Un debate abierto
Una cuesti¨®n primordial para un normal funcionamiento de un teatro de ¨®pera es conocer sus intenciones, es decir, su filosof¨ªa, su alcance social, su enfoque art¨ªstico o su planteamiento empresarial. Es algo que corresponde explicar a los directores generales de los teatros, pero en muchas ocasiones no lo hacen, ocupados como est¨¢n en otro tipo de menesteres. Por ello, adquieren un valor especial las consideraciones sobre el Liceo de Barcelona expuestas hace unos d¨ªas por Josep Caminal, con motivo del preg¨®n del concurso de canto Francesc Vi?as. En ellas hace referencia a temas tan fundamentales como los concernientes a las obligaciones de difusi¨®n, propuestas expresivas y sostenimiento econ¨®mico que un teatro l¨ªrico p¨²blico debe afrontar.
Est¨¢ convencido Caminal 'de la inmovilidad del mundo de la ¨®pera respecto del arte y la sociedad de nuestros d¨ªas', calificando esta realidad de 'anomal¨ªa inquietante' y haciendo hincapi¨¦ en las 'resistencias' que han tenido en algunos sectores tanto la pol¨ªtica democr¨¢tica de un Liceo para todos como las dramaturgias no convencionales con las que se han abordado unos pocos t¨ªtulos oper¨ªsticos, resistencias, en palabras de Caminal, 'm¨¢s atentas a las particulares expectativas de cada uno que a una visi¨®n abierta al arte que se ofrece'. Sostiene Caminal la responsabilidad p¨²blica de atender a todas las sensibilidades, entre otras razones, porque el Estado paga el 70% del precio de las localidades, y va a¨²n m¨¢s all¨¢ cuando, como director general, defiende que 'hemos de abandonar las estrategias de dirigirnos a un peque?o n¨²cleo de iniciados con un lenguaje de clan que deja mucha gente al margen, y hemos de evitar asociar la ¨®pera con una petulancia intelectual que parece complacerse en confinarla a la valoraci¨®n de unos elegidos', lo que constituye una aut¨¦ntica declaraci¨®n de principios contra la pedanter¨ªa y el exclusivismo.
Josep Caminal defiende con entusiasmo la utilizaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas para conquistar nuevos p¨²blicos (el DVD de Don Quijote en Barcelona, ¨®pera de Jos¨¦ Luis Turina, Justo Navarro y La Fura dels Baus, estrenada el pasado trimestre, ser¨ªa un primer paso en esta direcci¨®n). 'Eso no es ser visionario, sino simplemente prudente e, incluso, conservador. Quiz¨¢ conservador, pero no suicida', dice Caminal, para a?adir que no es suficiente 'llenar la sala y pensar exclusivamente en una noche de ¨¦xito y aplausos. Eso tambi¨¦n. Pero en la programaci¨®n de los teatros hay que contar con que el futuro no pasa solamente por las salas sino por el amplio espacio de las autopistas de la informaci¨®n'. En el terreno econ¨®mico, adem¨¢s de creer en un desarrollo del marco fiscal de mecenazgo para impulsar nuevas aportaciones de patrocinadores privados, Caminal considera imprescindible una sinton¨ªa de objetivos entre la perspectiva empresarial del teatro y la art¨ªstica. 'Sin rigor presupuestario no es que no se pueda hacer un buen arte, es que no se puede hacer arte alguno'.
El Liceo de Barcelona est¨¢ a punto de cruzar el ecuador de su segunda temporada despu¨¦s de la reconstrucci¨®n. El n¨²mero de abonados en el antes y despu¨¦s del incendio ha ascendido de 7.000 a 18.000, con un proyecto volcado en la apertura a la ciudad que grupos de aficionados de los de toda la vida consideran de corte populista. Sus actividades paralelas, su departamento pedag¨®gico, e incluso sus sesiones golfas para noct¨¢mbulos, han favorecido la aproximaci¨®n al teatro de un p¨²blico plural. Tiene el Liceo de Barcelona, en cualquier caso, problemas graves que resolver -la orquesta, por ejemplo, est¨¢ actualmente a un nivel de calidad inferior al de la Sinf¨®nica de Madrid, titular del Real-, pero al menos hay un discurso art¨ªstico y social definido y ambicioso, algo estimulante en estos tiempos de b¨²squedas permanentes de se?as de identidad.
El reto que deben afrontar hoy los teatros de ¨®pera es complejo por todas las connotaciones puestas en juego. Las reflexiones de Caminal dan algunas pistas sobre obligaciones, vicios y virtudes, entre las dimensiones privadas y p¨²blicas del g¨¦nero l¨ªrico y sus circunstancias. Ser¨ªa muy positivo que otros teatros tambi¨¦n manifestasen sus pensamientos al respecto. El debate sobre qu¨¦ opera, de qu¨¦ manera, con qu¨¦ medios y para qui¨¦n es, en estos momentos, crucial.
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