Tele aqu¨ª, en Glasgow
Comenzamos a sospechar que aqu¨ª, en Madrid, hab¨ªa pol¨ªtico corrupto y que tanta lluvia era un trapicheo mediante el cual nuestra Comunidad habr¨ªa sido transferida, con alevos¨ªa y por mor de desorbitados porcentajes de algo, a, nos tem¨ªamos, la Comunidad c¨¢ntabra, y nos hab¨ªan puesto en Santander, cuando no, en el colmo del esc¨¢ndalo, en Castro Urdiales.
Pero h¨¦te aqu¨ª que la nubosidad, la grisura y el chaparr¨®n fueron a m¨¢s y empezamos a ganar norte hasta concluir que, mientras no se demuestre lo contrario, nos hallamos en Glasgow. Peores acuerdos pol¨ªticos se han firmado a espaldas del contribuyente. 'Yo te pongo en Glasgow y tus vacas ya no son gallegas', por ejemplo; o 'Subiendo Madrid hasta Cantabria, el Estrecho se nos queda en La Mancha y, por ley natural, all¨ª no llega un Tireless'; o '?Qu¨¦ patera ni qu¨¦ patera, si en Glasgow no se da el tomate almeriense!'. Cosas as¨ª.
El caso es que desde que vivimos en Glasgow, como no para de llover, nos quedamos mucho en casa y de alguna manera tenemos que matar el tiempo, como los carniceros del mercado, as¨ª que vemos mucho la tele. Para que no cunda el p¨¢nico geogr¨¢fico entre la poblaci¨®n y se monte la de Madrid es Glasgow, nuestros dirigentes han acordado asimismo que, excepto la lluvia, siempre tan rebelde, haya el menor n¨²mero de elementos que pudieran hacernos sospechar. As¨ª que la tele sigue siendo la misma y estamos llegando a muchas conclusiones de gran calado sociol¨®gico, o sea, cultural, o viceversa. Veamos. Para conocer los rasgos de un car¨¢cter (en el caso que nos ocupa, el del medio de comunicaci¨®n de masas como espejo de la sociedad a la que se dirige -o viceversa, no empecemos con digresiones-, lo primero es definir sus objetivos. Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que, actualmente, el objetivo principal del medio consiste en que las personas que aparecen en pantalla le quiten la peluca, peluqu¨ªn o biso?¨¦ a un contrincante o enemigo que, habiendo o no convenido el precio de su calva con los responsables del programa en cuesti¨®n, dirimen una lucha trist¨ªsima por mantener los falsos pelos en su sitio. Disponemos de documentaci¨®n al respecto. A uno que se proclama autor de la exitosa canci¨®n de una cantante muy rara y muy famosa lograron arrancarle el peluqu¨ªn en Cr¨®nicas marcianas. Con el peluqu¨ªn cayeron varios a?os sobre su cabeza, y sobre su cara una expresi¨®n de desvalimiento que nos provoc¨® verdadera piedad e hizo que casi se nos saltaran las l¨¢grimas. Pero es que aqu¨ª, en Glasgow, con tanta lluvia, acaba uno por ponerse excesivamente melanc¨®lico. El otro d¨ªa, lo mismo: en Canal Nou sal¨ªa otra nueva cantante muy rara y en pos del ¨¦xito y se peleaba con una joven morena que sale con abogados y gente as¨ª y que ha declarado que de peque?a su sue?o era salir desnuda en Intervi¨². Bueno, pues la morena amenaz¨® a la cantante en pos del ¨¦xito, se abalanz¨® sobre ella y le tir¨® de la peluca. Aunque se rompi¨® una u?a y acab¨® despatarrada, no logr¨® quit¨¢rsela del todo, pero se la dej¨® torcida y le rompi¨® dos costillas.
Los climas inh¨®spitos siempre han provocado comprensibles reacciones violentas en quienes los sufren, que es lo que est¨¢ pasando aqu¨ª, en Glasgow. Cuando hay escasez de pelucas, salen muchos abuelos que llevan de paseo a nietos en coches 4x4; padres que llaman sin ¨¦xito a porterillos autom¨¢ticos pidiendo ver a sus hijos y despu¨¦s aseguran a las c¨¢maras que les acompa?an que se van al juzgado; mujeres que frecuentan aeropuertos sin decir nada, pero saludan antes de entrar en un taxi; otras dicen haber quedado embarazadas de un hombre conocido, pero han abortado naturalmente y no pueden demostrarlo. Cosas as¨ª.
Un d¨ªa pusieron en Telemadrid un reportaje sobre el conflicto en Euskadi, que, tirando desde aqu¨ª, desde Glasgow, es un islote que queda en el mar de Noruega, por ah¨ª, por las islas Feroe. El caso es que sal¨ªan unos cuantos hablando, pol¨ªticos, periodistas y gente as¨ª, y han destituido al director de la cadena porque a Ruiz-Gallard¨®n, que sigue siendo presidente regional de Madrid aqu¨ª en Glasgow, no le hab¨ªa gustado alguno de los invitados.
Yo creo que es que ninguno llevaba peluca para poder arranc¨¢rsela. O sea, un rollo.
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