La oposici¨®n al GIL se propone destituir hoy a 100 altos cargos de Ceuta

El PP y los cinco consejeros tr¨¢nsfugas del Grupo Independiente Liberal (GIL) empiezan hoy a gobernar en la sombra la ciudad aut¨®noma de Ceuta. Tras lograr la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento local, no esperar¨¢n a que el presidente, Antonio Sampietro, hospitalizado en Marbella (M¨¢laga) con riesgo de infarto, presente la dimisi¨®n. Ayer anunciaron su prop¨®sito de destituir al centenar de altos cargos nombrados por el GIL -cuyos sueldos suman 1.007 millones anuales- y hacerse con el control de las tres sociedades municipales que sustentan la gesti¨®n de gobierno.

Este golpe de mano de la oposici¨®n se produjo a la misma hora en que el Gobierno legal del GIL tomaba posesi¨®n de tres consejer¨ªas, en sustituci¨®n de parte de los fugados, mientras trataban de fraguar un nuevo pacto que les permita continuar en el poder.

El caos y el desgobierno que vive la ciudad de Ceuta comienza a rozar el esperpento. En la noche del pasado martes, la c¨²pula del PP y los cinco consejeros fugados del GIL en los ¨²ltimos 15 d¨ªas firmaban un acuerdo para repartirse las consejer¨ªas del Gobierno que formar¨ªan tras la supuesta dimisi¨®n de Antonio Sampietro. ?ste hab¨ªa recibido la visita, por la ma?ana, en el hospital de Ceuta, de intermediarios que le trasmitieron el mensaje del PP de que la nueva mayor¨ªa parlamentaria formada por los ocho diputados populares m¨¢s los seis que integran el Grupo Mixto har¨ªan imposible de todo punto su labor de gobierno. Sampietro, acorralado y a¨²n no repuesto del abandono de su consejera de Turismno, A¨ªda Piedra, que abre con su fuga la v¨ªa de la moci¨®n de censura, le pidi¨® que preguntara a los dirigentes del PP sobre las opciones que le podr¨ªan ofrecer para una salida digna de Ejecutivo. Fuentes del partido conservador confirmaron a este peri¨®dico que dichas salidas est¨¢n en estudio, porque la dimisi¨®n del presidente es la mejor soluci¨®n para el relevo de poder que el PP pretende.

Los populares, al igual que el PSOE y en un primer momento tambi¨¦n los diputados del Partido Democr¨¢tico y Social de Ceuta (PDSC) estaban de acuerdo en presentar una moci¨®n de censura contra Sampietro. Para ello precisaban de 13 firmas que no hubieran rubricado la moci¨®n que el propio Sampietro present¨® en agosto de 1999 contra el entonces presidente, Jes¨²s Fortes (PP). Las leyes locales s¨®lo permiten un aval por legislatura para este tipo de iniciativas, y exigen a su vez la mayor¨ªa absoluta de la C¨¢mara. Los cuatro primeros tr¨¢nsfugas del GIL no serv¨ªan en esta operaci¨®n, puesto que ellos firmaron la de Fortes. Sin embargo, A¨ªda Piedra, que no aval¨® en su d¨ªa esta moci¨®n de censura por estar fuera del Gobierno, s¨ª hac¨ªa posible la suma de 13 firmas.

Esta dimisi¨®n ocurri¨® el lunes. Ese mismo d¨ªa, los tres diputados del PDSC, liderado por ceut¨ªes de origen musulm¨¢n, a?adieron a su de petici¨®n de dos consejer¨ªas y una viceconsejer¨ªa, una condici¨®n que al PP le resulta imposible de cumplir: la candidatura de Jes¨²s Fortes, con quien gobernaron durante tres a?os, para sustituir a Sampietro en la presidencia del Gobierno. Fortes ha sido apartado de todos los puestos de direcci¨®n por el PP y los nuevos l¨ªderes locales no desean contar con ¨¦l en ning¨²n aspecto. Por esta raz¨®n el PP, que popondr¨¢ a Juan Vivas Lara como candidato, ha roto la negociaci¨®n con los ceut¨ªes musulmanes y ha abandonado, de momento, la v¨ªa de la moci¨®n de censura.

En este contexto, el PP opta por la dimisi¨®n de Sampietro. 'No se puede gobernar mucho tiempo a golpe de decreto', se?alaron ayer tanto el presidente del PP local, Pedro Gordillo, como Jes¨²s Simarro, ex consejero de Obras P¨²blicas y Medio Ambiente y l¨ªder de los tr¨¢nsfugas del GIL. Ambos protagonizaron la primera demostraci¨®n de fuerza, al convocar a los medios de comunicaci¨®n para anunciar su prop¨®sito de desmantelar hoy mismo el control de Sampietro en las tres principales sociedades municipales y destituir a todos los cargos de confianza de su Gobierno, 86 de los cuales fueron tra¨ªdos por Sampietro desde Marbella y Estepona.

Sin embargo, los aparentemente perdedores no permanecen cruzados de brazos. El vicepresidente primero del Gobiereno del GIL, Manuel de la Rub¨ªa, ha comunicado a su jefe que no dimita puesto que a¨²n queda una baza por jugar. Se tratar¨ªa de un nuevo acuerdo para unir los votos de los siete diputados leales a Sampietro, m¨¢s los tres del PDSC, que, unidos al del propio Fortes y otros dos diputados del PP con los que se negociaba intensamente anoche, lograr¨ªan los 13 votos que Sampietro necesita para continuar en el poder.