Estructura para el liderazgo

El debate sobre el cable es poli¨¦drico. Por un lado, debatimos si el cable es la mejor tecnolog¨ªa en la apuesta por unas comunicaciones suficientes para convertirse en el sistema nervioso de la sociedad digital. Por otro, si esta autopista de las telecomunicaciones puede o debe llegar al conjunto del pa¨ªs. El debate a¨²n da para m¨¢s si reflexionamos sobre la posibilidad de llegar directamente al usuario con una conexi¨®n de fibra ¨®ptica y no de cable coaxial y de cobre como se ofrece hoy.

?Pero el cable, qu¨¦ es? Unos tubos que incorporan unos conductos de fibra ¨®ptica que, seg¨²n los expertos, pueden ofrecer mayor anchura de banda. Pero el cable es tambi¨¦n un concepto de servicio. Cable, as¨ª, quiere decir la autopista de comunicaci¨®n que da acceso con su ancho de banda a los servicios del futuro, cuando Internet se exprese en un formato multimedia avanzado y cuando la televisi¨®n sea un instrumento interactivo. El desarrollo inicial del cable en Espa?a vino aparejado a la idea de la televisi¨®n por cable y a un estadio todav¨ªa prematuro de las posibilidades de la telefon¨ªa m¨®vil. Con el tiempo, la televisi¨®n ha aparecido m¨¢s vinculada al sat¨¦lite que al cable y la telefon¨ªa m¨®vil permitir¨¢ una extraordinaria capacidad de banda ancha. Adem¨¢s, la optimizaci¨®n del par de cobre o la telefon¨ªa por radio aparecen como redes con capacidad de un notable ancho de banda.

Localret ha reafirmado su apuesta por el cable como gran infraestructura de telecomunicaciones, pero sin dogmatismo, combin¨¢ndola naturalmente con todas las alternativas tecnol¨®gicas de banda ancha. Sin una gran red de cable alternativa a la infraestructura (que no el servicio) de cable de Telef¨®nica, la competencia no ser¨¢ una realidad en todo el pa¨ªs.

La opci¨®n de prioridad al cable se basa en su indiscutible capacidad y fiabilidad tecnol¨®gica, y tambi¨¦n en su magn¨ªfica complementariedad con el resto de redes tecnol¨®gicas. Cuando se opta de un modo excluyente por el UMTS, por ejemplo, se olvida que el uso del cable por los operadores de fibra ¨®ptica es intens¨ªsimo. Finalmente, optamos por el cable porque es una tecnolog¨ªa probada, una realidad.

El cable debe ser la gran autopista de comunicaciones capaz de llegar a todos los rincones del territorio, evitando que la gran revoluci¨®n de Internet cree una nueva brecha, esta vez digital. La banda ancha debe llegar al conjunto del territorio, y entendemos que el cable, combinado con las otras redes de banda ancha, es una buena opci¨®n si el pa¨ªs aspira a un papel de liderazgo. Si se trata de desempe?ar el papel de comparsas, entonces podemos pensar en otras alternativas.

Xavier Marcet i Gisbert es director general de Localret.