La boda 'blindada' de Madonna

La primera vez que se cas¨®, la cantante estadounidense Madonna no pudo elegir un sitio peor: la playa de Malib¨². Fue en 1985, y mientras ella y su novio de entonces, el actor Sean Penn, trataban de darse el s¨ª en la arena californiana, un enjambre de helic¨®pteros cargados de fot¨®grafos ahogaba sus palabras y pon¨ªa perdidos de polvo a los invitados. Quince a?os despu¨¦s, la reina del pop ha aprendido la lecci¨®n. El que pretendiera robarle una foto en sus segundas nupcias, celebradas anoche en Escocia, deber¨ªa asaltar antes los muros de un castillo. Dicho y hecho. Como su flamante nuevo marido, el cineasta brit¨¢nico Guy Ritchie, es de origen escoc¨¦s, el lugar elegido para la ceremonia ha sido el fuerte de Skibo, construido hace menos de un siglo por un magnate del acero nacido en Estados Unidos y llamado Andrew Carnegie.Resuelta a dirigir esta vez la operaci¨®n con precisi¨®n militar, la artista contrat¨® a dos equipos de seguridad al mando de un antiguo comando del Ej¨¦rcito brit¨¢nico. Sus hombres vigilaron el recinto amurallado con aparatos de infrarrojos y echaron por la ma?ana a dos fot¨®grafos que llevaban tres d¨ªas escondidos en un terreno de 2.800 hect¨¢reas. El resto de la prensa mundial aguard¨® aterida de fr¨ªo a las puertas de Skibo encaramada a precarias escaleras met¨¢licas y con potentes teleobjetivos. Poco a poco, su perseverancia se vio compensada.

Con mucho retraso por culpa de la niebla que cerr¨® el cercano aeropuerto de Inverness y desvi¨® a los aviones privados de los invitados a Glasgow, fueron llegando los tan esperados famosos. El cantante Sting y su esposa, Trudy Styler, que presentaron a Madonna y Ritchie hace dos a?os en una fiesta, aparecieron en primer lugar. ?l llevaba la tradicional falda escocesa. La dise?adora de modas Donatella Versace acudi¨® minutos despu¨¦s. El actor Rupert Everett, gran amigo de la cantante, estaba ya en Escocia y hab¨ªa asistido la noche del jueves al bautizo del hijo de los contrayentes, Rocco, en la catedral de Dornoch, el pueblo al que pertenece el castillo. Los cantantes Elton John y Jon Bon Jovi ocuparon a continuaci¨®n su asiento en la sala de matrimonios de Skibo. La dama de honor era la actriz Gwyneth Paltrow, que ya hab¨ªa dedicado una de sus mejores sonrisas a las c¨¢maras la noche del bautizo. La artista era tambi¨¦n la comidilla de la boda. Madonna hab¨ªa invitado a Brad Pitt, con el que la protagonista de Shakespeare enamorado estuvo comprometida y ten¨ªa ya comprado hasta el piso.

Una vez reunidos todos los amigos y los familiares de ambas familias en el castillo, le lleg¨® el turno a Madonna, de 42 a?os, y Guy Ritchie, que tiene diez a?os menos. La dise?adora Stella McCartney, muy amiga de la novia, hab¨ªa recorrido el jueves con ¨¦sta las mejores joyer¨ªas de Londres en busca de una pieza que hiciera conjunto con el vestido de estilo g¨®tico que hab¨ªa ideado para el acontecimiento. Al final eligieron una pulsera de brillantes valorada en 13 millones de pesetas, que alquilaron a un orfebre de la calle de Bond Street. El atuendo del novio no ten¨ªa misterio. El cineasta, responsable de los filmes Snatch y Lock, stock and two smoking barrels, opt¨® por una t¨ªpica falda escocesa con su correspondiente chaleco y calcetines. Para ¨¦l, el mayor desenga?o del d¨ªa fue que su padrino, el futbolista convertido en actor Vinnie Jones, no pudo acompa?arle. Los productores de su nueva cinta no le dieron unas horas libres.

Como la ceremonia, oficiada por la reverenda anglicana Susan Brown, la misma que bautizara al hijo de la pareja, fue ¨ªntima, las puertas del castillo se llenaron de las m¨¢s curiosas apuestas. Cantar¨ªa Madonna en su propia boda. Lo har¨ªa Elton John, o tal vez amenizara la velada una banda local de Edimburgo contratada por la artista porque sus m¨²sicos est¨¢n especializados en las melod¨ªas del grupo sueco Abba. No podr¨¢ saberse hasta que la propia Madonna, que esperaba traerse a Escocia al fot¨®grafo Jean-Baptiste Mondino, autor de las im¨¢genes de su ¨²ltimo disco, decida si pone a la venta un v¨ªdeo de la boda con el correspondiente disco compacto de las canciones entonadas en el castillo por las reputadas estrellas musicales que la acompa?aron.

Para los vecinos de Dornoch, la boda result¨® el acontecimiento del a?o. Sobre todo desde que la actriz galesa Catherine Zeta Jones decidiera cancelar la suya en Skibo con el actor Michael Douglas cuando la noticia de sus nupcias se filtr¨® antes de tiempo a la prensa.