Sin noticias de Iv¨¢n de la Pe?a
El centrocampista del Barcelona ha pasado inadvertido en su regreso al f¨²tbol espa?ol
Iv¨¢n de la Pe?a, por lo mucho que parec¨ªa destinado a representar en el f¨²tbol espa?ol, encabeza la lista de decepciones de lo que va de temporada. Pero se dieron m¨¢s
- Iv¨¢n de la Pe?a (Barcelona). En el tumulto provocado por el fichaje de Figo por el Madrid, algunas decisiones del Barcelona parecieron m¨¢s relacionadas con la demagogia que con las necesidades del equipo. S¨®lo as¨ª se entiende el fichaje y la actual situaci¨®n de Iv¨¢n de la Pe?a. Ni juega, ni se le espera. No es su culpa. Nada de lo que ahora hace es diferente de lo que hac¨ªa cuando se fue del Bar?a. Es el drama de un jugador cada vez menos due?o de su carrera.
- Dutruel (Barcelona). Se queja de su situaci¨®n, pero no ha hecho ning¨²n m¨¦rito para proclamar su superioridad sobre un portero de 18 a?os: Reina. Jug¨® al borde de un ataque de nervios en el comienzo de la temporada, y se le puede relacionar directamente con la eliminaci¨®n del Bar?a en la Liga de Campeones. Hay camisetas que imponen mucho. Y ¨¦sa es una de ellas.
- Flavio (Real Madrid). Imposible justificar el pago de 4.000 millones de pesetas por un futbolista sobrevalorado. ?Qu¨¦ le define como jugador? No se sabe. Bueno, viene de Brasil y eso da mucho lustre. Cuando ha jugado en el Madrid, ha decepcionado. Sin vigor, sin criterio, sin car¨¢cter para asumir la responsabilidad de jugar en el Madrid. Un ejemplo de los misterios que mueven el mercado del f¨²tbol.
- Arif (Real Sociedad). Es Arif, pero podr¨ªa ser cualquiera de los extranjeros que ha fichado la Real Sociedad esta temporada. Dinero a la basura. Por razones desconocidas, lleg¨® de Turqu¨ªa a San Sebasti¨¢n. Dec¨ªan que ten¨ªa clase. No la demostr¨®. Ha regresado al f¨²tbol turco sin mostrar dolor alguno por su fracaso en la Real. Como otros.
- Zahovic (Valencia). Se le tem¨ªa por conflictivo. O eso pareci¨® en el Oporto y en el Olympiakos. No es ¨¦se el problema. Elogiad¨ªsimo en la Eurocopa, lleg¨® al Valencia con el cartel de estrella. Perdi¨® muy pronto la titularidad. Ahora nadie se acuerda de ¨¦l.
- Doriva (Celta). Lo malo de Dunga es que cre¨® una escuela de jugadores intragables: mediocampistas brasile?os incoloros, inodoros e ins¨ªpidos. Doriva es uno. C¨¦sar Sampaio es otro. S¨®lo por citar a dos que juegan en Espa?a.
- Mostovoi (Celta). Un problema de nostalgia. Mostovoi provocaba tanta fascinaci¨®n que ahora se echa de menos su recuerdo. En esta temporada no se ha acercado en ning¨²n momento al jugador que representaba el vistoso juego del Celta. Quiz¨¢ no fuera el alma del equipo, pero s¨ª el jugador m¨¢s representativo.
- Djalminha (Deportivo). O su lado amargo. El mismo jugador bandera del Deportivo es tambi¨¦n la cruz del equipo. No es una cuesti¨®n de defectos futbol¨ªsticos -ya se sabe de su desapego defensivo y de su tendencia a borrarse fuera de Riazor- sino de un car¨¢cter muy dif¨ªcil. Muchas de las complicaciones que sufre el Deportivo vienen por las aparotosos conflictos que provoca el jugador brasile?o.
- Asper (Real Sociedad). Dentro del desastroso papel de la mayor¨ªa de los fichajes extranjeros de la Real, Asper es un caso singular. Su contrataci¨®n acaba con la brillante tradici¨®n de porteros guipuzcoanos en el club donostiarra. Vistos los resultados, para tal viaje no hac¨ªan falta esas alforjas. Asper no evidenci¨® ni un solo m¨¦rito para defender la porter¨ªa de la Real. Con un factor a?adido: se gener¨® tanta pol¨¦mica a su alrededor que el equipo se vio envuelto en la crisis. Y Alberto, un veterano de mil batallas, lo pag¨® m¨¢s que nadie.
- ?scar (Espanyol). Abandon¨® el Bar?a; abandon¨® el Valencia; ?abandonar¨¢ el Espanyol? Pocos jugadores han tenido tanto cr¨¦dito. En cada equipo se ha dicho que se le trataba injustamente, que no se le aprovechaba, que era un jugador de primer orden. Se le espera desde hace cinco a?os y no arranca. Una vez fue un prometedor futbolista con un fino olfato para el gol. Pero eso ocurri¨® hace demasiado tiempo.
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