Miedo al tren de la repatriaci¨®n en Lorca
Los ecuatorianos de Murcia temen expulsiones masivas y dudan entre esconderse o marcharse de Espa?a
V¨ªctor, uno de los 150.000 ecuatorianos que carece de papeles para trabajar y residir en Espa?a, es consciente de que, en pocas horas, con la entrada en vigor de la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa, pueden ser expulsados por el procedimiento de urgencia. Hasta ahora, residir o trabajar sin permiso se castigaba con una multa y no era causa de expulsi¨®n. Seg¨²n c¨¢lculos de C¨¢ritas, hay 300.000 personas en esa situaci¨®n en Espa?a.
'Tengo m¨¢s miedo del tren que viene el martes que del que mat¨® a mis compa?eros el d¨ªa 3 de enero. El tren del martes es m¨¢s grande y nos lleva a todos', dice V¨ªctor en alusi¨®n al accidente en el que murieron 12 de sus compatriotas. En Lorca, la comunidad ecuatoriana vive con una mezcla de temor y desconcierto las horas previas a la entrada en vigor de la nueva legislaci¨®n. Las especulaciones se multiplican entre los inmigrantes, que dudan entre irse a otras ciudades, esperar en sus viviendas los acontecimientos de las primeras horas o seguir con su vida normal.
Javier Salazar Ocampo, que cambi¨® los estudios de Medicina por la recolecci¨®n de lechugas y br¨¦col, ha optado por abandonar Lorca despu¨¦s de cuatro meses de altibajos laborales. Su situaci¨®n es menos acuciante que la de muchos compatriotas que a¨²n no han liquidado la hipoteca que han dejado en su pa¨ªs: 'A m¨ª me dar¨ªa igual si me regresan porque no tengo deuda, pero la gente est¨¢ muy asustada, algunos se van a ir a cortijos al campo'.
Algunos ecuatorianos superar¨¢n las primeras horas de la ley encerrados en casa, aunque la situaci¨®n dom¨¦stica de la mayor¨ªa de irregulares, que se han encontrado sin trabajo desde el accidente del 3 de enero, es apremiante, como el caso de Narcisa Cuasqu¨¦n: 'Ya no tenemos dinero para comprar, ahora que no ganamos, como una sola vez al d¨ªa'. 'Dicen que con la nueva ley, ya no podremos salir a enganchar ni salir a caminar', a?ade.
La incertidumbre generada por el cambio legal tambi¨¦n asusta a los empresarios, que llevan dos semanas sin contratar irregulares por miedo a ser encausados. El patr¨®n de Jos¨¦ Javier Enr¨ªquez, de 19 a?os, le ha pedido que abandone su trabajo, y la casa que le hab¨ªa cedido, durante unos d¨ªas. 'Toca esperar hasta el mi¨¦rcoles, si me botan de aqu¨ª me ir¨¦ a Italia o Israel', dice el ecuatoriano, que se ha mudado provisionalmente al piso de unos amigos. 'Esconderse no vale de nada si le van a echar igual', espeta.
S¨®lo los m¨¢s desesperados afrontan con cierta despreocupaci¨®n la entrada en vigor de la Ley de Extranjer¨ªa. A Johny Glenn Vinueza, de 25 a?os, le han ido tan mal las cosas que piensa en la repatriaci¨®n como la ¨²nica salida al c¨ªrculo en el que est¨¢ inmerso. Sin papeles no hay trabajo ni dinero para pagar la deuda. 'Hasta ayer pensaba seguir en Espa?a, pero uno aqu¨ª vive angustiado'.
En Ecuador estudiaba tercer curso de Derecho. En Lorca se levanta a las 4.00 para preparar su almuerzo -viven tan hacinados en los pisos que establecen turnos en los hornillos de cocina-, una hora antes de salir a buscar trabajo en la plaza del ?valo: 'Si te cogen a veces te llevan tan lejos que tardas casi dos horas en llegar a la finca y regresas a las 22.00, a esa hora vuelves a cocinar y cuando te acuestas son las doce, y as¨ª todos los d¨ªas por 4.000 pesetas, si no te descuentan la furgoneta'. 'Ser¨ªa el primero en irme a la cola para coger los billetes de regreso a Ecuador', concluye.
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