'El PNV debe renunciar a la independencia mientras exista ETA'
Respaldado por los libros que cubren las paredes del despacho de su casa en Vitoria, una vivienda m¨¢s bien modesta, el ex alcalde de la capital alavesa pide a su partido que renuncie a la estrategia independentista hasta que cese la violencia. Dice que el terrorismo deslegitima ese objetivo no s¨®lo para los que practican la violencia, sino tambi¨¦n para el conjunto del nacionalismo.
Pregunta. Usted que es una personalidad del PNV y que sin duda dispone de contactos privilegiados, ?sabe verdaderamente d¨®nde est¨¢ hoy pol¨ªticamente su partido y ad¨®nde se encamina?
Respuesta. Es la pregunta que nos hacemos todos en este momento. Los que nos integramos al partido hace 20 a?os ten¨ªamos muy claro cu¨¢l era el proyecto del PNV para este pa¨ªs y c¨®mo iba a llevarlo a cabo. Ahora estamos desconcertados y confusos, inmersos en una crisis profunda que nace de esos acuerdos o supuestos acuerdos entre ETA, EH y el PNV. ?sta es la verdad. Estamos desconcertados porque la tregua abierta por esos acuerdos fue efectivamente una tregua trampa en la que cay¨® el PNV. Pens¨® que pod¨ªa acabar con la violencia, pero no fue as¨ª y el a?o 2000 ha sido verdaderamente tr¨¢gico. Lo alarmante es que esa crisis no desemboque en una soluci¨®n clara, di¨¢fana, y el problema es que el PNV no ha acertado a¨²n a poner el rumbo adecuado.
P. ?Cu¨¢ndo supo usted de la existencia del pacto con ETA?
R. Yo no lo he sabido nunca. Lo ¨²nico que he sabido de ese pacto es lo que han publicado los medios de comunicaci¨®n. No he tenido ninguna comunicaci¨®n interna.
P. ?Tampoco ahora?
R. Tampoco. Supongo que el presidente del partido inform¨® en su momento a la ejecutiva, pero yo no conozco esa informaci¨®n, que creo que deber¨ªa haberse dado no s¨®lo al conjunto de la militancia del partido, sino tambi¨¦n a todos los ciudadanos vascos.
P. Sorprende que en un partido como el PNV, que presume de tener un sistema de representaci¨®n asambleario, se adopten giros trascendentales como el de la v¨ªa soberanista, por unanimidad, sin que surjan discrepancias en los ¨®rganos dirigentes.
R. S¨ª, quiz¨¢, es algo dif¨ªcil de entender. Es una estructura democr¨¢tica que, finalmente, en su funcionamiento interno deja mucho que desear. Es posible que lo que necesite el PNV es poner al d¨ªa algunas de sus estructuras, como, por ejemplo, la elecci¨®n de sus dirigentes.
P. ?Ve posibilidades de que esta reacci¨®n cr¨ªtica llegue a cuajar dentro de su partido? ?No est¨¢ constre?ida al ¨¢mbito alav¨¦s?
R. Aunque todav¨ªa no haya aflorado a la superficie, en el PNV existe ahora mismo una gran inquietud por el pa¨ªs en general y por nuestro partido. Desde luego, no es cosa de cuatro llamados cr¨ªticos entre comillas, no. Las gentes del PNV no somos irresponsables. No podemos hablar de un movimiento interno o de una corriente, pero s¨ª, sencillamente, de un deseo ferviente de que se produzca una evoluci¨®n, un cambio de rumbo. Eso es algo que se constata en el conjunto del partido y, por lo tanto, no s¨®lo en ?lava, sino tambi¨¦n en Vizcaya y Guip¨²zcoa. Es un deseo que comparten muchos militantes de base y tambi¨¦n dirigentes situados en todos los niveles del PNV. Estoy convencido de que toda esta preocupaci¨®n ir¨¢ tomando cuerpo. Por otro lado, la cosa tampoco se resuelve pidiendo la dimisi¨®n de Xabier Arzalluz. Basta con que el PP lo pida para que la dimisi¨®n no se produzca. Todo grupo humano reacciona cerrando filas cuando su l¨ªder es atacado.
P. ?El lehendakari Ibarretxe deber¨ªa convocar elecciones inmediatamente?
R. No me cabe ninguna duda. Es obvio que debe hacerlo en una situaci¨®n como ¨¦sta en la que no hay Gobierno, sino pura Administraci¨®n. Tiene que haber un cambio y que los electores tomen la palabra. Estamos en un momento cr¨ªtico, porque cada vez vamos peor. A los violentos no se les puede dar ninguna expectativa de que por la violencia puedan conseguir sus fines.
