UPN asume por vez primera en su ideario la defensa de la 'nacionalidad navarra'

El partido que preside Miguel Sanz y gobierna en Navarra desea la mayor¨ªa absoluta en el Parlamento foral para verse libre de la pesada carga de tener que pactar permanentemente con la oposici¨®n socialista. Pero UPN tiene 22 esca?os en una c¨¢mara de 50 miembros y sabe que sus opciones de crecimiento natural ha de buscarlas preferencialmente entre quienes se alejaron del partido tras la escisi¨®n encabezada por el ex presidente navarro Juan Cruz Alli en 1996.

Desde entonces, una de las se?as de CDN, que tiene tres parlamentarios, ha sido la defensa de Navarra como comunidad hist¨®rica. El partido de Alli ha ido construyendo un cuerpo doctrinal que define a Navarra como una nacionalidad propia en el marco de un estado plurinacional y ahora UPN ha decidido tomar esa idea y plasmarla en sus documentos congresuales.

Los impulsores de esta estrategia en pos de un electorado reformista han sido el diputado navarro del PP Jaime Ignacio del Burgo y el propio Sanz. La t¨¢ctica consiste en definir a UPN como un partido de 'centro reformista' y asumir la idea de navarridad. De esta forma, los socios navarros de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar separan a la comunidad foral del saco de las regiones espa?olas y deciden reivindicar su inclusi¨®n en la liga de las nacionalidades, destacando su 'naturaleza jur¨ªdica preconstitucional'.

El conocimiento de la ponencia ha despertado las cr¨ªticas de los dirigentes de CDN, especialmente de Alli, quien ha se?alado que UPN act¨²a s¨®lo por 'intereses electoralistas' y se apropia de conceptos en los que no cree. El presidente convergente no ve posible 'conjugar las tesis pol¨ªticas que implican conceptos como navarridad o centro reformista con los intereses de los sectores de la derecha ultranacionalista y radical que perviven en UPN y en su pr¨¢ctica pol¨ªtica diaria'.

Al margen de esa definici¨®n, el Consejo Pol¨ªtico del partido de Sanz ha aprobado otra de las grandes novedades organizativas que aportar¨¢ el congreso. Sus delegados s¨®lo elegir¨¢n de forma directa al presidente y al secretario general del partido, dos de los cuatro cargos unipersonales de la formaci¨®n. La nueva ponencia estatutaria, aprobada por un estrecho margen de votos, permitir¨¢ a Sanz, que ser¨¢ reelegido presidente, elegir a dedo a su vicepresidente, que ser¨¢, con casi total seguridad Rafael Gurrea, hasta ahora secretario general de UPN y vicepresidente del Gobierno foral.

El actual portavoz parlamentario, Alberto Catal¨¢n, quien ser¨¢ designado secretario general, podr¨¢, a su vez, nombrar directamente a un vicesecretario. Se da por descontado que Sanz ser¨¢ el candidato de UPN a la presidencia de Navarra y se mantiene la inc¨®gnita de si ceder¨¢ a la tentaci¨®n de convocar elecciones anticipadas en cuanto le sea posible.

Concentrar el poder

UPN pretende concentrar a¨²n m¨¢s las riendas del poder en su c¨²pula, cuyo comit¨¦ ejecutivo se reducir¨¢ de sus 29 miembros actuales a 23. Excepci¨®n hecha de los cuatro cargos unipersonales, el resto de sus miembros los designar¨¢n tambi¨¦n los delegados.

La asamblea se celebrar¨¢, de esta forma, en un ambiente de euforia y tranquilidad. Los regionalistas, con 4.000 militantes, 58 comit¨¦s locales y un presupuesto el a?o pasado de 230 millones, creen posible emular a Aznar y obtener la mayor¨ªa absoluta en Navarra, bien a costa del hundimiento de CDN o del arrastre de votantes socialistas moderados.

Su ponencia pol¨ªtica reconoce el 'sentido de responsabilidad' del PSN y agradece que les haya elegido como interlocutores en vez de intentar pactos 'donde se prima la exigua representaci¨®n de los partidos nacionalistas o se requiere el apoyo de quienes se niegan a repudiar la violencia como m¨¦todo de acci¨®n pol¨ªtica'.