La informaci¨®n emocional de Pla
Casi cuatro meses despu¨¦s de que llegara a la secretar¨ªa del PSPV, Ignasi Pla presenta en sociedad el proyecto socialista para la Comunidad valenciana. Cuatro meses despu¨¦s cumple un rito inici¨¢tico al participar en una conferencia del Club de Encuentro Broseta.
Lo que dijo, y c¨®mo lo dijo, justifica muy poco las expectativas y esperanzas que parece haber despertado. No hubo grandes novedades tem¨¢ticas en su discurso. Su estilo personal fue sim¨¦trico, at¨®nico y sin altibajos. No hubo cortes ni en la entonaci¨®n, ni en el ritmo. La aton¨ªa verbal se acompa?¨® del gesto y rigor desapasionado. ?Qu¨¦ es lo que provoc¨® entonces la confianza y satisfacci¨®n socialista? ?Ser¨¢ verdad, como dicen los expertos, que existe un razonamiento pol¨ªtico acertado pero construido con baja informaci¨®n?
Si analizamos el contenido de su conferencia, no encontramos razones poderosas para las expectativas creadas. No propuso grandes innovaciones; las siete claves del nuevo modelo de desarrollo son las de siempre, las de todos, y tan gen¨¦ricas que las subscribe cualquier partido. M¨¢s a¨²n, introdujo posturas y temas que en otro momento, en otro contexto y en otro l¨ªder habr¨ªan supuesto alg¨²n disgusto que otro. Zapatero habl¨® en el Siglo XXI del socialismo libertario, e Ignasi Pla nos anuncia que el punto de llegada y el motor del proyecto socialista es la persona. Vamos, que de seguir as¨ª echaremos de menos la simple defensa de un socialismo igualitario. Habl¨® tambi¨¦n del emprendedor, un truco sem¨¢ntico para ser pol¨ªticamente correcto cuando se refiere al empresario, pero sin mencionarlo. Nombr¨® mucho m¨¢s la igualdad que la libertad, pero convertida en igualdad de oportunidades, una forma de referirse al mercado laboral, a la econom¨ªa del capitalismo, pero sin decirlo. Al se?alar las desigualdades laborales de la mujer, ni siquiera habl¨® directamente de discriminaci¨®n positiva. Se qued¨® en simples medidas de acci¨®n positiva, ?faltar¨ªa m¨¢s que encima fueran negativas! Un discurso cargado de cuestiones econ¨®micas, financieras y empresariales. Hasta cerca de 30 veces hizo alusi¨®n a esos viejos temas, mientras que las nuevas cuestiones de la sociedad de la informaci¨®n, la cultura o la educaci¨®n quedaron limitadas a poco m¨¢s de una docena de ocasiones.
Los ejes centrales del nuevo proyecto, enmarcados en la igualdad de oportunidades y la calidad de vida, reflejan cierta moderaci¨®n pol¨ªtica en la aceptaci¨®n de los nuevos valores de la sociedad. Esa prudencia pol¨ªtica qued¨® manifiesta en su defensa de la familia tradicional, que acompa?¨® de un t¨ªmido reconocimiento y respaldo a otras formas de entender y vivir la familia, cuando en la nueva cultura el orden ser¨ªa exactamente el contrario, en el mejor de los casos. Y quiz¨¢ esa moderaci¨®n y prudencia le llevaron tambi¨¦n a entender que la sociedad de la informaci¨®n exige el dominio del ingl¨¦s, olvid¨¢ndose de que lo que est¨¢ en juego son habilidades, mentalidad y valores sociales que no se pueden reducir al conocimiento de un idioma.
En definitiva, visto que su discurso se movi¨® en el escenario de lo tradicional, lo moderado y con escasa innovaci¨®n, no nos queda m¨¢s remedio que volver a plantear c¨®mo consigui¨® Pla infundir optimismo y expectativas en las filas socialistas.
