La sala Cuarta Pared recrea la vida turbulenta del asesino Roberto Zucco

El escritor galo supo de Zucco (nombre real del individuo) por un anuncio de b¨²squeda y captura en el metro y qued¨® arrebatado por la fuerza est¨¦tica de un veintea?ero que mataba porque s¨ª. Rastreando en hemerotecas, el dramaturgo se enter¨® de la vida del chaval y en un telediario le vio encaramado al tejado la c¨¢rcel desafiando al mundo. A Kolt¨¨s le pareci¨® 'un itinerario inveros¨ªmil, el de un personaje m¨ªtico, un h¨¦roe como Sans¨®n o Goliat, monstruos de la fuerza, finalmente abatidos por una piedra o por una mujer', seg¨²n confes¨® al peri¨®dico Le Monde, en septiembre de 1988.

El convulso viaje teatral de Roberto Zucco, al que dar¨¢ vida el actor Trist¨¢n Ulloa, comienza, precisamente, en el tejado de una c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad. Es el punto de partida de un itinerario sangriento, que deja al descubierto una sociedad peligrosa, de progenitores alcoh¨®licos, rufianes, prostitutas, amores locos y suicidio.

Catalizador

Pese a todo, el director del montaje espa?ol no ve en Zucco a un homicida despiadado, sino a 'un catalizador, uno de esos elementos qu¨ªmicos que cambian la esencia de las cosas que tocan'. 'Las personas con las que se encuentra ya no ser¨¢n las mismas, porque Zucco las abre en canal y saca a la luz sus / nuestros complejos y mezquindades escondidos y nos devuelve a la naturaleza regenerados, limpios de esta sociedad que nos ha convertido en c¨ªnicos, ego¨ªstas y capitalistas salvajes', remarca Jes¨²s Salgado.

Junto a Trist¨¢n Ulloa, una quincena de actores encarnar¨¢ a la tropa de v¨ªctimas, cong¨¦neres y perseguidores del impulsivo joven. Al dramaturgo franc¨¦s le cautiv¨® que el tal Zucco se confesara profesional de la muerte: 'Soy un asesino y mi profesi¨®n es matar gente', como recuerdan los programadores. 'Kolt¨¨s nos planta un monstruo que es producto de algo que le rodea y que es lo verdaderamente monstruoso. Es un h¨¦roe en el sentido tr¨¢gico de la palabra', opin¨® ayer Ulloa durante la presentaci¨®n. La actriz Marta Belaustegui, aqu¨ª en su faceta de productora, defini¨® el montaje como 'una taquicardia continua: 17 escenas donde cada personaje vomita ante Zucco todo lo que tiene dentro'.

Roberto Zucco, de Bernard-Marie Kolt¨¨s, por la compa?¨ªa Teatro del Duende. Hasta el 28 de enero, en la sala Cuarta Pared (Ercilla, 17, metro Embajadores), de jueves a domingo, a las 21.00. 1.500 pesetas.