'Sabemos poco, pero todo el planeta va a cambiar'

Para tener una visi¨®n lo m¨¢s realista posible de la circulaci¨®n de las aguas profundas, los ocean¨®grafos se basan en la composici¨®n qu¨ªmica del agua, enviando al oc¨¦ano botellas que recogen agua de mar a diferentes profundidades. Los investigadores analizan principalmente los elementos nutritivos (fosfatos, nitratos, carbono) 'que componen la producci¨®n biol¨®gica de la superficie. Sabemos que su cantidad es nula en las zonas donde dominan las aguas profundas, y m¨¢xima en las zonas m¨¢s viejas, que han acumulado todo lo que ha ca¨ªdo a la superficie. Esto nos permite tener una visi¨®n completa de la circulaci¨®n profunda', explica Didier Paillard, climat¨®logo franc¨¦s. Este panorama se completa con la dataci¨®n del agua por carbono 14.

Estos estudios in situ y la observaci¨®n de la superficie de los oc¨¦anos realizada por el sat¨¦lite franco-americano Topex-Poseidon han permitido a los ocean¨®grafos tener una idea muy precisa de la circulaci¨®n termosalina. En general, se admite que el ciclo completo se desarrolla en unos mil a?os, o hasta 1.500 a?os para las aguas m¨¢s profundas. Durante cierto tiempo los investigadores partieron de la hip¨®tesis de que la velocidad de las corrientes permanec¨ªa estable durante este periodo de mil a?os. Y eso aun sabiendo que en el pasado, en la ¨¦poca de los ¨²ltimos episodios glaciares, esta velocidad 'pod¨ªa variar de todo a nada, y que se pod¨ªa llegar incluso a una suspensi¨®n total de la circulaci¨®n profunda', a?ade el investigador franc¨¦s. Es lo que ocurri¨® durante las ¨²ltimas glaciaciones, donde se constataron seis interrupciones de este tipo en los testigos oce¨¢nicos.

Esta hip¨®tesis, sin embargo, fue rebatida por un estudio realizado por el estadounidense Wallace Broeker (Science, 5 de noviembre de 1999). Se basaba en el desplazamiento de los clorofluorocarbonos (CFC) en el fondo del oc¨¦ano, un fen¨®meno reciente y bien fechado. El estudio estadounidense constata que la formaci¨®n de las aguas profundas en las proximidades de la Ant¨¢rtida es menos importante que la que constatan habitualmente los marcadores lentos utilizados, 'lo que pone en tela de juicio la visi¨®n cl¨¢sica y puede tener muchas consecuencias, porque las aguas ant¨¢rticas y las del mar de Noruega son las dos regiones del globo en las que se forman las aguas profundas'.

Estos nuevos datos muestran que la circulaci¨®n termosalina es un fen¨®meno complejo que requiere todav¨ªa numerosos estudios. Es una de las razones por las que 'en este momento no podemos decir con certeza si el calentamiento clim¨¢tico tiene ya repercusiones sobre la circulaci¨®n termosalina', a?ade Paillard. 'A¨²n no disponemos de medios para saberlo, porque t¨¦cnicamente las mediciones en el fondo del oc¨¦ano son muy largas'.

Tambi¨¦n es muy dif¨ªcil prever con certeza las consecuencias del calentamiento clim¨¢tico para los oc¨¦anos. 'Sabemos poco, pero todo el planeta va a cambiar. No tenemos las herramientas necesarias para decir cu¨¢ndo y c¨®mo. Sin embargo, incluso si evaluamos mal los efectos futuros del calentamiento clim¨¢tico, estamos seguros de una cosa: la magnitud de la perturbaci¨®n ser¨¢ algo jam¨¢s visto en la historia reciente', asegura Paillard.