'Los huidos del GIL no son tr¨¢nsfugas'
Juan Vivas, de 47 a?os, es un economista respetado en Ceuta, de bajo perfil pol¨ªtico, al que ha elegido su partido para una complicada tarea: gobernar con cinco tr¨¢nsfugas del GIL y tratar de normalizar el clima pol¨ªtico de la ciudad aut¨®noma. Pero primero tiene que ahogar al Gobierno del GIL, presidido por Antonio Sampietro, que con s¨®lo siete diputados de un total de 25 quiere aguantar.
Pregunta. ?Por qu¨¦ se ha llegado a esta situaci¨®n en Ceuta?
Respuesta. El GIL no ten¨ªa un proyecto serio y por eso no ha sido capaz de gobernar la ciudad. Eso ha generado unas tensiones en el seno del Gobierno. El trato vejatorio que han recibido ha convencido a cinco personas para dejarlo.
P. Critica esa gesti¨®n pero quiere gobernar con algunos de los que la han protagonizado.
R. Desde marzo de 2000 ellos se manifestaron disconformes con la l¨ªnea pol¨ªtica seguida por Sampietro. Cada uno argumenta razones muy s¨®lidas para justificar su salida: inoperancia, falta de proyecto, desorientaci¨®n y trato personal vejatorio. Estas personas se han comprometido a trabajar para corregir esa situaci¨®n.
P. ?No son tr¨¢nsfugas?
R. El GIL no es una formaci¨®n democr¨¢tica. Ni el PP ni el PSOE lo consideramos as¨ª, por eso no creo que se est¨¦ violando el pacto antitransfuguismo. No creo que quien huye de algo as¨ª sea un tr¨¢nsfuga. Adem¨¢s, estas personas contribuyen a la recuperaci¨®n de un orden ¨¦tico y democr¨¢tico al servicio de la gobernabilidad de Ceuta, y eso hay que tenerlo en cuenta.
P. Bueno, y no quedaba otra salida para echar a Sampietro.
R. Eso, desde el punto de vista pragm¨¢tico, es totalmente cierto, pero yo no quiero olvidar cu¨¢les son los antecedentes y las razones que justifican los comportamientos pol¨ªticos de cada cual.
P. Pero asume que esos tr¨¢nsfugas son corresponsables de la gesti¨®n del GIL, que han levantado la mano cuando hab¨ªa que hacerlo durante 18 meses.
R. Evidentemente. Pero hay que conocer c¨®mo funciona el GIL. Como modelo, est¨¢ basado en unos principios casi del caudillaje. Mientras que est¨¢s en la organizaci¨®n, tienes que estar acatando las decisiones del caudillo.
P. ?No teme que los tr¨¢nsfugas hayan podido establecer compromisos econ¨®micos que vayan a hipotecar su Gobierno?
R. Hay que tener en cuenta que, como les hab¨ªan desplazado dentro del Ejecutivo, las ¨¢reas que ellos llevaban no estaban muy atendidas dentro de la asignaci¨®n de recursos que se hac¨ªa desde Presidencia. Hay que confiar en ellos.
P. ?Por qu¨¦ cree que el GIL ha cometido la torpeza de dejar que se le escape una gente que le era fiel?
R. Sampietro y sus dos vicepresidentes no han sabido mantener la cohesi¨®n y se han dado cuenta adem¨¢s de que su proyecto para Ceuta, donde quer¨ªan hacer otra Marbella, no era realizable.
P. Sampietro conf¨ªa en aguantar contando con tr¨¢nsfugas del PP, entre ellos Jes¨²s Fortes, ex presidente y ahora desplazado por usted.
R. Eso no va a pasar. El PP est¨¢ unido en la Asamblea de la ciudad. Eso forma parte de la permanente intoxicaci¨®n que Sampietro ha llevado a cabo de la imagen del PP. El que se ha roto y est¨¢ dividido es el GIL, no el PP.
P. ?Es posible recuperar la imagen de Ceuta?
R. Nuestro objetivo principal es ¨¦se. Devolver estabilidad y normalidad. Primero queremos corregir la gesti¨®n. Controlar las sociedades municipales, donde el GIL ha hecho y deshecho a su antojo. Hay que acabar con el despilfarro.
P. ?Teme lo que pueda encontrarse en las cuentas municipales?
R. Existen evidencias de que hay una gesti¨®n absolutamente irracional. Hay pruebas de gastos suntuarios en viajes, en hoteles de superlujo. Y las famosas 100.000 pesetas por asistencia a cada consejo de administraci¨®n de las sociedades municipales. Y la partida destinada a la redacci¨®n de proyectos que nunca se van a realizar. Y la n¨®mina de m¨¢s de 100 asesores que representan 1.000 millones de pesetas anuales, 70.000 pesetas por cada familia ceut¨ª. Esto es motivo de inquietud respecto a las hipotecas que durante este a?o y medio hayan podido crearse.
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