La crisis provoca un ¨¦xodo en Argentina
Decenas de miles de personas solicitan pasaportes espa?oles para poder abandonar el pa¨ªs
Cientos de personas pasan la noche a la intemperie frente al Consulado General de Espa?a en Buenos Aires. Las colas rodean la manzana que alberga el edificio, en el barrio porte?o de La Recoleta. Todo por un pasaporte que les permita emigrar de Argentina, el pa¨ªs al que llegaron sus padres o abuelos huyendo de la hambruna de una Espa?a subdesarrollada. Hoy, los papeles se han intercambiado. Unas 1.000 personas acuden diariamente al consulado para tramitar la nacionalidad espa?ola, obtener un visado o pedir informaci¨®n para desplazarse a la tierra de sus progenitores. Pasados los tiempos de dictadura e hiperinflaci¨®n que provocaron el ¨²ltimo ¨¦xodo, el modelo econ¨®mico imperante alimenta una nueva oleada migratoria."Hay mucha gente que dice que quiere irse, pero... hay que animarse. Es muy jodido", dice un joven que sale del consulado mostrando su nuevo pasaporte como un trofeo y que asegura tener el billete de avi¨®n a Espa?a. Las encuestas apuntan que el 30% de los argentinos se ir¨ªa del pa¨ªs si pudiera. El deseo se ha traducido en un aumento espectacular de los pasaportes y visados expedidos por el consulado espa?ol en los ¨²ltimos tres a?os. De 10.600 pasaportes concedidos en 1998 se ha pasado a cerca de 20.000 el a?o que termina, seg¨²n las ¨²ltimas estimaciones.
S¨®lo el pasado mes de noviembre se entregaron 1.718 documentos; "desde luego, m¨¢s que en cualquier otro consulado del mundo", subraya el c¨®nsul general, Carlos Vinuesa, y m¨¢s que en muchas comisar¨ªas espa?olas. Las estad¨ªsticas de los visados expedidos en el mismo periodo muestran un incremento del 77%: de 1.114 a 1.971 entre los a?os 1998 y 2000. El promedio actual es de 60 visados al d¨ªa. El mayor consulado espa?ol del mundo, en el que trabajan 56 personas, est¨¢ al borde del colapso, seg¨²n admiten gr¨¢ficamente algunos de sus funcionarios.
Las consultas tambi¨¦n llegan por Internet: unas 100 diarias. Las distintas respuestas tipo se remiten v¨ªa e-mail ante la pregunta, formulada de todas las maneras posibles, de qu¨¦ hay que hacer para lograr la nacionalidad.
Psicol¨®gicamente, el pasaporte espa?ol "les cambia la vida", dice el jefe de la misi¨®n diplom¨¢tica, porque les abre las puertas de cualquier pa¨ªs de la Uni¨®n Europea. Es el salvoconducto para emigrar. Y Espa?a es hoy, para muchos argentinos, sin¨®nimo de prosperidad y trabajo, frente a las estrecheces y dificultades que padece un gran n¨²mero de argentinos como consecuencia de la peor recesi¨®n de la ¨²ltima d¨¦cada. Las cifras hablan por s¨ª solas: 2,1 millones de desempleados -cerca del 16% de la poblaci¨®n activa- y un aumento de la pobreza despu¨¦s de 10 a?os de fiebre privatizadora que ha modernizado el pa¨ªs al elevado precio de eliminar miles de puestos de trabajo. Como el de Gustavo, que trabaj¨® toda su vida en la empresa estatal de gas hasta que el Gobierno de Carlos Menem la privatiz¨® en 1992. Perdi¨® el trabajo y hoy malvive como un taxista m¨¢s de los miles que circulan por las calles de Buenos Aires. Sue?a con marcharse del pa¨ªs.
Argentina fue, a principios del siglo XX, la tierra promisoria para decenas de miles de emigrantes espa?oles e italianos. Hoy vive una incre¨ªble paradoja: es una naci¨®n que dispone de recursos naturales interminables, que atrae la confianza de las mayores empresas espa?olas, que han invertido miles de millones de d¨®lares, y, sin embargo, para muchos ciudadanos, no hay futuro.
