M¨²sica al taller
San Francisco el Grande repara su ¨®rgano Cavaill¨¦-Coll, de 1884, considerado el mejor de Madrid
Es una joya solitaria. Desde que muriera su orfebre, hace m¨¢s de un a?o, languidece sin brillo en la penumbra del coro del templo andamiado. El templo es San Francisco el Grande. La alhaja, un ¨®rgano construido para la bas¨ªlica madrile?a en 1884 por el mejor organero franc¨¦s de los ¨²ltimos tiempos, Arist¨ªde Cavaill¨¦-Coll. Cost¨® entonces 50.000 francos. Muchos aseguran que, con el del Palacio Real, es el mejor ¨®rgano de Madrid. Tambi¨¦n el m¨¢s c¨¢lido, 'por la sonoridad y dulzura de sus notas', precisa fray Carlos V¨¢zquez. El franciscano alav¨¦s, un enamorado de la m¨²sica, vive en el convento contiguo al templo donde tiene encomendado el cuidado de esa obra maestra hecha para fabricar m¨²sica excelsa. La noticia es que en los pr¨®ximos d¨ªas una firma organera madrile?a comienza la delicada tarea de repararlo de sus achaques.
El ¨®rgano se halla instalado en el lateral izquierdo del coro de la bas¨ªlica, sobre un espacio trapezoidal de 23 pasos de var¨®n maduro de longitud por 14 pasos de fondo. Una siller¨ªa de madera bru?ida, presumiblemente de nogal y semejante a la que se despliega en la sacrist¨ªa procedente del refectorio del monasterio serrano de El Paular, circunda la platea; es, con certeza, el coro m¨¢s espacioso de Madrid. Frente al ¨®rgano, en el otro lateral del coro, se alza una r¨¨plica suya, pintada, que guarda fidelidad con el original. 'Muchos de los que lo ven creen que ¨¦ste es el de verdad', sonr¨ªe fray Carlos, 'pero el bueno es ¨¦se', dice mientras se?ala al Cavaill¨¦-Coll con una mezcla de respeto y afecto. Luego, enciende sus dos l¨¢mparas de globo blanco y una bombilla situada a la altura de las espinillas del m¨²sico. 'Es que fray C¨¢ndido Rial, el organista titular desde antes de la guerra civil, no ve¨ªa bien los pedales y dispuso colocar ah¨ª esa iluminaci¨®n', responde. 'Lo enterramos el a?o pasado', agrega con tristeza.
Las dolencias de este ¨®rgano afectan a su teclado, su sistema neum¨¢tico y a su palanca Barker. Semanas atr¨¢s lo vieron t¨¦cnicos franceses que quer¨ªan desmontarlo y llevarlo pieza a pieza hasta Par¨ªs, para all¨ª examinarlo. Tal es la excelencia de sus componentes. Pero no. Se quedar¨¢ aqu¨ª, en Madrid, por disposici¨®n del Patronato de la Obra P¨ªa de los Santos Lugares, una entidad que data de 1342, hoy vinculada al Ministerio de Asuntos Exteriores; ¨¦ste administra San Francisco el Grande, que regentan los franciscanos. Fuentes de la Obra P¨ªa han aceptado de la firma Luis Val Macho un presupuesto de 3,6 millones de pesetas para repararlo, cifra que otros expertos consideran muy baja para la calidad del ¨®rgano: con su mueble neocl¨¢sico, en madera maciza de roble con molduras y frisos dorados, sus dos teclados en ¨¦bano y marfil, ocho pedales, 26 tiradores de registros y un pedalier de madera de 30 notas y 51 tubos de esta?o gris... Trompeter¨ªa, fuelles y secretos aguardan contenidamente su arreglo. Si todo va bien, la joya solitaria podr¨¢ volver a emitir sus destellos de vidriera pol¨ªcroma e impregnar otra vez, con sus sones de colorido llenos, la anchura interior de San Francisco el Grande, la mayor b¨®veda de Madrid.
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