamento vasco aprob¨® el pasado 24 de marzo una propuesta procedente de la Federaci¨®n de padres y madres separados de Euskadi, Kidetza, para la creaci¨®n de estos puntos de encuentro, y desde entonces este colectivo ha desarrollado un programa de actuaci¨®n que en los pr¨®ximos meses se materializar¨¢ en cuatro centros ubicados en Vitoria, Bilbao, San Sebasti¨¢n e Ir¨²n. El proyecto pasa por ampliar una iniciativa que se ha desarrollado en otras comunidades aut¨®nomas "para que los puntos de encuentro no sirvieran exclusivamente para entrega y recogida del menor y visitas tuteladas", seg¨²n destaca Justo S¨¢enz, portavoz de Kidetza. De esta manera, se persigue asistir desde el punto de vista psicol¨®gico a los padres y al menor y generar una mediaci¨®n familiar, para evitar incumplimientos en el r¨¦gimen de visitas o enfrentamientos entre los progenitores. Kidetza, con una experiencia de 1.200 casos atendidos en los tres territorios, es la encargada de gestionar este proyecto. Tras analizar experiencias similares desarrolladas en Valladolid y Catalu?a, se pusieron en contacto con profesionales multidisciplinares para estudiar la problem¨¢tica de las separaciones en Euskadi y los incumplimientos en las visitas, una circunstancia "que junto a las referidas a las pensiones alimenticias se produce en el 50%de los casos".

A pesar de que no se conoce la repercusi¨®n que puede tener este servicio, menos de la mitad de los 25.000 casos que se registran de separaciones son potenciales usuarios. "Yo calculo que pueden acudir de 5.000 a 8.000 parejas", indica Sanz.

El modelo de servicio ser¨¢ similar en las cuatro localidades, y funcionar¨¢ de manera coordinada. Se plantea como un espacio "neutral" en donde concurren los miembros de estas familias, "asegurando el bienestar del menor", se?ala Aitor Francho, coordinador de Ir¨²n. La actividad de los centros se desarrollar¨¢ de viernes a domingo a cargo de ocho profesionales por local, experimentados en separaciones y ni?os en situaciones de riesgo.

Los locales o pisos destinados a albergar a los cuatro puntos de encuentro estar¨¢n listos para los primeros meses del pr¨®ximo a?o, despues de que se cierren las negociaciones con las diferentes instituciones implicadas. Se caracterizar¨¢n por contar con una sala administrativa, salas de juegos, de entrevistas, as¨ª como cocina y ba?o, "y a ser posible situados en una zona ajardinada y sin tr¨¢fico", apunta Francho. Los potenciales destinatarios de estos centros acumulan problem¨¢ticas varias. Un progenitor que ejerce la custodia y no cuenta con un espacio adecuado para que su ex pareja visite a los hijos en su domicilio; cuando el padre que debe recoger al ni?o no dispone de un espacio adecuado y para evitar enfrentamientos entre los c¨®nyuges en el momento de la recogida y de la entrega. Tambi¨¦n se incluyen madres que viven en pisos de acogida y deben guardar el anonimato sobre su residencia. Ser¨¢n casos derivados desde los juzgados, desde los servicios sociales o desde la propia asociaci¨®n de padres separados.

Las tres diputaciones y los cuatro ayuntamientos afectados ser¨¢n los encargados de financiar un proyecto que tendr¨¢ un coste inicial de cuatro millones de pesetas, destinados a gastos de personal.

El problema de los incumplimientos de las condiciones de separaci¨®n aumenta en mayor medida que el n¨²mero de rupturas, seg¨²n destacaba ayer S¨¢enz. "Quiza ha calado dentro de la sociedad la idea de que m¨¢s vale un mal acuerdo, que terminar desgastado en el juzgado", se?ala. "Pero una vez que se ha firmado sin saber bien lo que se ha hecho, es cuando aparece el rechazo a esos acuerdos de separaci¨®n".

De manera paralela, el Ayuntamiento de Vitoria inaugurar¨¢ en enero el primer servicio p¨²blico de mediaci¨®n familiar del Pa¨ªs Vasco, centrado en la protecci¨®n de los menores en las separaciones.