Carta a Jos¨¦ Cura

He le¨ªdo en la prensa el comunicado que usted ha presentado explicando, seg¨²n su criterio, las razones de su comportamiento al final de la representaci¨®n de Il trovatore en el Teatro Real. La indignaci¨®n que sent¨ªa al o¨ªrle por la radio se ha acrecentado al ver que usted contin¨²a convencido de haber actuado correctamente.

Yo no soy periodista ni music¨®logo o cr¨ªtico; soy un simple trabajador de un hospital que ama profundamente la ¨®pera y que paga con mucho esfuerzo el abono de temporada. Usted tiene una voz maravillosa y ¨²nica, pero no sabe cantar. Le falta t¨¦cnica, le falta elegancia, control de respiraci¨®n y le sobra soberbia.

Yo le o¨ª el a?o pasado el Otello y le aplaud¨ª, aunque me di cuenta de sus carencias. El Manrico es otra cosa. No se puede cantar Ah s¨¬, ben mio a 'mordiscos', como lo cant¨® usted. Su compa?ero Grigoriam, a quien o¨ª en vivo en el teatro, incluso elimin¨® palabras y notas escritas por Verdi. Eso es intolerable, pero ¨¦1 acept¨® el abucheo, para el que cualquier artista debe estar preparado con dignidad, no s¨®lo para el aplauso.

Para terminar, su amenaza acerca de que muchos cantantes no quieren venir a Madrid es pat¨¦tica.

Si alg¨²n cantante ha recibido cr¨ªticas, se las habr¨¢ merecido. Por cierto, yo no suelo abuchear, pero si hubiera estado en el teatro esa noche me hubiera usted escuchado, y le aseguro que yo no 'huelo mal'.