Un ex gerente de Azpiegitura dice que inyectaron para evitar muertos
Javier Intxaurza, ex gerente de la sociedad foral Azpiegitura, dijo ayer en un tono dram¨¢tico durante el juicio por la supuesta estafa de 571 millones de pesetas a la Diputaci¨®n vizca¨ªna en la construcci¨®n de un edificio, que la situaci¨®n que se viv¨ªa cuando el nuevo equipo se hizo cargo de la obra, en septiembre de 1991, era de 'una tensi¨®n terrible'. Por esas fechas, seg¨²n relat¨® el directivo, la direcci¨®n de la obra, con el arquitecto Alberto L¨®pez a la cabeza, comunic¨® a los responsable de la sociedad que hab¨ªa que seguir inyectando un n¨²mero indeterminado de metros c¨²bicos bajo las casas colindantes al edificio en construcci¨®n porque hab¨ªa un 'riesgo de que se vinieran abajo'. 'El ambiente que se respiraba era de gran tensi¨®n. Se hablaba incluso del peligro para la vida de las personas', dijo.
Desde un principio, a Intxaurza el precio de las inyecciones de sulfatos y cemento (55.000 pesetas poe metro c¨²bico) le pareci¨® 'caro'. Pero tras comprobarlo con la empresa Tecnilan -que lo cifr¨® en una horquilla entre 51.000 y 72.000-, lo acept¨®. 'Me dijeron que era correcto para peque?os vol¨²menes, aunque en un volumen tan elevado [m¨¢s de 11.000 metros c¨²bicos] se pod¨ªa ver el precio'.
Adem¨¢s, los datos proporcionados por L¨®pez a Azpiegitura inclu¨ªan un desfase de 2.300 metros c¨²bicos sobre lo previsto en la primera fase de inyecciones.
Todo ello segu¨ªa encareciendo la obra, que para entonces ya hab¨ªa sumado al presupuesto inicial (640 millones) otros 335 millones. Desde Azpiegitura se pidi¨® a la direcci¨®n de obra que controlara la nueva tanda de infiltraciones qu¨ªmicas para 'no incurrir ni en exceso ni en defecto', seg¨²n escribi¨® Intxaurza al arquitecto en diciembre de 1991, en una carta en que la sociedad asum¨ªa las inyecciones y daba luz verde a la construcci¨®n de cinco s¨®tanos en vez de tres.
Desviaci¨®n millonaria
S¨®lo la habilidad de la defensa del constructor I?aki Ere?o hizo posible que por fin se trasladara a la sala el coste total de la obra. Ya se lo pregunt¨® el d¨ªa anterior al diputado de presidencia, Jos¨¦ Luis Bilbao, pero ¨¦ste no lo pudo concretar porque abandon¨® Azpiegitura antes de la liquidaci¨®n final. En el segundo intento, el abogado ?ngel Gaminde pregunt¨® al arquitecto de Azpiegitura, Jos¨¦ F¨¦lix Campo, qu¨¦ consideraba una desviaci¨®n presupuestaria normal. 'Puede llegarse hasta un 5% de lo inicialmente presupuestado', respondi¨® Campo. Aunque el proyecto del primer edificio y el segundo son diferentes en vol¨²menes, alturas, usos y s¨®tanos, de los 640 millones se pas¨® a m¨¢s de 2.213 millones, seg¨²n los datos oficiales de la Diputaci¨®n aportados por Gaminde.
Tanto Intxaurza como Campo y el aparejador Jos¨¦ Ram¨®n Jayo, coincidieron al decir que el informe de la nueva direcci¨®n de obra, Idom, revel¨® obra pagada pero no realizada en cimentaci¨®n, pero no en inyecciones, donde fiscal¨ªa y acusaci¨®n localizan la estafa.
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