La Fira y sus desprop¨®sitos
Menos guapos, se les puede decir de todo. Y no me refiero a los actuales dirigentes -incluido este sant Jaume Tom¨¤s que ahora capitanea la Fira para alegr¨ªa de muchos-, sino a la historia que la Fira ha acarreado, con m¨¢s pena que gloria, en los ¨²ltimos a?os. V¨ªctima ilustre de los guantazos que se daban de balc¨®n a balc¨®n de la plaza, padeci¨® en propia carne los tres desprop¨®sitos que le han hecho perder el liderazgo: la desaparici¨®n de la Corporaci¨®n Metropolitana, que impidi¨® el crecimiento infraestructural que ahora la ahoga; la pol¨ªtica antibarcelonesa que la Generalitat ha practicado con irresponsabilidad y que ha paralizado seriamente sus posibilidades, y finalmente la pol¨ªtica estatal abiertamente militante a favor de Ifema en Madrid, una militancia que ha llegado incluso a la presi¨®n ministerial en contra de Barcelona.
Algo sabe de ello nuestro Tom¨¤s. Abandonada por el Estado, despreciada por la Generalitat y patrimonializada por las municipalidades socialistas -con la pasividad tradicional de la C¨¢mara de Comercio-, la Fira ha llegado a su estado actual. ?Moribunda? Por supuesto que no, con sus 11.000 millones en ingresos, pero indiscutiblemente enferma.
Primero, la ubicaci¨®n. Se ha abandonado el plan de ampliaci¨®n de Montju?c, que garantizaba una feria urbana integrada en la ciudad. Algunos, en su momento, nos preocupamos de demostrar que Montju?c es perfectamente viable -y claramente competitivo-, pero hay un axioma en pol¨ªtica que casi nunca se contradice: un error se supera ampli¨¢ndolo, nunca revoc¨¢ndolo. Y as¨ª nos fuimos a un paraje des¨¦rtico, de imposible ubicaci¨®n, sin conexiones, que incluso tiene nombre p¨¦treo, la Pedrosa de nuestros amores. Esa Pedrosa que convirti¨® el ¨²ltimo Liber en una pel¨ªcula de realismo italiano: llov¨ªa, eran las nueve de la noche, centenares de personas se hab¨ªan trasladado como hab¨ªan podido a Pedrosa y no hab¨ªa manera de volver a Barcelona. 'Fue el caos', explica su presidente.
Ya s¨¦ que me dir¨¢n que el d¨ªa en que todo est¨¦ hecho, y se curen las heridas que caus¨® el Incasol, y le lavemos la cara a la Gran Via, Pedrosa ser¨¢ otra cosa. Pero no. Nunca ser¨¢ otra cosa, nunca podr¨¢ competir si no va acompa?ada de las entradas y salidas a la autov¨ªa de Castelldefels, que no est¨¢n ni proyectadas, si no est¨¢ conectada al aeropuerto y, lo que es m¨¢s importante, si no le llegan los metros prometidos. 'Autobuses lanzadera', nos prometen los de Construmat, y es que este pa¨ªs se inventa globos para disimular que no tiene aviones.
No creo en Pedrosa, aunque quiero que le vaya bonito. No creer¨¦, por mucho arquitecto internacional que me pasen por la cara. Que me pongan un metro, que me ense?en una conexi¨®n con el aeropuerto, que me den un plano de choque para recuperar lo cedido, y algunos recuperaremos la fe. Mientras tanto, queridos, me parece lo vuestro puro dise?o.
Pilar Rahola es periodista y ex concejal del Ayuntamiento de Barcelona.
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