Fraudes
Lo supimos esta misma semana: las piedras de Stonehenge, esas que visitamos en alegre manada tur¨ªstica cuando viajamos a la Gran Breta?a con motivo de uno de nuestros kilom¨¦tricos puentes festivos, son m¨¢s falsas que el alma de Judas. Tan falsas como un duro contrahecho o las declaraciones de un ministro en apuros.
Los expertos del ramo han desvelado el fraude: las misteriosas estructuras megal¨ªticas tienen menos que ver con los ritos funerarios de la Edad del Bronce que con las veleidades m¨¢s o menos rom¨¢nticas de una panda de p¨ªcaros nacidos en el siglo XIX y que operaron bien avanzado el XX. La p¨¦trea circunferencia de Stonehenge no se debe, por tanto, a la sabidur¨ªa inici¨¢tica de ning¨²n arquitecto troglodita, sino a unas cuantas gr¨²as que podr¨ªan hacer la competencia a las de Aldaiturriaga. As¨ª se construye la historia y as¨ª nos la transmiten, con paciencia y saliva. Nada nuevo. Nos la meten doblada desde el primer momento. Luego vienen los libros de texto, las leyendas locales, Internet. Lo de siempre. Lo de Stonehenge es una chiquillada comparado con el insuperable fraude de las identidades colectivas, desde R¨®mulo y Remo a la zamarra de Viriato, el pastor lusitano, o el protovasco T¨²bal.
Los druidas aventados seguir¨¢n celebrando sus grotescos festivales lis¨¦rgicos en el centro del condado de Wiltshire, en el centro del c¨ªrculo conc¨¦ntrico del m¨¢gico Stonehenge. Nuestros particulares druidas (no tan lejos de Stonehenge) tambi¨¦n tienen la arraigada costumbre de reunirse al pie de una bandera, de un cromlech o de un hacha, a campo abierto, en el centro del chusco laberinto ideado por gentes similares (p¨ªcaros y rom¨¢nticos, so?adores tronados) a las que levantaron el fraude megal¨ªtico brit¨¢nico. Les da igual que la Historia o el carbono catorce les desmienta. Son gente inasequible al desaliento. Aunque tambi¨¦n es cierto que el timo Stonehenge reporta a Su Graciosa Majestad una buena cantidad de divisas. Es el destino l¨®gico y sensato de esta clase de fraudes: convertirse en inocua materia tur¨ªstica o en parque de atracciones. Es el destino de la Euskadi jur¨¢sica.
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