La clave de su ¨¦xito est¨¢ en la utilizaci¨®n de un razonamiento pol¨ªtico con baja informaci¨®n. Un tipo de argumentaci¨®n muy eficaz, porque si bien proporciona poca informaci¨®n y contenido especializado, aporta las claves emocionales necesarias para decidir si un l¨ªder y un programa son fiables, dignos de confianza, leales a sus promesas y realistas en sus metas. Es informaci¨®n emocional, que la audiencia experimenta de forma positiva, y que facilita la formaci¨®n de juicios acertados y correctos sobre el tema en cuesti¨®n.
En los a?os sesenta, el conocido estudio del votante americano puso de manifiesto que los ciudadanos tienen preferencias pol¨ªticas, votan y eligen a sus representantes con poca o ninguna informaci¨®n pol¨ªtica. Un hecho que alarm¨® injustificadamente a los defensores de la democracia. Hoy sabemos que en el razonamiento pol¨ªtico es tan importante la argumentaci¨®n fundamentada como las pistas emocionales que nos ayudan a alcanzar una conclusi¨®n acertada.
Ignasi Pla utiliz¨® estas pistas emocionales, no con el gesto o la lectura, sino con la estructura y contenido de la conferencia. Consigui¨® provocar que un discurso de corte tradicional infundiera confianza, expectativas de ¨¦xito y satisfacci¨®n.
El discurso estuvo plagado de alusiones a lo nuevo. Habl¨® continuamente de nuevos valores, de nuevos problemas, de nuevos retos, de las nuevas v¨ªas y nuevos mecanismos. Novedades todas que asoci¨® al modelo del proyecto socialista para la Comunidad Valenciana y al nuevo compromiso con el ciudadano. M¨¢s a¨²n, no dej¨® de plantear que estaban ya preparados, que la conferencia era un punto de partida, que ten¨ªan una l¨ªnea de trabajo. Nuevos valores para el modelo de sociedad que defienden los socialistas. Y dentro de lo nuevo, habl¨® de nueva etapa, de nuevas generaciones, de nuevo tim¨®n. En m¨¢s de 35 ocasiones introdujo indicios energizantes en el razonamiento pol¨ªtico.
Ignasi Pla fue el conferenciante, el protagonista, pero se situ¨® en el lado del oyente, del socialista de a pie y de la audiencia en general. Puso tanta complicidad desapasionada en el discurso, que se confund¨ªa continuamente el nuestro socialista, con el nuestro ciudadano, con el nuestra comunidad. Pasaba silenciosamente, entre sentencia y sentencia, de un significado a otro. Habl¨® como secretario general del PSPV y habl¨® como ciudadano. Sin protagonismo personal, dio paso a un colectivo abierto y plural, donde parec¨ªa que valencianos, socialistas y comunidad eran la misma cosa. Un razonamiento semejante utiliz¨® Zapatero en su conferencia del Club Siglo XXI.
Esta complicidad emocional de car¨¢cter positivo la extendi¨® al gobierno de Zaplana, comprometi¨¦ndose a apoyar sus pol¨ªticas de desarrollo y progreso de la Comunidad. Dijo s¨ª. Y dijo s¨ª a las aportaciones constructivas, a tomar medidas que beneficien a la colectividad. Se uni¨® a la Espa?a de las oportunidades de Zaplana, pero emocionalmente matizada por la igualdad de esas oportunidades. Y tambi¨¦n extendi¨® la complicidad afectiva al ciudadano, proponiendo su mayor protagonismo en la actividad parlamentaria, as¨ª como reivindicando su autonom¨ªa, libertad y dignidad.
Empleando inteligencia emocional, el secretario general del PSPV coloc¨® en posici¨®n de salida al partido socialista. Se acerc¨® lo suficiente al estilo Zapatero que, como ocurre con el padre de Hamlet, es el gran ausente y actor principal. Al mismo tiempo, el contenido tradicional de su discurso evit¨® resistencias y suspicacias en los m¨¢s reacios a la nueva etapa socialista. El tono emocional ha dado argumentos a unos y a otros para confiar y empezar a trabajar. No es un mal comienzo ni una mala estrategia.
Adela Garz¨®n es directora de la revista Psicolog¨ªa Pol¨ªtica. garzon@uv.es
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