Los jueces afirman que las ¨®rdenes de alejamiento se vulneran porque no existe un control policial
El Servicio de Atenci¨®n a las V¨ªctimas de delitos violentos abre 140 expedientes en su primer a?o
Mercedes L¨®pez, oficial del Servicio de Atenci¨®n a las V¨ªctimas de delitos violentos (SAV) de los juzgados de la plaza de Castilla, tambi¨¦n coincide con los jueces en que las ¨®rdenes de alejamiento se incumplen. Por su departamento -que el a?o pasado tramit¨® 140 expedientes por delitos de este tipo- han desfilado mujeres quej¨¢ndose de la ineficacia de dichas medidas. 'El juez prohibi¨® a mi ex marido que se acercase a casa, pero ¨¦l viene cuando quiere', recuerda que se lamentaba una de ellas.
El alejamiento inmediato del domicilio familiar, sin esperar a que se produzca la sentencia, y el endurecimiento de las penas para los reincidentes forman parte de la medidas introducidas en la Ley Org¨¢nica 14/1999 de 9 de junio, que modific¨® algunos apartados del C¨®digo Penal de 1995.
Con los actuales medios, la eficacia del alejamiento -tambi¨¦n llamado extra?amiento en la terminolog¨ªa jur¨ªdica- siembra dudas incluso entre los jueces. 'Al no existir ning¨²n control ni seguimiento de esta medida cautelar, porque ni hay ni puede haber un polic¨ªa detr¨¢s de cada agresor, nadie sabe ni la hora que es', destaca un magistrado.
El parco n¨²mero de resoluciones de este tipo dictadas por los jueces de la capital desde que entr¨® en vigor esta norma se debe a que, en general, los magistrados son reticentes a utilizar este mecanismo legal a partir de una mera denuncia. 'Es una temeridad alejar a un c¨®nyuge de su domicilio bas¨¢ndose s¨®lo en el contenido de una denuncia', afirma el titular del Juzgado de Instrucci¨®n 1 de Madrid, Carlos Mart¨ªn. Y lo razona: 'A veces se producen resoluciones incompatibles sobre un mismo asunto. Por ejemplo, nosotros, bas¨¢ndonos en la denuncia de la v¨ªctima, alejamos al supuesto agresor de su domicilio. Y luego resulta que el juez de familia concede la custodia y el uso del domicilio al alejado. Obviamente, nos obliga a revocar ese auto, porque el juez de familia toma su decisi¨®n tras haber o¨ªdo a todas las partes y tener una idea m¨¢s real del conflicto'.
Redactar estos autos (que limitan la estancia del supuesto agresor en un per¨ªmetro en torno al domicilio) tambi¨¦n resulta complejo, se?ala otro magistrado: 'Algunos afectados trabajan muy cerca de sus casas, y no es cuesti¨®n de impedirles ir al trabajo, que, por otro lado, en muchos casos suele ser el sustento familiar'.
Ineficacia
Mercedes L¨®pez admite que por el SAV han pasado algunas mujeres quej¨¢ndose de la ineficacia del auto judicial. 'Saben que no hay un seguimiento policial de la medida y que nos les pasar¨¢ nada, por eso [los agresores] incumplen la prohibici¨®n judicial'.
En la memoria de actividades del a?o 2000 del SAV, creado hace algo m¨¢s un a?o, el juez decano de Madrid, Fernando Fern¨¢ndez, reclama 'm¨¢s medios' y 'mayor coordinaci¨®n' entre los sectores policiales y judiciales para controlar y actuar contra los casos de violencia dom¨¦stica: 'Es necesario establecer un protocolo de intervenci¨®n entre todos los departamentos implicados -polic¨ªa, hospitales, ayuntamientos, Instituto de la Mujer- que redunde en una mejor calidad de este servicio', se?ala Fern¨¢ndez.
El SAV dispone en los juzgados de la plaza de Castilla de un psic¨®logo, un trabajador social y un oficial administrativo. Su cometido es acompa?ar a las v¨ªctimas en los juicios, proporcionarles un abogado para que redacten las denuncias, tratarlas psicol¨®gicamente si es preciso e informarles sobre las indemnizaciones que establece el Gobierno para las v¨ªctimas de delitos cuyos autores son insolventes o desconocidos.
En su primer a?o de funcionamiento, aparte de asesorar por tel¨¦fono a m¨¢s de 500 v¨ªctimas, el SAV ha abierto 140 expedientes a personas que acudieron a este servicio enviadas por los jueces, tras interrogarlas, o por conocidos. De los 140 expedientes, 25 eran de inmigrantes, la mayor¨ªa mujeres marroqu¨ªes y ecuatorianas. La violencia dom¨¦stica es el delito m¨¢s denunciado (el 70% de los 140 expedientes, es decir, 98 casos), seguido de las agresiones sexuales (15 casos).
El juez decano elogia la labor de este departamento y quiere que los madrile?os lo conozcan mejor. 'Pese a no contar con suficiente espacio f¨ªsico para atender a las v¨ªctimas -especialmente a los menores que sufren abusos sexuales- y garantizar un m¨ªnimo de intimidad, el SAV est¨¢ desarrollando un programa de atenci¨®n psicol¨®gica a las v¨ªctimas con estr¨¦s postraum¨¢tico y otro de terapia grupal para v¨ªctimas de ataques sexuales', explica Fern¨¢ndez.
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