ETA asesina con una bomba lapa al cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebasti¨¢n
El artefacto, con cuatro kilos de dinamita, mat¨® en el acto a Ram¨®n D¨ªaz, militante de CC OO
El cocinero de la Comandancia de Marina de San Sebasti¨¢n, Ram¨®n D¨ªaz Garc¨ªa, de 51 a?os y nacido en Salamanca, fue asesinado ayer por ETA con una bomba lapa de cuatro kilos de dinamita adosada a los bajos de su coche, un Ford Orion que ten¨ªa aparcado a una veintena de metros de su casa, situada en el centro del barrio de Loyola de la capital guipuzcoana, donde se encuentra el acuartelamiento militar de la ciudad. La explosi¨®n caus¨® tambi¨¦n heridas leves a cinco personas, tres de las cuales fueron trasladadas al Hospital Nuestra Se?ora de Ar¨¢nzazu con lesiones en los t¨ªmpanos.
El atentado mortal se produjo poco despu¨¦s de las siete y media de la ma?ana, cuando la v¨ªctima dio marcha atr¨¢s con su coche, estacionado en bater¨ªa en la calle Sierra de Aralar, para dirigirse a su trabajo en la Comandancia de Marina del puerto de San Sebasti¨¢n. Ram¨®n D¨ªaz acababa de desayunar y ojear el peri¨®dico en compa?¨ªa de dos amigos en el bar Etxarri. Uno de ellos sali¨® con ¨¦l del bar y, cuando ya se dirig¨ªa hacia su coche aparcado en segunda fila, presenci¨® la fuerte deflagraci¨®n de la que le protegi¨® una furgoneta aparcada en medio.
Como consecuencia de la potente explosi¨®n de la bomba lapa, fabricada con un sistema antimovimiento que la activ¨® al ponerse el coche en marcha, Ram¨®n D¨ªaz, un empleado civil del Ej¨¦rcito, militante de Comisiones Obreras, sali¨® despedido de su asiento por el techo del turismo y su cuerpo qued¨® tendido en el asfalto, junto al amasijo de hierros en que qued¨® reducido su veh¨ªculo. La deflagraci¨®n produjo la rotura de cristales de las casas colindantes, incluidos los del citado bar. El fuerte impacto y los graves destrozos causados por la explosi¨®n hicieron pensar a los vecinos en los primeros momentos que pod¨ªa haber estallado un coche bomba.
El atentado conmocion¨® al humilde barrio de Loyola, que tiene una marcada identidad propia y est¨¢ situado en uno de los extremos de la ciudad, junto al meandro del r¨ªo Urumea, donde se encuentra el acuartelamiento militar. Con una poblaci¨®n que vota mayoritariamente al PSE-EE, la izquierda abertzale goza tambi¨¦n de fuerte implantaci¨®n social y es la segunda fuerza pol¨ªtica en la zona, muy por encima del nacionalismo moderado.
Los amigos de la v¨ªctima que hab¨ªan desayunado con ¨¦l poco antes permanec¨ªan at¨®nitos, en la calle, sin poder dar cr¨¦dito a lo que acababa de ocurrir. Como ellos, muchos espont¨¢neos se paseaban sin rumbo, dispuestos a defender ante los medios informativos a Ram¨®n D¨ªaz, cuya personalidad elogiaron, as¨ª como a su familia. El ¨²nico hermano de la v¨ªctima, acompa?ado de su hija y su peque?a nieta, se acerc¨® desde el barrio de Martutene a visitar a la viuda y los hijos, pero se neg¨® a hacer declaraciones a la prensa. La desesperaci¨®n la hizo patente un cu?ado de Ram¨®n D¨ªaz, quien indic¨® que la v¨ªctima tiene dos hijos abertzales, al expresar p¨²blicamente su furia a todo el que quisiera o¨ªrle: '?Por qu¨¦ han hecho esto? !A ver si tienen los huevos de dar la cara!'.