P. Volviendo al diagn¨®stico. ?ETA es el problema o la expresi¨®n del problema?
R. Para m¨ª, es evidente que ETA es el problema, es lo que contamina y gangrena todo. Me gustar¨ªa que mi partido lo viera claro. Se puede entender que como nacionalista mi partido tenga vocaci¨®n independentista, pero no se puede ignorar que, hoy y ahora, en Euskadi la estrategia independentista se est¨¢ llevando a cabo con el apoyo de la violencia terrorista. ETA existe porque EH y todo su entorno quieren que exista. El terrorismo desaparecer¨¢ el d¨ªa que EH, por motivos ¨¦ticos o pol¨ªticos, llegue a la conclusi¨®n de que la violencia no tiene raz¨®n de existir. ETA no va a desaparecer porque se lo diga el PNV o la Iglesia, sino cuando se lo diga su gente.
P. Entonces, ?el PNV debe renunciar a su estrategia independentista mientras exista ETA?
R. A eso iba precisamente. No es s¨®lo que el fin no justifica los medios, es que son tambi¨¦n los medios los que legitiman o deslegitiman los fines. Podemos discutir si el objetivo de una Euskadi independiente unida desde el Ebro al Adour es factible o no, pero, sobre todo, tenemos que tener en cuenta que s¨®lo se puede plantear ese proyecto a partir del poder de seducci¨®n, de la necesidad de convencer a la gente de que la independencia es mucho mejor. El objetivo de la independencia est¨¢ deslegitimado en este momento por los medios violentos que se utilizan. Pero est¨¢ deslegitimado no s¨®lo para aqu¨¦llos que se sirven del terrorismo, sino tambi¨¦n para todos los dem¨¢s.
P. Significa que toda la trayectoria ¨²ltima de su partido, la ponencia de 'ser para decidir' y todo eso...
R. Eso significa que mi partido deber¨ªa decirle a EH que mientras haya violencia el camino de la independencia est¨¢ cerrado, que el PNV s¨®lo se sentir¨¢ legitimado para buscar la independencia el d¨ªa en que la violencia desaparezca y el clima de convivencia pac¨ªfica se instaure. En un clima de violencia, el propio derecho de autodeterminaci¨®n queda negado en s¨ª mismo. Reclamar la autodeterminaci¨®n desde la violencia es una contradicci¨®n insuperable. ?C¨®mo voy a decidir yo libremente mi propio destino si estoy matando, si me est¨¢n matando? Paralelamente, hay que dejar de instrumentalizar a los presos de ETA, hay que llegar a una revisi¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria para cumplir con el objetivo de resocializar a los reclusos. El Gobierno vasco tiene mucho que decir en esto porque la pol¨ªtica penitenciaria es una competencia que le corresponde y que no ha sido asumida. Y si no la ha asumido no creo que sea porque el Gobierno central no se la haya ofrecido, sino porque, como es un marr¨®n, el Gobierno vasco no la quiere.
P. ?El PNV cay¨® en la trampa de Lizarra por la inconsistencia de su cuerpo doctrinal, por el resurgimiento de la ra¨ªz sabiniana o por qu¨¦?
R. Bueno, al partido u organismo que traiga la paz, sea el que sea, habr¨ªa que hacerle un monumento. Mi partido intent¨® que ETA se autodisolviera pensando, y yo el primero, que la tregua era definitiva. ?Por qu¨¦? Porque pareci¨® sensato. ?Qu¨¦ ha pasado para que el PNV haya cre¨ªdo a ETA? Pues no lo s¨¦, no s¨¦ que conversaciones han tenido, no s¨¦ qu¨¦ es lo que ha pasado, no s¨¦ si hab¨ªa pactos secretos.
P. ?La v¨ªa del soberanismo no lleva consigo el riesgo de la p¨¦rdida territorial, de una independencia sin naci¨®n?
R. No hace falta ser un l¨ªder pol¨ªtico para saber que la estrategia independentista para Euskal Herria con Navarra e Iparralde incluidas no tendr¨ªa ninguna posibilidad de triunfar en Iparralde, Navarra, ni en ?lava, contar¨ªa con escasas posibilidades en Vizcaya y, quiz¨¢, con alguna m¨¢s en Guip¨²zcoa. ?Vamos a declarar independiente a Guip¨²zcoa? Cuando llegue la paz me parecer¨¢ muy bien que haya gente que defienda ese proyecto pol¨ªtico, pero tendr¨¢ que hacerlo desde lo que he dicho antes: desde el poder de seducci¨®n. Mientras tanto, puede muy bien ocurrir que un refer¨¦ndum en Espa?a d¨¦ como resultado que los vascos estamos contra la independencia y que el resto de Espa?a est¨¢ a favor, para que les dejemos en paz de una vez.
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