Clinton defiende un Estado palestino

'No puede haber una soluci¨®n aut¨¦ntica del conflicto de Oriente Pr¨®ximo sin un Estado palestino soberano y viable', declar¨® en la noche del domingo Bill Clinton en un discurso de despedida ante las organizaciones jud¨ªas neoyorquinas. En sus comentarios p¨²blicos m¨¢s claros y comprometidos en los ¨²ltimos ocho a?os, Clinton afirm¨® que Jerusal¨¦n debe ser al mismo tiempo 'una ciudad abierta y no dividida' y la 'capital reconocida internacionalmente de dos Estados: Israel y Palestina'.

Nunca en las largas d¨¦cadas del conflicto de Oriente Pr¨®ximo un presidente de EE UU hab¨ªa expresado oficialmente el derecho de los palestinos a disponer de un Estado en Tierra Santa, con capital en Jerusal¨¦n. L¨¢stima que esa f¨®rmula, que el sentido com¨²n dicta desde hace a?os a los mediadores de buena voluntad, emerja cuando a Clinton le quedan menos de dos semanas en la Casa Blanca y las partes implicadas llevan semanas de sangrientos enfrentamientos.

Clinton acept¨® en Nueva York que no ver¨¢ hecho realidad su sue?o de conseguir la paz en Tierra Santa antes de abandonar la Casa Blanca, pero quiso dejar constancia personal del contenido de su propuesta del 23 de diciembre a israel¨ªes y palestinos; una propuesta que ni unos ni otros aceptan o rechazan enteramente. Fue su modo de dejar oficialmente huella de sus ideas en los libros de historia.

Clinton se opuso al deseo palestino de que un acuerdo final de paz contemple el derecho de los refugiados a regresar a lo que hoy es el Estado de Israel. Esa posibilidad, se?al¨®, amenazar¨ªa 'los fundamentos mismos' del Estado jud¨ªo. Los refugiados, seg¨²n Clinton, deber¨ªan ser acogidos en el futuro Estado de Palestina o deber¨ªan encontrar acomodo permanente en pa¨ªses ¨¢rabes como Jordania y L¨ªbano, en los que viven desde hace d¨¦cadas. Israel podr¨ªa acoger a algunos, pero a trav¨¦s de 'decisiones soberanas'. EE UU, dijo Clinton, tendr¨ªa embajadas en 'las dos capitales' que compartir¨ªan, sin divisiones f¨ªsicas, el espacio de Jerusal¨¦n.