En la abarrotada sala principal del consulado, Andrea Ribas, de 26 a?os, casada y con dos hijos de cinco y siete a?os, espera su turno para darse de baja en el registro. Se va. Es hija de espa?oles y ha decidido poner rumbo a Terrassa (Barcelona), donde tiene varios parientes y donde espera encontrar lo que no tiene en Argentina: trabajo. Hace cuatro meses, ni le pasaba por la cabeza, pero una t¨ªa suya se march¨®. "La situaci¨®n en Argentina es fatal: no hay trabajo, los chicos no tienen ning¨²n futuro". ?Posibilidades de mejora? "Si mejora, pasar¨¢n unos cuantos a?os, y no me voy a quedar a esperar cu¨¢ndo va a ser. As¨ª que nos vamos. Este Gobierno no va a arreglar los l¨ªos del anterior ni del otro y el otro".
Enrique L¨®pez, de 48 a?os, hijo de gallegos y profesor, consigui¨® recientemente el pasaporte espa?ol y ahora tramita los de sus dos hijos. "Viaj¨¦ el a?o pasado a Espa?a con pasaporte argentino, tengo familia all¨ª, y me entusiasm¨¦. Hemos hecho cola desde las tres de la ma?ana todas las veces que hemos venido", comenta en las puertas del consulado. ?No cree en el futuro de Argentina? "Hemos pasado por tantas situaciones malas que es muy dif¨ªcil recuperarse. No sabemos qu¨¦ va a pasar con este Gobierno. El pr¨®ximo ser¨¢ de signo contrario, que ya lo hemos vivido y fue malo tambi¨¦n".
Podr¨ªa llegar a ser un ¨¦xodo en toda regla. En Argentina hay 253.000 ciudadanos con pasaporte espa?ol, pero no son todos los que est¨¢n. Las autoridades consulares aseguran que otros 250.000 al menos podr¨ªan recuperar la nacionalidad espa?ola por ser hijos, nietos o bisnietos de espa?oles. "Hay una petici¨®n masiva de pasaportes", dicen, sobre todo de aquellos hijos de espa?oles nacidos en Argentina que nunca se preocuparon de la nacionalidad y hoy se desvelan para recuperar sus ra¨ªces. Con su nuevo documento, sus hijos podr¨¢n obtener la ciudadan¨ªa espa?ola y emigrar legalmente.
El c¨®nsul Vinuesa asegura que sus funcionarios no s¨®lo expiden visados y pasaportes. "Aqu¨ª les damos esperanza". Y recuerda escenas dram¨¢ticas que protagonizan quienes no pueden acceder a la ansiada nacionalidad. "Mis abuelos eran espa?oles", es una de las frases que m¨¢s se pueden escuchar frente a las ventanillas del consulado.
Subo a un taxi y le comento al ch¨®fer que toda esta gente se quiere marchar de Argentina. "Volver¨¢n", masculla impasible; "tarde o temprano, uno vuelve donde est¨¢n sus ra¨ªces". Pero, al hablar de la situaci¨®n del pa¨ªs, su voz se altera y confirma lo que empieza a ser una queja generalizada: "Estamos peor que en los tiempos de la hiperinflaci¨®n. Estamos peor que nunca".
Frente a la sede del consulado italiano se repite la misma escena de las colas. El c¨®nsul Vicenzo Palladino no dispone de estad¨ªsticas de los argentinos que se van a Italia con pasaporte italiano y explica que los que viajan con un visado para trabajar son un porcentaje ¨ªnfimo. Apenas se conceden unos pocos, porque todo argentino de origen italiano tiene pasaporte. "Una vez obtienen el pasaporte, los perdemos de vista estad¨ªsticamente". La expedici¨®n de pasaportes ha aumentado en un 15% respecto del a?o pasado.
En Argentina hay 600.000 ciudadanos con pasaporte italiano; casi la mitad, en Buenos Aires. El c¨®nsul Palladino estima que, m¨¢s que de un ¨¦xodo real, hay que hablar "de un ¨¦xodo virtual, mental m¨¢s que f¨ªsico, porque, al fin y al cabo, no sabemos cu¨¢ntos son los que finalmente se van".
Las consultas para emigrar tambi¨¦n han aumentado en el consulado de M¨¦xico. "Nos llegan numerosas cartas, e-mails y llamadas telef¨®nicas no s¨®lo de argentinos, sino de extranjeros residentes aqu¨ª, coreanos , bolivianos, peruanos y ucranios, que se sienten discriminados", explica la c¨®nsul mexicana, Eugenia Cabrera. "Para estos ¨²ltimos, su verdadero objetivo es ir a Estados Unidos, y M¨¦xico es tan s¨®lo un punto de tr¨¢nsito. Toda Am¨¦rica Latina nos utiliza como puente, lo que genera una corriente de emigraci¨®n muy fuerte".
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