10 narradores exploran la ciencia-ficci¨®n en 'Invasores de Marte'

'La apertura de la frontera del espacio lo cambiar¨¢ todo, como lo hace la apertura de cualquier frontera', escribi¨® Arthur C. Clarke en 1965. El cruce de fronteras, literarias en este caso, est¨¢ en la base de Invasores de Marte, el conjunto de relatos en el que 10 narradores espa?oles y latinoamericanos, a propuesta de la editorial Grijalbo-Mondadori y bajo la advocaci¨®n de la m¨ªtica fecha de 2001, exploran el terreno de la ciencia-ficci¨®n y el terror.

La idea de partida era que los 10 escritores trasladaran sus obsesiones personales a los ¨¢mbitos de la ciencia-ficci¨®n y el horror 'y buscaran nuevas met¨¢foras'. Los 10 relatos resultantes de la experiencia, que quiere ser un alegato en favor de la integraci¨®n de los g¨¦neros 'en la corriente principal de la literatura en castellano', son tan dispares como las escrituras de sus autores, pero en todos ellos se advierte el gran placer de transitar por parajes extra?os, por lugares en los que uno puede encontrar -como se lee en el relato de Jes¨²s Llorente- 'tentativas de vida por todas partes, brotes de soja entre las rocas, hiedras cubriendo monta?as de hielo y lava'.

Lirismo, sorpresa, conmoci¨®n, espanto, juego y mucha iron¨ªa, adem¨¢s de gui?os y homenajes a los g¨¦neros de referencia, ti?en la colecci¨®n de relatos, presentada el martes pasado en Barcelona por el especialista en ciencia-ficci¨®n Alejo Cuervo. El primer relato del libro -un volumen que contin¨²a la serie Almanaque de Reservoir Books iniciada con After hours (en ese caso relatos sobre la noche y sus excesos)-, es una deliciosa historia de Roberto Bola?o sobre un tipo que se muere y cuyo cad¨¢ver, sustra¨ªdo de la morgue en la m¨¢s pura tradici¨®n Stevenson, va a parar a manos de un modisto necr¨®filo. El fantasma del muerto no encuentra en principio la situaci¨®n muy graciosa...

En su relato, Andr¨¦s Ehrenhaus saca zombis a escena; Guillem Mart¨ªnez, en el suyo, a unos m¨¢s que peculiares vampiros morcilleros y republicanos, y Naief Yehya inventa un programa de televisi¨®n que pone los pelos de punta. Historia con monstruos, de Rodrigo Fres¨¢n, es de lo mejor del libro: el relato mezcla, entre otros ingredientes, a Diane Arbus -ayer el autor asegur¨® que es cierto que la fot¨®grafa portaba bajo la ropa interior un admin¨ªculo para conservar su sangre menstrual-, los personajes de Freaks y un tipo que hizo de mono figurante en 2001, una odisea del espacio. El relato de Juan Abreu tiene ecos del ciberpunk, mientras que Estampida, de L¨¢zaro Covadlo, es una desasosegadora historia de mutaci¨®n social y f¨ªsica. C¨¦sar Aira traza una civilizaci¨®n de destructores de mundos por juego y Jes¨²s Llorente hilvana la historia de una amistad entre un enfermo terminal y un astronauta que responden a los significativos nombres de Stan y Lem. Jos¨¦ Manuel Prieto, por su parte, escribe sobre el planeta Gea, en el que todos son artistas.

Invasores de Marte se abre con un singular pr¨®logo de Javier Calvo que califica el horror y la ciencia-ficci¨®n de 'cloacas donde se acumulan los desechos de la imaginaci¨®n' y se cierra con un texto sobre la vanguardia literaria de Eloy Fern¨¢ndez Porta.