El mensaje institucional
Nadie deber¨ªa esperar que el mensaje navide?o del presidente de la Generalitat con motivo del A?o Nuevo fuera algo m¨¢s que un tr¨¢mite amable e institucional en consonancia con la euforia y empacho de la fecha. La oportunidad no propicia que el titular del Ejecutivo nos sorprendiese con una andanada de propuestas pol¨ªticas novedosas y reflexiones autocr¨ªticas -algo que s¨ª ser¨ªa realmente nuevo-, m¨¢s propias de un debate parlamentario o de un foro partidario. Y, en realidad, el discurso del presidente Zaplana para tal ocasi¨®n no ha ido mucho m¨¢s all¨¢ de lo acostumbrado, del meollo de un christma felicitario concebido principalmente para ser televisado, visto y o¨ªdo desde el sof¨¢ familiar.
Tengo para m¨ª, adem¨¢s, que los redactores de esa breve alocuci¨®n se han atenido a las generales del caso, que es tanto como decir a los consabidos t¨®picos confortantes y alentadores con el fin de no abrir frentes pol¨¦micos. Sin embargo, bien por convicci¨®n o conveniencia, se les ha ido un poco la mano al colgarse inoportunamente unas medallas que se han traducido en unos cuantos varapalos de la oposici¨®n, presta a exprimir la m¨ªnima ocasi¨®n de expresar su disentimiento y colmar as¨ª el largo tiempo de silencio en el que ha estado sumida. Hoy por hoy todav¨ªa necesitan el acicate del reto o la provocaci¨®n para dar fe de vida.
En este sentido parece pertinente que el aludido frente cr¨ªtico se engalle contra la proclamaci¨®n de que el Pa¨ªs Valenciano es tomado como ejemplo en otros territorios. Se trata, como es sabido, de una suerte de estribillo oficial alusivo al presunto liderazgo que esta Comunidad ejerce en distintos campos nunca especificados. Liderazgo y bienestar general r¨¢pidamente cuestionados con la misma falta de matizaci¨®n o descaro con que son predicados, pues a ciencia cierta no somos el dechado de excelencias que se nos vende ni tampoco ese otro contrapunto de calamidades. El vecindario, como revelan los sondeos de opini¨®n, no juzga la situaci¨®n con tales extremosidades, lo que deber¨ªa servir para moderar las autocomplacencias gubernamentales tanto como la embestida de los opositores.
En puridad, ¨¦ste es el toma y daca con que se nos obsequia cada a?o, manden blancos o colorados, y que alg¨²n d¨ªa ha de cambiar, siquiera sea por respeto a la inteligencia del vecindario, a menudo m¨¢s pegado a la realidad que los mismos pol¨ªticos con sus manidos y maniqueos discursos reiterativos del todo va bien y todo va mal cuando a ciencia cierta no nos despojamos de la enervante median¨ªa en la que los valencianos estamos instalados tal cual se desprende de las estad¨ªsticas m¨¢s fiables. Pero, obviamente, glosar la median¨ªa, por evidente que sea, no puede convertirse en el motivo de una arenga navide?a. Muy al contrario y de manera plausible entiendo que el Molt Honorable nos ha exhortado a superarla.
De todos los reparos que se han formulado al mensaje que comentamos me parece singularmente llamativo el del l¨ªder socialista, Joan Ignasi Pla, que lo ha reputado de 'desestructurado'. No me cuesta creer a pies juntillas que sabe cuanto afirma, pero dudamos que le hayan entendido muchos m¨¢s. Yo estoy sumido en la perplejidad. Ya s¨®lo nos faltar¨ªa que al concierto de exageraciones su sumase una tanda de disparates. ?O se trata de un atisbo de la nueva dial¨¦ctica que nos acecha?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.