'Los coleccionistas de arte son meros inversores'
Pregunta. Cierras La Santa, tu centro de arte contempor¨¢neo, en junio de este a?o. Pero eso no significa que te retiras, ?no?
Respuesta. No, qu¨¦ va. De hecho, le tenemos echado el ojo a un local estupendo, aqu¨ª mismo, en el Born. Lo que fue a finales de la d¨¦cada de 1970 el club La Ceca. ?Te acuerdas de ese sitio?
P. Me acuerdo, sobre todo, de los cubos de agua que nos lanzaban los vecinos airados cuando intent¨¢bamos entrar a tomar algo a las tantas.
R. Pues ese edificio es municipal, as¨ª que ahora estamos en conversaciones con el Ayuntamiento para ver si nos podemos hacer cargo de ¨¦l como espacio para el arte contempor¨¢neo. Hay algunos problemas, relativos, como te puedes imaginar, a qui¨¦n financia la rehabilitaci¨®n y ese tipo de cosas, pero espero poder llegar a un acuerdo. No es que me quiera echar flores, pero gracias a La Santa este barrio recuper¨® el tono que ten¨ªa cuando t¨² y yo ¨¦ramos j¨®venes.
Editor de prensa alternativa en las d¨¦cadas de 1970 y 1980, y galerista en la de 1990, busca nueva sede para La Santa y prepara una revista gratuita
P. ?Cu¨¢nto hace de la creaci¨®n de La Santa?
R. Unos siete a?os y medio, m¨¢s o menos. En esa ¨¦poca conoc¨ª a Gigi Riveros, mi socia, que es chilena y hab¨ªa aterrizado en Barcelona despu¨¦s de una larga estancia en Suiza. Con ella conoc¨ª otra Barcelona, una Barcelona alternativa y joven compuesta, b¨¢sicamente, por extranjeros. Gente interesada en el arte que organizaba fiestas, performances y todo tipo de actividades l¨²dico-creativas. Me enganch¨¦ a su historia y as¨ª naci¨® La Santa, un proyecto dirigido m¨¢s a la gente en general que a los coleccionistas en particular. La verdad es que yo no he visto a un coleccionista en La Santa durante todos estos a?os. Y tampoco lo lamento. La verdad es que llamamos coleccionistas a lo que en realidad son meros inversores, a gente que s¨®lo compra en funci¨®n de lo que puede ganar a la larga. En fin, me temo que los coleccionistas siempre han sido as¨ª, aunque quede muy bien decir que gracias a ellos el arte ha sobrevivido.
P. ?Y c¨®mo hab¨¦is sobrevivido?
R. De varias maneras. Con ventas. Con subvenciones. Con patrocinio empresarial. Eso s¨ª, de la Generalitat nunca hemos recibido ni un duro. A esa gente se le llena la boca con la cultura, pero no s¨¦ muy bien qu¨¦ es lo que entienden por cultura. Igual se refieren a la cosa esta simiesca de subirse uno encima del otro, lo de los castellers.
P. ?No es un poco arriesgado dejar este local de la calle de Guillem sin tener segura La Ceca?
R. Bueno, la empresa ha evolucionado y ya no nos es tan necesario disponer de un local. Y adem¨¢s ¨¦ste se hab¨ªa quedado peque?o para los planes que tenemos entre manos. Ha cumplido su funci¨®n, especialmente en la ¨¦poca en que cada jueves ten¨ªamos una performance y esto se llenaba de gente. En los ¨²ltimos tiempos hemos evolucionado hacia otro tipo de asuntos, hacia una especie de comisariados para proyectos concretos, como la exposici¨®n que montamos sobre el nuevo arte suizo o la est¨¦tica Michelin. Por cierto, estamos preparando una segunda edici¨®n ampliada del homenaje al mundo Bibendum. Con nuevos artistas espa?oles y extranjeros. Evidentemente, nuestro amigo Pere Joan, que siempre ha estado obsesionado por el personaje de los neum¨¢ticos, ya se ha apuntado.
P. En la d¨¦cada de 1970 fuiste el m¨¢s notorio editor underground con la revista Star.
R. Y luego edit¨¦ el tebeo B¨¦same mucho, que primero coordinaste t¨² y luego Ignacio Vidal-Folch. ?Y del que nadie habla nunca!
P. ?No echas de menos el editar revistas?
R. Voy a volver a la carga este a?o con una revista gratuita. A¨²n no puedo decirte exactamente de qu¨¦ va, pero s¨ª que no es como las que existen. Me hace bastante ilusi¨®n. Pero claro, el planteamiento es diferente al que podr¨ªa haber tenido el Star si no me hubiera visto obligado a cerrarlo en 1980.
P. ?Tan mal estaban las cosas?
R. Mira, yo no quer¨ªa seguir haciendo una revista underground. Yo quer¨ªa convertir Star en algo como la norteamericana Rolling Stone o la francesa Actuel, que en paz descanse. Y no me salieron los c¨¢lculos: no hab¨ªa publicidad, no hab¨ªa patrocinio, eran otros tiempos. Y mont¨¦ el B¨¦same mucho, aunque la verdad es que ya me ol¨ªa que esto de los tebeos, desgraciadamente, no ten¨ªa mucho futuro. Podr¨ªa haberme emperrado en seguir editando c¨®mics y prensa alternativa, pero lo cierto es que nunca he sido un creyente de nada. Y para algunas cosas hay que tener demasiada fe.
P. Hablando de fe, ?por qu¨¦ bautizasteis vuestro invento como La Santa?
R. Eso tiene un origen peculiar. La editorial de mi padre, ya clausurada, se dedic¨® durante un tiempo a la edici¨®n de libros de encargo. Ven¨ªa la gente a verte, dec¨ªa lo que quer¨ªa, se le hac¨ªa un presupuesto y adelante. No s¨¦ por qu¨¦ empezaron a aparecer congregaciones marianas de Madrid, monjas de Zaragoza y dem¨¢s, con lo que, de repente, nos encontramos dedicados a los libros piadosos. As¨ª que cuando Gigi y yo montamos La Santa ¨¦se fue el nombre que nos pareci¨® m¨¢s adecuado.
P. Supongo que recuerdas con agrado tu ¨¦poca underground.
R. S¨ª, claro, aunque es curioso que nunca se acuerden de nosotros. Es como si no hubi¨¦ramos estado durante la transici¨®n. Es cierto que pol¨ªticamente no nos hicimos notar mucho, y tal vez por eso otros han escrito la historia. Pero a un nivel social y cultural los alternativos pusimos nuestro granito de arena. A m¨ª tambi¨¦n me secuestraron la revista varias veces. Y me clavaron buenas multas. Con un especial del Gato Fritz, de Robert Crumb, por ejemplo; o cuando nada m¨¢s morirse Franco publicamos aquella portada de Montxo Algora que era una especie de sarc¨¢stico retrato pop del general. Creo que Star es una revista que, entre su nacimiento en 1974 y su defunci¨®n en 1980, contribuy¨® a definir una ¨¦poca. O, por lo menos, un determinado punto de vista sobre esa ¨¦poca.
P. ?Conservas intacto tu amor por la m¨²sica pop?
R. Bueno, tengo casi 50 a?os y es posible que no est¨¦ muy al d¨ªa. A veces oigo cosas que me interesan. Pero la verdad es que lo que m¨¢s me apetecer¨ªa ser¨ªa poder pasar al formato digital todos mis discos rayados de vinilo.
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