La teniente de alcalde de San Sebasti¨¢n, Mar¨ªa San Gil, que ayer sustitu¨ªa a Od¨®n Elorza -quien se encuentra en el extranjero-, fue la primera autoridad en llegar al lugar del atentado y visitar en su casa a la viuda y los dos hijos, Aintzane y Arkaitz. Poco despu¨¦s el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, mostraba su consternaci¨®n por este atentado mortal, el quinto que protagoniza el comando Donosti desde el final de la tregua, al igual que el delegado del Gobierno, Enrique Villar, quien se acerc¨® desde Vitoria hasta la capital guipuzcoana.
El lehendakari, Juan Jos¨¦ Ibarretxe, se desplaz¨® tambi¨¦n a San Sebasti¨¢n para estar presente en la concentraci¨®n de 15 minutos de silencio que se celebr¨® en los jardines de Alderdi Eder. Y el diputado general de Guip¨²zcoa, Rom¨¢n Sudupe, que se encontraba en Berl¨ªn, interrumpi¨® su visita para regresar a San Sebasti¨¢n y estar hoy presente en la manifestaci¨®n en protesta por este asesinato. La movilizaci¨®n ha sido convocada por Comisiones Obreras, el sindicato en el que militaba la v¨ªctima, y secundada por el Gobierno vasco, la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y el Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n. El funeral por Ram¨®n D¨ªaz se oficiar¨¢ hoy en la Parroquia del Sagrado Coraz¨®n de San Sebasti¨¢n.
'Si lo hicieron con ¨¦l, todos debemos mirar bajo el coche'
'Si lo han hecho con Ram¨®n [ponerle una bomba], tenemos que ir todos con un espejo a mirar bajo el coche'. As¨ª expresaba un conocido de Ram¨®n D¨ªaz su estupor por el atentado, cuya v¨ªctima no s¨®lo no sospechaba que corr¨ªa alg¨²n peligro como para mirar debajo del coche que aparcaba en la calle, sino que adem¨¢s reun¨ªa en su persona numerosas circunstancias que adornan a un buen n¨²mero de donostiarras y vascos. Ram¨®n D¨ªaz era cocinero de profesi¨®n. Se hab¨ªa reciclado en este empleo tras quedar en paro. Y ejerc¨ªa como tal no s¨®lo en la Comandancia de Marina, sino en el Club Deportivo Loyolatarra, en cuya sociedad gastron¨®mica a diario daba de cenar o de comer a las personas o cuadrillas que se lo solicitaran. Tambi¨¦n hab¨ªa sido, durante m¨¢s de diez a?os, parrillero en la Sidrer¨ªa Borda de Astigarraga, donde asaba las chuletas del men¨² durante los meses que duraba la cata de la sidra, entre los meses de enero y abril. Haciendo honor a su condici¨®n, Ram¨®n D¨ªaz hab¨ªa participado como cocinero en la Tamborrada donostiarra el d¨ªa de San Sebasti¨¢n, el 20 de enero, hace s¨®lo una semana, y se preparaba para participar en la comparsa de Caldereros y en las de Carnavales, otros populares festejos donostiarras. Nacido en Salamanca, Ram¨®n D¨ªaz lleg¨® a los 12 a?os a San Sebasti¨¢n, donde se cri¨® con su hermano en el barrio de Martutene, vecino a Loyola. En este barrio vivi¨® el resto de su vida. Su integraci¨®n era total. Se hab¨ªa convertido en un hombre muy popular, un din¨¢mico y t¨ªpico directivo con estrecha participaci¨®n en las distintas actividades del Club Deportivo Loyolatarra, en el que, adem¨¢s de cocinero, ejerc¨ªa de monitor de futuros pelotaris, ayudaba en el club de f¨²tbol Danak y, a trav¨¦s de su hijo Arkaitz, remero del club de remo Ur Kirolak, apoyaba en la medida de sus posibilidades al deporte rey del Pa¨ªs Vasco. Su car¨¢cter afable y abierto, adem¨¢s de generoso, lo reconoc¨ªan ayer personas que, a trav¨¦s de todas estas agrupaciones, hab¨ªan tenido relaci¨®n con ¨¦l. 'Era un detallista y le gustaba sorprender en la cocina', dec¨ªan. Todos se mostraron muy impresionados y les costaba encontrar palabras para explicar la barbaridad del atentado y la profunda impresi¨®n que les hab¨ªa producido este asesinato.
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