El esc¨¢ndalo de los pasaportes salpica a otro alto cargo de Blair

El llamado esc¨¢ndalo favores por pasaportes, que provoc¨® la dimisi¨®n el pasado mi¨¦rcoles del ministro Peter Mandelson, sigue vivo y ramific¨¢ndose por distintos ¨®rganos del Gobierno brit¨¢nico, incluida la oficina del primer ministro, Tony Blair. Las sospechas se centran principalmente en el secretario de Estado de Exteriores con responsabilidad en Europa, Keith Vaz, el ¨²nico miembro del Gobierno de origen asi¨¢tico y conectado desde hace a?os con la familia Hinduja y, en concreto, con Srichand Hinduja, el millonario indio que gan¨® la nacionalidad brit¨¢nica a los pocos meses de patrocinar la C¨²pula del Milenio con una donaci¨®n de unos 275 millones de pesetas.

Vaz consult¨® al ministerio del Interior sobre la fecha prevista del resultado de la tramitaci¨®n y escribi¨® una serie de cartas a un n¨²mero indeterminado de colegas en representaci¨®n de los hermanos Hinduja y otros miembros de la comunidad asi¨¢tica. Se estima que Blair y Mandelson se encuentran entre los destinatarios de las cartas. De momento, Downing Street no ha descubierto en sus archivos ninguna correspondencia del secretario de Estado, quien cuenta con el respaldo del primer ministro. 'Por los papeles que yo he visto, no puedo ver nada incorrecto', dijo ayer Blair.

Por su parte, Vaz niega haber mantenido conversaciones con el jefe del Gobierno laborista sobre la familia india e indic¨® ayer que no tiene ning¨²n inconveniente en hacer p¨²blico el contenido de sus cartas relacionadas con el esc¨¢ndalo. Blair cre¨ªa haber zanjado la pol¨¦mica con el sacrificio de Mandelson y la puesta en marcha de la investigaci¨®n. Pero la oposici¨®n pol¨ªtica y los medios de comunicaci¨®n mantienen la presi¨®n y acusan al Gobierno de parapetarse detr¨¢s de la tarea investigadora encomendada el mi¨¦rcoles al abogado Anthony Hammond.

Los conservadores azuzan la pol¨¦mica y suben el tono de sus cr¨ªticas contra la actuaci¨®n y ¨¦tica del Ejecutivo laborista. Intentan ganar prestigio entre la opini¨®n p¨²blica, que sigue brindando su apoyo, por una diferencia sin precedentes de entre 10 y 20 puntos, al Gobierno de Blair tres a?os despu¨¦s de su aplastante victoria electoral.