La gran decepci¨®n del Che y Musevini
Laurent Desir¨¦ Kabila, de 61 a?os, un veterano guerrillero congol¨¦s denostado en los a?os sesenta por Ernesto Che Guevara por bebedor y mujeriego, fue instalado al frente de una variopinta coalici¨®n de antimobutistas en noviembre de 1996. Su patr¨®n: Ioweri Musevini, presidente de Uganda, y el l¨ªder favorito de EE UU en ?frica. Declarado admirador de Patricio Lumumba, el h¨¦roe de la independencia asesinado por la CIA, Kabila ha ido a morir un d¨ªa antes de que se cumpliera el 40 aniversario de la desaparici¨®n de su mentor ideol¨®gico.
Lo que parec¨ªa en 1997 una simple revuelta de tutsis (los bayamulengues) en el este de Zaire, se transform¨® en pocas semanas en una rebeli¨®n que amenazaba el trono en Kinshasa de Mobutu Sese Seko, el aliado de Francia por excelencia. Entonces, sentado en uno de los palacios de Mobutu en Goma (al este), Kabila hablaba con siete periodistas occidentales tocado de una gorra con el nombre de Marbella en la frente. All¨ª, acomodado en los sillones mobutistas, Kabila promet¨ªa llegar a Kinshasa antes de un a?o. Nadie le crey¨®, ni su jefe militar Andr¨¦ Kissas¨¦, asesinado poco despu¨¦s en misteriosas circunstancias. Tras recorrer sus hombres un pa¨ªs que es casi cinco veces el tama?o de Espa?a, Kabila y sus tropas tomaron la capital. Era mayo de 1997. All¨ª les recibieron como libertadores. No tardaron en apagarse los gritos y las esperanzas. Las promesas de democracia y libertad se esfumaron ese mismo a?o.
Su pol¨ªtica econ¨®mica ha logrado arruinar un pa¨ªs muy pobre con una enloquecida prohibici¨®n de poseer d¨®lares (que quebr¨® importaciones y favoreci¨® el mercado negro). Su r¨¦cord de derechos humanos es peor que el de Mobutu, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional y Human Rights Watch. Ha cerrado peri¨®dicos y encarcelado disidentes. Se le acusa del asesinato de decenas de miles de hutus durante su avance sobre Kinshasa en la primavera de 1997. Este hecho ha lastrado sus relaciones con EE UU, otro de sus mentores en 1997.
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